El sector de la movilidad eléctrica para coches es una asignatura pendiente para España, ya que, a pesar de los esfuerzos que se están haciendo, sigue a la cola de los países europeos tanto en puntos de carga como en ventas de vehículos de cero emisiones. Pero Aedive, la patronal de la movilidad eléctrica en España y Portugal, parece tener la solución. O al menos tiene un plan.

Según nos cuentan nuestros compañeros de Business Insider, esta asociación ha redactado un informe en el que desarrolla 18 medidas para impusar la electrificación en nuestro país. Este documento, que han titulado 'Propuestas para una hoja de ruta de la movilidad eléctrica', puede ayudar a paliar muchas carencias en el sector de la electromovilidad.

La principal iniciativa parte de la  restructuración del Plan Moves III. Este sistema de ayudas tiene muchos detractores entre los fabricantes de coches, pero tiene fecha de caducidad: el 31 de julio de 2024 o hasta que se acaben los fondos restantes. La gran incógnita es qué vendrá después de que se acabe.

Hay países europeos como Alemania que han optado por suprimir las ayudas a la compra de coches eléctricos, pero en España no va a ser así, de momento porque sin esas subvenciones el rechazo a comprar automóviles de cero emisiones sería mucho más evidente y se perdería gran parte de las ventas y, por ende, la llegada de estas unidades en el parque móvil español.

"No se quería romper la línea de continuidad de las ayudas del plan Moves y todavía necesitamos planes de incentivos. Necesitamos extender este plan para que no haya una ruptura y seguimos trabajando con las instituciones públicas para establecer un plan de incentivos", argumentó Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive.

El gran problema de este método de ayudas es que desde que el comprador lo solicita hasta que llega a sus manos pasa mucho tiempo (se estima más de un año de media). Esta situación conlleva que los conductores que ya tienen un coche antiguo no se decidan por comprar uno electrificado. 

La patronal de la movilidad dice que si esas subvenciones se hicieran cuando se compra el vehículo, los ciudadanos abogarían por más compras. De hecho, así sucede en otras regiones europeas. 

"Un ejemplo es Portugal: sus ayudas son más bajas, pero al recibirlas al momento se incentiva la compra. Esta es la mayor clave en la que tenemos que trabajar. El problema no es que la gente piense que no hay infraestructuras de recarga, es que no hay incentivos", destacó Pérez de Lucía.

La vía más inmediata sería ésa, pero si miramos hacia el futuro más lejano, Aedive sugiere que esas ayudas vengan acompañadas de un plan de choque fiscal con mejoras en el IVA, el impuesto sobre sociedades y el impuesto de matriculación con el fin de conseguir que el coche eléctrico tenga un precio mucho más factible para las economías de los españoles. 

Otra propuesta se basa en incentivar medidas para impulsar los nuevos modelos de movilidad compartida a nivel local. Esta opción se pone sobre la mesa después de que el año pasado superasen los seis millones de usos en diferentes aplicaciones.

En última instancia, Aedive insta al Gobierno a situar la electrificación en el centro de la nueva ley de movilidad Sostenible, cuya tramitación podría retomarse en febrero, según se anunció desde el Ministerio de Transportes. Además, la patronal quiere que se apoye a los fabricantes de coches eléctricos para que puedan fortalecer su demanda.