¿Quieres un McLaren F1? Lo sentimos pero no lo puedes mantener

10 coches de póster - McLaren F1
Prepara la cartera, que hacen falta billetes.

Todos hemos soñado alguna vez con tener un superdeportivo o coche de lujo. Y digo “soñado” porque hay un elemento que impide que se haga realidad, el dinero, la enorme cantidad que hay que pagar para hacerse con uno de ellos. Hay que admitir que somos ingenuos: ojalá el único problema fuera la adquisición, en muchos casos mantenerlo en funcionamiento supone un dolor todavía mucho mayor para la cartera. Que se lo digan a Bruce Weiner, cuyo idilio con su deseado McLaren F1 solo pudo durar unos meses.

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Weiner admite haber comprado el F1 por 1,2 millones de dólares (un millón de euros al cambio actual), habiendo sido revisado un mes antes de la adquisición para certificar que se encontraba en perfectas condiciones mecánicas. Es de suponer que con eso quedó convencido de no tener que invertir mucho dinero en reparaciones o mantenimiento, al menos a corto plazo.

Quizá tendría que haber servido de pista, por ejemplo, el hecho de que su anterior dueño le documentara todo el proceso de pintado del deportivo, que pasó de ser plateado a lucir el reconocible Volcano Orange en su carrocería tras haber sido mandado a fábrica, esperar seis meses a que se completara la operación (lo despiezaron y pintaron parte a parte) y pagar una factura de 300.000 dólares (255.000 euros).

Eso era solo un aperitivo de lo que estaba por venir, y es que Weiner se enteró de que muchos de los componentes del McLaren tenía que ser cambiados cada pocos años, se usase o no el coche, y a unos precios prohibitivos para la inmensa mayoría de los mortales. Ahí van unos cuantos ejemplos: el embrague se sustituye cada dos o tres años, el extintor a medida costaba 800 dólares (680 euros) y el simple cambio de neumáticos llegaba a suponer 50.000 dólares (42.500 euros) ya no por el coste de las gomas, que era “solo” de 7.000, si no porque al cambiarlos McLaren pedía al dueño alquilar un circuito para que un equipo de mecánicos pusiera a punto la suspensión para que funcionara en perfecta sincronía con los nuevos zapatos.

Fuente: Carscoops.