Audi RS5 2018: cuatro cosas buenas y una mala. ¿O no tan mala?

Audi RS5
Un deportivo tremendamente completo y versátil. ¿Es todo oro lo que reluce?

No hay duda: el nuevo Audi RS5 es uno de los deportivos más completos que he conducido. Un coupé con una imagen muy potente, rapidísimo y de una gran calidad general. Todos aquellos -afortunados- que estén buscando coches nuevos de este segmento, como por ejemplo el BMW M4 o el Mercedes-AMG C63 Coupé, se estarán preguntando cuáles son las cosas buenas del Audi RS5 y si hay algo en lo que falla. Sin duda, tiene sus puntos fuertes y, también sin dudas, no es la mejor opción para todo el mundo. ¡Ahí va mi argumento!

Aquí tienes la prueba del Audi RS5

Una cosa buena del Audi RS5: imagen

No hay duda alguna: hace unos años los Audi RS eran coches discretos, ‘sleepers’ que sorprendían a la gente con un comportamiento explosivo pero una imagen de coche normal. Algo que gustaba a muchos y que, poco a poco, ha ido cambiando con el paso de los años. El nuevo Audi RS5 es un deportivo con una imagen súper potente, con muchas tomas de aire, detalles en fibra de carbono, ancho, bajo, con llantas enormes y un diseño que gira cabezas a su paso. Eso, junto a espectaculares colores como el Azul Ara o el Verde Sonoma, hacen que sea el deportivo perfecto para conseguir llamar la atención.

Otra cosa buena del Audi RS5: calidad

Audi está en la cúspide hablando de calidad interior y, probablemente, con el Audi A5, ha alcanzado su máximo esplendor. Desde el primer instante en que entras en su habitáculo, el Audi RS5 te trata con mimo, combinando calidad de materiales, ajustes y detalles racing que te enamoran. Los asientos tapizados en cuero con unas espectaculares costuras con forma hexagonal o el precioso volante de alcántara te hacen sentir en un coche especial. Aquí gana a todos sus rivales, sin discusión.

Más cosas buenas del Audi RS5: motor

Es evidente que el motor V6 biturbo del Audi RS5 es una delicia: un propulsor muy elástico, con 600 Nm de par desde solamente las 1.900 revoluciones y con una potencia de 450 CV que alcanza las 6.700 vueltas. Es un motor progresivo, con una patada contundente, y sorprendentemente eficiente. Acelera de cero a cien en 3,9 segundos y su consumo es de 8,7 litros a los cien en ciclo NEDC: probablemente en unos años esto cambiará con el WLTP. En cualquier caso, este motor de 2,9 litros de cilindrada es una gozada, aunque en cuanto a emoción queda algo por detrás del V8 del Mercedes-AMG C63 Coupé 2018.

Sigo con las cosas buenas del RS5: versatilidad

¿Quieres un deportivo cómodo y rápido, con mucha calidad y una imagen muy potente? Entonces tu coche es que Audi RS5. Es un coche que se comporta como un auténtico GT y eso será una cosa muy buena para quien busque un coche para todo. Además, el lujo y la calidad que se respira en su interior le dota de un extra de refinamiento que resulta muy agradable. Un tragamillas, un coche perfecto para conquistar Alemania rodando a 250 km/h por la Autobahn, ideal para usar como coche de diario si tu cuenta corriente está repleta de ceros.

¿Lo malo del Audi RS5? Una cuestión de carácter

Si buscas un tragamillas, un coche perfecto para circular a toda pastilla por autopista, rodeado de calidad y lujo, probablemente el Audi S5 sea suficiente para la mayoría. El Audi RS5 lucha contra el BMW M4 y el Mercedes-AMG C63 Coupé, dos coches que son emocionantes a más no poder. Y aquí es donde falla el Audi: la suspensión tiene un tarado demasiado blando para este concepto de coche y, cuando seleccionamos el modo sport, los amortiguadores endurecidos aportan aplomo en zonas reviradas pero resultan demasiado rebotones en firmes con mal estado. No es una suspensión seca, como sería de esperar, sino que es una suspensión firme pero demasiado gomosa y poco firme cuando quieres ‘Rock’n Roll’.

Si quieres un GT de altas prestaciones, súper eficaz y muy versátil, con una imagen muy potente, el Audi RS5 probablemente sea tu mejor coche. Pero si estás buscando emociones, sensaciones brutales, un coche para disfrutar de una conducción radical y salvaje, entonces el Audi RS5 se queda algo corto respecto a sus rivales más importantes. Es cuestión de necesidades y de gustos, pero sinceramente creo que Audi Sport debería dotar de un carácter más diferenciado entre el S5 y el RS5, más allá de un diseño más agresivo y mucha fibra de carbono.