No hay que detenerse a pensar mucho todos los gastos que conlleva tener un vehículo. Desde los que acarrea el propio coche en sí (revisiones, cambios de aceites, neumáticos, etc...) hasta todos los impuestos habidos y por haber (incluimos zonas azules, peajes, etc). Y aquí es donde nos detenemos porque nuestros vecinos franceses quieren recaudar con los aparcamientos.

Para ser concretos, el Ayuntamiento de París que gobierna la francesa con origen español Ana María Hidalgo, ha pergeñado una nueva fórmula para exprimir un poco más el bolsillo de los parisinos. De momento, no tiene una denominación propia, pero se trata de un concepto similar a que "el que tiene el coche más grande, paga más".

No podemos adentrarnos en especificaciones porque hay muy pocos detalles, pero sí que se sabe que esta decisión buscará modificar las tarifas de aparcamiento para que vaya en progresión en función del tamaño y el peso de los vehículos (es probable que el motor también se tenga en consideración).

En resumen, los dueños de los vehículos más gordos y grandes de París van a tener que rascarse el bolsillo por aparcar sus modelos en el centro de la capital gala. Esta idea parte de los ecologistas del país vecino. 

¿Y por qué se toma esta medida? Fácil, en Europa, el rey del mercado es el segmento SUV, que proporcionalmente son más grandes y pesados que un turismo convencional. Si nos ceñimos al parque móvil francés, vemos que las cifras reflejan que en los últimos cuatro años se ha producido un aumento del 60% en el número de todoterrenos matriculados en la capital (el 15% del total).

Frédéric Badina-Serpette, concejal del partido ecologista EELV, en unas declaraciones al diario The Guardian fue claro al respecto. "Queremos poner el foco en un absurdo: la auto-obesidad. El crecimiento inexorable del peso y el tamaño de los vehículos que circulan por nuestras ciudades, y en particular en París", dijo.

Si todo va como se prevé, esta nueva norma comenzará a aplicarse el 1 de enero de 2024 y penalizará, como ya hemos mencionado, a los propietarios de todoterrenos y SUV (si bien puede haber excepciones como la de los vehículos eléctricos o las de familias numerosas).

Esta normativa estuvo en la agenda de la DGT en abril de 2021, pero no llegó a cuajar. Desde el órgano rector del tráfico en España se dijo que estaban enviando los datos de anchura, altura y longitud de los coches a los Ayuntamientos para que a final de ese año pudieran establecer tarifas de aparcamiento en zonas restringidas basándose en el espacio que ocupan los vehículos.