Chrysler TC by Maserati: así surgió la unión más extraña del mundo

Chrysler TC by Maserati

La intención era buena: ¿fue un incomprendido?

No es demasiado común oír hablar de él, pero el Chrysler TC by Maserati fue una de las creaciones más extrañas del mundo debido a la unión que hizo posible su existencia a finales de los años ochenta… época en la que se produjeron grandes nacimientos: como el mío, por ejemplo. 

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Lo más curioso de esto es que este trabajo conjunto entre ambos se produjo mucho antes de que Fiat y Chrysler vivieran bajo el mismo paraguas; pero, ¿entonces? ¿De dónde surgió esta idea? Al parecer, Lee Lacocca (el salvador de Chrysler) era amigo de Alejandro de Tomaso, quien estaba al cargo de Maserati en ese momento. 

Tras una inversión por parte de Chrysler, las compañías planearon lanzar juntas un ‘Turbo Convertible’ que se transformaría en el Chrysler TC by Maserati. Fue presentado en el Salón de Los Ángeles de 1986, aunque su fabricación no comenzaría hasta 1989. 

Se comercializó con tres motorizaciones -un 4 cilindros turbo de 160 CV, un V6 3.0 litros de origen Mitsubishi de 141 CV (ambos con cambio automático) y un 4 cilindros turbo de 2.2 litros que ofrecía 200 CV e iba asociado a un cambio manual Getrag de 5 marchas. 

Este pronto se convirtió en uno de los preferidos, ya que además, llevaba el logotipo Maserati en su motor (un 2.2 Turbo II de Chrysler), aunque la genética de los italianos en sus entrañas fuese prácticamente inexistente: solo participaron en determinados ajustes.  

Chrysler TC by Maserati: demasiado marketing

A estas alturas, seguro que ya adivinas por dónde van los tiros... En resumidas cuentas, el Chrysler TC by Maserati seguía siendo un Chrysler con muchos adornos y al parecer, uno de los motivos que le llevaron al fracaso fue precisamente que se llevaba lo peor de las dos partes. 

Esto quiere decir, básicamente, que le vendían a precio de Maserati con la calidad (pobre) de Chrysler. Conclusión: sus comercialización fue un desastre, ya que se vendieron solo 7.300 unidades entre 1989 y 1991 y Lacocca estimaba entre 5.000 y 10.000 al año.  

Supongo que no lograron convencer a la gente de que no era más un simple Chrysler LeBaron, presentado también 1986, con un poco de maquillaje de marca cara... Demasiado para la época.