3 coches americanos que fueron un fracaso en Europa
Estos coches americanos fueron un fracaso en Europa por diferentes motivos. Bien su diseño demasiado enfocado al público americano, bien por su calidad general bastante justa o por un precio difícilmente justificable. El caso es que estos coches americanos llegaron, lo intentaron y se dieron de frente contra la realidad de un mercado que exige calidad a buen precio. A continuación te dejo 3 coches americanos que fracasaron en Europa y que tuvieron que volver por donde habían venido.
Dodge Nitro
El Dodge Nitro es un coche que se adelantó 15 años. Probablemente, hoy un coche americano con formas cuadradas, robustas y compactas habría sido todo un éxito hoy en día, pero hay que reconocer que el Dodge Nitro era un producto con muchos 'peros'. El principal era su calidad general, bastante pobre, sobretodo en su interior. A eso había que sumar un precio elevado teniendo en cuenta su equipamiento. Su diseño, en aquellos tiempos, tampoco ayudó para que fuera un coche querido.
Jeep Commander
El Jeep Commander fue una apuesta arriesgada por parte de Jeep y probablemente le pasó lo mismo que al Dodge Nitro: llegó demasiado pronto. El objetivo de la marca americana era ofrecer un todoterreno de grandes dimensiones y posicionado por encima del Grand Cherokee para plantar cara a los SUV de alta gama. Sin embargo, por dimensiones se quedó corto y su posicionamiento en la gama no fue muy bien entendida, por lo que el Grand Cherokee se lo comió con patatas. Solo se fabricó durante cuatro años, de 2006 a 2010.
Chrysler Sebring
Lanzar una berlina completamente nueva en Europa en el año 2007 es algo que solo un temerario podría llevar a cabo. Chrysler se lanzó a la piscina sin mirar si había agua y el castañazo fue importante. El Chrysler Sebring 200C no era un mal coche pero llegó, una vez más, en un momento inapropiado. Contaba con un motor de gasolina de dos litros con 156 CV que se podía comprar por menos de 20.000 euros. Si las berlinas de toda la vida no triunfaban, imagínate una llegada de EEUU con un diseño mucho menos interesante que el Chrysler 300C, que sí se puede considerar un éxito.