Conduciendo los Suzuki Jimny R5 y Delta de Damd: ¿por qué conformarse con lo convencional?

Suzuki Jimny R5 y Delta de Damd

Hemos conducido un Renault 5 y un Lancia Delta Integrale en miniatura. ¿Cómo? Gracias a los kits de carrocería que Damd ha creado para el Suzuki Jimny y que le dan un estilo totalmente diferente a este todoterreno.

Detenido en un semáforo de Machida (Tokio, Japón), me pongo a reflexionar. Más allá de lo que molan los Suzuki Jimny R5 y Delta, desde un punto de vista dinámico, el Jimny es una porquería. La dirección tiene un punto muerto hasta un cuarto de vuelta para evitar que la gente entre en una curva y sea lanzada contra el techo, la conducción es incómoda, el "manejo" alarmante y los frenos mediocres.

Texto original de Tom Ford

Probablemente no ayude el hecho de que haya una caja de cambios de cuatro velocidades pegada a la parte trasera de un motor gasolina de tres cilindros de 658cc, y que los ejes tengan el confort de marcha y la simpatía vertebral de una losa de pavimento. Y me encanta. De verdad que este coche me encanta, lo que tiene cero sentido, hasta que ves el exterior.

Este Suzuki Jimny no es especial por su conducción, sino por su aspecto. Ha sido modificado por la empresa japonesa Damd Inc, y es una especie de homenaje al Renault 5 original, por extraño que suene. El frontal plano y los faros trapezoidales ligeramente orientados a la derecha, la parrilla, el paragolpes... Son rasgos que se remontan al lanzamiento del 5 en 1972.

Luego están los pasos de rueda y los gráficos que recuerdan en cierto modo al GT Turbo de 1985 -aunque hay que acercarse para ver el "non" junto a las grandes letras "TURBO"- y las llantas de competición. Es obvio lo que es y lo que no es. Una bonita, extraña y original remezcla.

Pero eso no es todo. A mi lado hay otro coche que lleva las señas de un Lancia Delta Integrale, y también he visto un Mercedes Clase G en miniatura muy bien acabado. No puedo dejar de sonreír. Conducir por los suburbios de Tokio en un par de caricaturas de aspecto peculiar, con los transeúntes saludando y riendo, es genial. La conducción puede ser rudimentaria, pero el ambiente es inmaculado.

Es increíble cómo unas modificaciones tan relativamente sencillas pueden cambiarlo todo, y la filosofía Damd parece increíblemente sencilla: tomar el cuadrado Suzuki Jimny, absorber el estilo de un icono cuadrado anterior y hacerlo realidad. El uso del Jimny como base para estas recreaciones en miniatura tiene que ver con Japón

Para cumplir la estricta normativa de los Kei Cars, el Jimny tiene que venir sin los pasos de rueda ensanchados de la versión de exportación y con los parachoques recogidos. Así que el coche básico es en realidad una pizarra en blanco para que Damd haga su magia, que es básicamente una transformación atornillada.

Suzuki Jimny R5 y Delta de Damd

Sin embargo, Damd Inc no es una empresa nueva. Comenzó su andadura en 1982 como fabricante de piezas de FRP (básicamente, fibra de vidrio) para todo tipo de cosas, dando rienda suelta a su creatividad con pasos de rueda de BMW y parachoques para Kei Cars. Damd se dedicó a innovar en el sector de los recambios y ganó muchos premios nacionales e internacionales.

No pasó mucho tiempo antes de que empezara a fabricar coches diferentes, piezas de acabados especiales para concesionarios y mucha maquinaria de carreras y drift. Sin duda, un auténtico negocio que operaba al margen de los principales fabricantes de equipos originales.

El Mitsubishi Lancer Evolution VII de 2Fast 2Furious utilizaba un kit de carrocería Damd.
El Mitsubishi Lancer Evolution VII de 2Fast 2Furious utilizaba un kit de carrocería Damd.

El reconocimiento llegó en la gran pantalla en forma de un Evo VII equipado por Damd en la segunda entrega de la franquicia Fast & Furious (conducido por Paul Walker). Desde entonces, siempre han abundado los proyectos, desde el LFT-86 inspirado en el LFA hasta coches de exhibición SEMA y rarezas kei como la N-Van Malibu. La empresa cuenta con un excelente y extenso catálogo.

Pero no fue hasta 2019 y el actual Jimny cuando la marca ideó el 'Pequeño G', una interpretación estilizada del Mercedes Clase G. Fue entonces cuando nació una pequeña leyenda.

Shogo Omodaka, presidente de Damd
Shogo Omodaka, presidente de Damd

Por supuesto, puede que te preguntes cómo pueden entrar en juego cosas como los derechos de autor. En la sede central de Damd en Shimotsuruma, Yamato City, el presidente Shogo Omodaka, cuyo padre fundó la empresa, lo explica. Señala que, aunque los coches tienen influencias obvias, no son copias. Además, aunque están ejecutados con pulcra precisión, no pretenden confundir a nadie.

También es de suponer que las grandes empresas automovilísticas tienen suficiente confianza en sí mismas como para no sentirse amenazadas por homenajes tan evidentes: una pelea legal brutal las dejaría en ridículo. 

Aun así, el hecho es que Damd es un pequeño y furioso motor creativo que produce kits de carrocería para varias series de kei cars y furgonetas. Hay diferentes estilos de Jimny y accesorios como ruedas, piezas de tapicería y bacas.

Por otro lado, también arte de por medio y Damd Sound Effects elabora una lista de reproducción de viajes por carretera cada dos semanas. Incluso las oficinas del garaje parecen el loft neoyorquino de una empresa de publicidad puntera. Este un ecosistema automovilístico, no sólo un proveedor de piezas.

Aparte del ingenioso diseño, el otro aspecto del producto es la ejecución. Las piezas en sí son de primera calidad. Se diseñan, se revisan y se imprimen en 3D para asegurarse de que todo está a escala y encaja correctamente. A continuación, se crean los moldes y se fabrican con todos los refuerzos y puntos de fijación pertinentes.

El ajuste y el acabado son muy importantes para la empresa en su conjunto, y Shogo-san insiste en que los coches deben tener el aspecto para el que fueron concebidos, en lugar de ser un montaje improvisado. Puede que la idea sea algo plasticosa, pero la ejecución es mejor que la de un kit original. 

Los huecos entre paneles son estrechos, el acabado es mejor que el de fábrica, y el no-Renault es toda una declaración de intenciones. Los únicos trozos de plástico barato están en el interior original del Suzuki, que, a pesar de la adición de algunos asientos Bride, es tan humilde como al principio.

Pero lo mejor de todo es que los kits no son terriblemente caros en el gran esquema de la modificación de coches a medida. Lo cual tiene sentido cuando el coche de base no es un exótico. Por ejemplo, si ya tienes un Jimny, el "Little G" Aventura G-Wagen cuesta 6.500 € el kit básico y unos 700 € la pintura (en Japón). 

En total, unos 7.200 euros te podría costar esta conversión. Eso sí, hay que añadir elementos como las llantas y los neumáticos más gruesos, las luces, los raíles para el techo y todas las demás joyas.

El no-Turbo no Renault probablemente sería similar, pero sería más caro por la importación. De hecho, se puede importar a sitios como el Reino Unido, ya que Damd tiene un concesionario (Sumo Power) en Cambridgeshire. El aspecto completo sería muy caro, pero con un coche de base más o menos barato, obtendrías algo realmente interesante por el precio de la pintura de un supercoche.

Suzuki Jimny R5 y Delta de Damd

Y ese parece ser el objetivo: ser interesante y accesible, más que rápido o caro. Hablando con la gente que lo dirige, todo el proceso Damd y el equipo de diseño sigue esta idea. No son coches que intentan convencerte de que son más caros o mejores de lo que son: son pura diversión. 

En definitiva, coches como los Jimny R5 y Delta Integrale son creativos y brillantes, así como más llamativos que muchos supercoches. Y, en un mundo de rostros demasiado serios y respiración competitiva, Damd está devolviendo el humor, operando fuera de lo normal, pero al alcance de la mano. Desafían las convenciones y son los mejores por ello.