Guía de concepts de Top Gear: el coche volador

Coches voladores ciudades
¿Es un coche? ¿Es un avión? Todavía buscamos respuesta...

¿Recuerdas ese día en el que te dijeron que, para 2020, todos iríamos volante? Bueno, la fecha se acerca y no lo vemos muy claro todavía pero en la guía de concepts de Top Gear hemos querido hacer un repaso a la historia (breve pero intensa) del coche volador

Uno más... Italdesign prepara un coche volador junto a Airbus para Ginebra

Es cierto que hay muchos proyectos en marcha ya, como los taxis voladores de Uber, por ejemplo, pero lo cierto es que surcar los cielos todavía nos parece algo un tan lejano… ¿Qué dicen los futurólogos de esto? Pues que si deseas sentirte como parte de El Quinto Elemento, todavía tendrás que esperar y bajarte de la nube, pero hagamos un repaso a todo lo que se ha logrado ya (o intentado) con el coche volador. Para ello, viajemos con la mente hasta hace casi 100 años…

Tras el éxito del Ford Model T, Mr. Ford decidió lanzar su coche más famoso al cielo… Aunque en realidad, lo único que nos recuerda a Ford en él es el nombre ‘Ford’ pintado en el lateral. ¡Qué extraño elemento! Bueno, hubo unos cuantos Ford Flivver -ese era su nombre- en los días más brillantes tras la Gran Guerra; sin embargo, hay un motivo por el cual no puedes ir a 'Autotrader' en busca de uno de segunda mano…  

Ford Flivver

No porque el mantenimiento o el uso sea muy diferente al de un coche, tampoco porque se trate de un concept… No. El problema reside en que hubo tantos accidentes mortales relacionados con esto que Henry Ford decidió aparcar su sueño de dar el salto al transporte aéreo. 

Hoy en día todo debería ser mucho más fácil, ¿no crees? Seguro que has oído hablar de la fibra de carbono que, por cierto, fue patentada por el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña (¡apúntate esa!). Actualmente se utiliza para fabricar desde coches hasta llaveros, sí, pero también para coches voladores como el Aeromobil.

Un fuselaje ligero y fuerte es todo que un coche volador necesita para consumir menos energía y para tardar menos en despegar… Si tenemos en cuenta que este material cada vez es más asequible, la oportunidad de los fabricantes para dar vida a un coche volador (real y fiable) podría estar muy cerca.  A finales de año podrás ver el coche volador de Airbus... 

Eso sí, no te entusiasmes demasiado. Es cierto que la tecnología cubre ya muchos aspectos pero también queda mucho por avanzar. En el caso de los motores, algunas mentes brillantes ya están poniendo a prueba -en un kart- un nuevo motor rotativo que cabe en una mano y pesa lo mismo que una bolsa grande arroz… pero tiene 3 CV de potencia. Bueno, al menos LiquidPiston está trabajando para reducir el peso a menos de 1.5 kg y subir la potencia a 5 CV. Oye... ¡que menos es nada!

Llegados a este punto, ya sabemos que los coches voladores son caros -ojo al PAL-V ONE, el biplaza volador-, difíciles de producir y… que tienen que hacer frente a un montón de problemas legales y de seguridad. Porque sí, el hecho de que todos tengamos que aprender a desenvolvernos y convivir por los aires con vehículos voladores nos traerá más de un problema. Si ya nos cuesta en carretera y nos estamos volviendo locos con los autónomos, echa cuentas.

Volar es algo mucho más tedioso y el alcance de un accidente allí arriba es mucho mayor, por lo que es más que necesaria una regulación. Además, habría que desarrollar pistas de aterrizaje y despegue y organizar su movimiento entre altos rascacielos en el caso de las grandes ciudades, por poner un ejemplo…

Entonces, ¿qué? ¿Cuándo dejaremos de hablar de concepts y empezaremos a verlos en producción? Está claro que los coches voladores son posibles. Solo queda que alguien encuentre la manera de que se conviertan en algo seguro y práctico y no en uno de los cuatro jinetes del apocalipsis… Insisto: ¿Cuándo? Quizá los coches autónomos tengan la respuesta...