La opulencia no conoce límites en el Rolls-Royce Phantom Series II

Rolls-Royce Phantom Series II

Gustavo López Sirvent

Con acabado de platino, tapicería de bambú y cerámica 3D

"La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da". Esta frase de Arthur Schopenhauer está en el vademécum de Rolls Royce. La firma británica nunca tiene suficiente y necesita seguir bebiendo, como ha demostrado con su nuevo proyecto: el Rolls-Royce Phantom Series II.

La octava generación de este sedán llega cargada de opulencia, retoques estéticos y alguna mejora visual. En el diseño exterior encontramos una nueva línea horizontal pulida entre las luces de circulación diurna sobre la llamada Pantheon Grille, que ahora luce toques geométricos para destacar al Espíritu del Éxtasis.

La parrilla está ahora está iluminada, una característica que debutó y popularizó el Ghost. Los faros están adornados con intrincadas luces de estrella en bisel cortadas con láser. El perfil lateral del Phantom conserva el voladizo delantero corto y trasero largo característico de Rolls-Royce, la distancia entre ejes larga y el pilar C ancho.

El citado perfil lateral se mejora aún más con un conjunto de ruedas nuevas. Una rueda de acero inoxidable fresada en 3D con facetas triangulares está disponible para su puesta en marcha con un acabado total o parcialmente pulido.

Rolls-Royce Phantom Series II (2)

De manera opcional, el Phantom puede estar adornado con una rueda de disco (no tiene radios ni aberturas por las que pueda pasar el aire) en honor a los Rolls-Royce de 1920, como el Silver Ghost. Esta rueda está fabricada tanto en acero inoxidable pulido como en laca negra.

Debajo del capó de este suntuoso vehículo se mantiene el tradicional motor V12 de 6,75 litros, que produce 571 CV que se transfieren a la carretera a través de una caja de cambios de ocho velocidades. Como la nueva generación del BMW Serie 7 ya no frece un motor V12, el único modelo del grupo con esta mecánica es el Phantom.

El interior de este coche de superlujo permanece casi inalterado: el volante se ha hecho un poco más grueso, proporcionando un punto de contacto más conectado e inmediato para el conductor. Y por supuesto, los techos estrellados de Rolls-Royce (el propietario tiene la opción de recrear -a partir de aproximadamente 10.000 euros- su constelación preferida).

Además la firma de lujo ha creado el Phantom Platino, que lleva el nombre del acabado blanco del codiciado metal y cuyo interior está rematado en seda y pintado a mano. También destaca la tela de bambú y un marco para el característico reloj del salpicadero hecho en cerámica impresa en 3D.

Rolls-Royce Phantom Series II (3)

También destacamos como novedad el 'Rolls-Royce Connected', un conjunto de servicios conectados que permite a los propietarios enviar destinos de navegación desde su teléfono al vehículo, así como rastrear la ubicación y el estado del automóvil y permitirles contactar con el concesionario para su mantenimiento.