Puedes tener un Aston Martin Vulcan de calle

Con este kit de transformación, puedes tener un Aston Martin Vulcan de calle. Exacto, apto para rodar por las carreteras. Son buenas noticias, ¿no?

Echa un vistazo a nuestra prueba del Aston Martin Vulcan.

Si tuviéramos un Aston Martin Vulcan, no estamos muy seguros de que quisiéramos conducirlo en una carretera. Mejor en un circuito, ¿no? Ya lo hicimos (tienes el enlace junto a estas líneas) y, como dijimos entonces, da mucho, mucho miedito dando vueltas en Yas Marina.

De verdad, vuelve a pensarlo: ¿un Vulcan en la autopista? ¿Todo ese ruido en tu ciudad? Bah, reconozcámoslo: desde luego que lo haríamos.

La empresa de ingeniería RML, independiente de Aston Martin, está poniendo a punto un kit de legalización para el hiperdeportivo. Cielos. Sólo hay 24 unidades y, por el momento, no se sabe cuántos propietarios quieren modificar sus coches.

“El deseo de un Vulcan de calle ha sido impulsado por los clientes, tanto los nuestros como los de Aston”, cuenta Michael Mallock, de RML. “El plan es conservar todo lo que se pueda del modelo, minimizar los cambios externos tanto como sea posible, aunque esto depende hasta cierto punto de los territorios en los que se vaya a utilizar el vehículo y de la legislación vigente”, añade.

Una de las modificaciones que habrá que hacer es fijar un set de faros en el capó y, en algunos mercados, quitar esos grupos ópticos traseros similares a palos de polo. Una pena.

En lo que respecta a la mecánica, el motor no será alterado (siguen los 831 CV a cholón) y conservará asociada la misma transmisión secuencial de carreras. Sin embargo, las relaciones serán cambiadas para ajustarse a la conducción en carretera, al igual que el embrague, con el fin de mejorar su capacidad de maniobra.

Unos neumáticos más estrechos y variaciones en la geometría de la suspensión del eje delantero, un aumento en la altura al suelo y, posiblemente, un difusor extraíble, ayudarán a incrementar el radio de giro y a evitar los guardias tumbados. En el interior, los asientos no tendrán las enormes alas que sirven como sujeción lateral de la cabeza. Sin embargo, la idea es que puedas volver a reconvertirlo en un coche con especificaciones completas de circuito si te da el calentón.

Estas modificaciones en el Aston Martin Vulcan, que RML hace en su sede en Wellingborough (Inglaterra), tardarán entre tres y cuatro meses en llevarse a cabo; el primer vehículo completo estará listo este año. ¿Por cuánto sale la broma? Probablemente hablamos de cientos de miles de euros, pero sólo es una fracción de los 2,27 millones que cuesta. Una gota de agua en el mar.

Queridos propietarios de un Vulcan que leéis TopGear; ¿llamaréis a RML?

Etiquetas: Superdeportivos