¿Coches de F1 con seis ruedas? Hubo cinco, sí...

Javier Prieto

¡Vaya inventos!

Habitualmente, al hablar de los fórmula 1 de seis ruedas, a casi todo el mundo se le viene a la cabeza el famoso Tyrrell P34. Sinn embargo, algunos aficionados desconocen que su impactante aparición en 1976 creó escuela en otras escuderías. Así, March, Ferrari y Williams desarrollaron entre finales de los 70 y principios de los 80 sus propios monoplaza de seis ruedas.

Y aunque no llegaron a participar en ninguna prueba oficial del Mundial de F1, se hicieron un hueco en la historia -friki- de la velocidad. Su estética rompedora estaba al nivel de los bólidos más feos de la especialidad

Por cierto, ¿por qué no comparas los seis ruedas ochenteros con los coches de F1 2017? Alucinarás con las diferencias. Ah, y hoy más que nunca te recomendamos que no te pierdas los vídeos, es una oportunidad única de contemplar en acción estas joyas del Motorsport. ja,ja.

Tyrrell P34, el primer f1 de 6 ruedas

Derek Gardner, diseñador de la escudería Tyrrell, estaba investigando cómo reducir la resistencia aerodinámica en los bólidos para aumentar su velocidad punta. Estando en esas cavilaciones se le encendió la bombilla al pensar que instalando en la parte delantera cuatro ruedas más pequeñas que las convencionales había hallado la solución.

Encargó a Goodyear la fabricación de unos zapatos -enanos- de 25 cm frente a los 40 cm de los habituales. Se supone que con esta disposición, el agarre sería superior. Después de algunos retrasos, el P34, con Patrick Depailler al volante, debutó en la cuarta cita de la temporada de 1976, el GP de España, que se disputó en el Jarama.

Y solo tres carreras después, en el GP de Suecia celebrado en el Circuito de Anderstorp, logró la primera y única victoria con Jody Scheckter al volante del bizarro Tyrrell.

El P34 participó en aquel curso en un total de 13 carreras en las que sumó doce podios que le permitieron ser terceros en el Mundial de Constructores, solo por detrás de Ferrari y McLaren.

Al año siguiente, una versión presuntamente evolucionada corrió en 17 pruebas del Campeonato, aunque su rendimiento descendió notablemente. Solo visitaron el cajón cuatro veces y cayeron al sexto lugar en la tabla por equipos. Y así fue cómo acabó la aventura del único f1 de seis ruedas que compitió en la Categoría Reina.

March 2-4-0, la secuela del P34

Como te decíamos al principio del post, tras el relativo éxito del P34 tres escuadras más crearon sus fórmula 1 de seis ruedas. March, una de las peores formaciones de todos los tiempos, construyó el 2-4-0 a finales de 1976. Al contrario que en el Tyrrell, situaron cuatro ruedas en la parte posterior y dos en delantera.

Parece que las pruebas realizadas a principios de 1977 no fueron muy satisfactorias puesto que abandonaron la idea.

312 T6, el Ferrari de 6 ruedas

En 1977, Ferrari también se apuntó a la moda de los monoplazas de seis ruedas con el 312 T6. Pero los italianos, siempre tan imaginativos, quisieron rizar el rizo. Colocaron cuatro ruedas idénticas -dos en cada lado- en el eje trasero.

Después de que uno de los mejores pilotos del Gran Circo, Niki Lauda, y su compañero Carlos Reutamann probaran aquel invento, se olvidaron de él en La Scuderia. Evidentemente, con ese engendro mecánico no se podía correr ni en el Trofeo de Maranello, si es que este existe.

Williams dio con la tecla

De todos los atrevidos que fabricaron fórmula 1 de seis ruedas, probablemente Williams fue el proyecto más avanzado. Se pusieron manos a la obra tras alzarse en 1982 con el título de pilotos logrado por Keke Rosberg. Y pronto se dieron cuenta que el FW07D -dos ejes posteriores y uno anterior- les podía ofrecer unos réditos muy jugosos. 

Dicho modelo evolucionó en el FW08B, sobre todo gracias a la contribución del corredor Alan Jones. Los resultados de los test fueron espectaculares.

Las cuatro ruedas traseras motrices permitían un aumento de la tracción y de las prestaciones increíbles. Desgraciadamente, en 1983 se prohibió el empleo de los 6 ruedas y todo quedó en nada. Una pena visto su comportamiento en el asfalto y frente al crono.