Los cochazos de Lewis Hamilton: envidia, mucha envidia...

Javier Prieto

Los cochazos de Lewis Hamilton despiertan mucha envidia. Ferrari, McLaren, Zonda, Shelby están entre sus marcas favoritas. Prepárate para lo que te espera.

No es nuestra intención amargarte el día. Pero, ya están aquí los cochazos de Lewis Hamilton. Son unos sueños de cuatro ruedas que despiertan muchas envidias a su paso. Pues, prepárate para lo que te espera. No podrás dormir pensando en los superdeportivos que vas a contemplar en el post. Modelos de las marcas tan proletarias como McLaren, Zonda Ferrari desfilarán ante tus ojos. Y aunque te parezca imposible, su colección está al nivel de los automóviles de Bernie Ecclestone y de las piezas de museo de Elvis Presley.

Hamilton, según varios ranking, es el piloto mejor pagado de toda la parrilla con unos 35 kilillos de euros. Y claro tanta pasta acaba siendo un problema. Al tricampeón británico no se le acaba el dinerito ni tirándolo. Además de joven y millonario, es un amante del lujo y de los cochazos. En ese caso ¿qué superdeportivos pueden dormir en sus garajes? Evidentemente, los más caros y exclusivos... y algunos de dudoso gusto, también.

Pues, vamos allá con el listado de cochazos que despiertan tanta admiración como sus novias. Comenzamos con el favorito del deportista inglés. Un brutal Pagani Zonda 750RS es su ojito derecho y uno de los superdeportivos que más emplea. Si te acuerdas, con este bicho protagonizó un pequeño incidente el año pasado. Fue en su barrio, cuando salía de una animada reunión social un poquito tarde. Deberían mejorar la iluminación de las calles. Es lo que tiene la noche, que a veces te confunde.

En otras ocasiones, cuando quiere ponerse a los mandos de un vehículo más humilde, elige el McLaren P1. No es que con este cochazo pase desapercibido, pero al menos el cante que da es algo menor que con el Pagani. Y claro, como curra en Mercedes, encarga algunas unidades a la fábrica como un SLS AMG Black Edition o un SL 63. Este último es uno de los preferidos de Roscoe y Coco. Habitualmente, sus mascotas caninas prefieren quedarse en el interior del citado cochazo escuchando su música favorita. tampoco resulta extraño verlos en el monoplaza Mercedes W07 de su amo ¡Leche, hasta para ser perro hay que tener suerte!

Soy Roscoe, el más rápido

Algunos incautos que no conocen al genial -para lo bueno y para lo malo- inglés, dudaron de que trabajando para la marca de la estrella, tuviera los cojines de comprarse cochazos de la competencia. Ahí le tienes conduciendo su Ferrari LaFerrari por los bistros de Beverly Hills (Los Ángeles) tan pichi. Por cierto, no te hagas ilusiones de encontrarle con esa belleza roja en Europa. La ha reservado para las escapaditas americanas con sus churris.

Por si eres de esos frikis del automovilismo y de la F1, te recomendamos que te pases una temporada por Estados Unidos. Además del mencionado carrazo, podrías encontrarte a Hamilton detrás del volante de su Shelby Cobra 427 del 66 mientras conduce por las carreteras de Malibú. Y cuando quiere ir de vintage, nada mejor que subirse a su Ford Mustang GT500 del 67 y pasearse por Santa Mónica Boulevard. Dicha obra de arte mecánica es perfecta para darte un pirulo por el Big Sur, la mítica ruta californiana.

A pesar de ser un ídolo de la velocidad, al deportista británico también le tiran otro tipo de automóviles. Y ahí le tenéis subido al Mercedes G63 AMG 6x6, un artefacto que está a medio camino entre un camión del Dakar y un tanque. Toda una oda al hedonismo materialista.

Como no queremos provocarte una úlcera, aquí interrumpimos la enumeración de cochazos de Lewis Hamilnton. Por cierto, después de ver estas maravillas, ¿seguro que el dinero no da la felicidad? Pues ayuda bastante.