¿Sabes cuál es el trofeo más molón de las 24 Horas de Daytona?

A subasta el reloj Rolex Daytona de Paul Newman

Javier Prieto

No está nada mal este regalito del sponsor de la mítica carrera americana

Triunfar en las 24 Horas de Daytona, una de las carreras de resistencia más importante junto a Le Mans, es un sueño para cualquier piloto. Supone entrar en el Olimpo del Automovilismo y lograr el reconocimiento del Planeta Motorsport. Como es costumbre, el ganador de la cita americana se lleva la típica copa, y  además un regalo extra y personalizado único. ¿Sabes cuál es ese otro 'trofeo' extra de las 24 Horas de Daytona? Una pista: el patrocinador principal es una firma relojera suiza muuuuuy pija, cuyo nombre aparece en la denominación oficial de la competición.

Suponemos que a estas alturas ya sabes que te hablamos de Rolex. Pues sí, la 'generosa' marca helvética obsequia a los vencedores de la prueba con uno de sus más exclusivos y codiciados modelos. No es que hayan sido muy originales con el nombre del peluco porque se llama Daytona. Bueno, realmente su denominación oficial sería Rolex Oyster Perpetual Cosmograph Daytona. Lo bueno, es que esta máquina del tiempo, una verdadera pieza de colección, se entrega personalizada. En su parte posterior figura una inscripción con el nombre del vencedor y la fecha de su gesta lograda en el Daytona International Speedway. 

Puede que te parezca una racanería este detallito del patrocinador suizo, pero te vamos a contar un par de detalles sobre el cronógrafo que te harán cambiar de opinión. Para situarte un poco, te diremos que tienen un precio de mercado que ronda los 11.400 euros, lo cual no está nada mal. Además, hay tortas, por no decir otra cosa, por hacerse con uno de ellos, debido a los pocos que la multinacional pone a la venta cada año. Tanto es así que existen enormes listas de espera de afortunados a los que les sobra ese pastizal y quieren lucir un Rolex Daytona en su muñeca. ¿Qué tiene de especial para que cueste tanto y por qué es una leyenda que va asociada al mundo del motor? Vamos con lo segundo, que mola más que lo primero.



Rolex y un récord de velocidad playero

Al parecer el creador de la compañía Rolex, un alemán llamado Hans Wilsdorlf, era todo un 'lince' para los negocios y la publicidad. Pronto se dio cuenta de que la fiabilidad y rendimiento, valores imprescindibles para tener éxito en el motor, se ajustaban a las características de sus relojes. Por eso mismo, se fijó en las pruebas que se disputaban en el primer tercio del Siglo XX en Daytona Beach. Allí se batieron 14 récords de velocidad, de los que cinco de ellos fueron cosa de un tal Malcolm Campbell. Este piloto británico dejó a todo el mundo loco al alcanzar ¡444 km/h! en la arena playera y lo hizo con un Rolex como compañero en la hazaña de 1935. 

 

 

Inmediatamente Wilsdorlf convirtió al corredor británico en la imagen de sus productos. Y la idea surtió efecto porque los relojes comenzaron a venderse como churros. Poco después de aquel éxito publicitario y comercial, en 1959, la firma suiza se convertía en el patrocinador principal de nuevo Circuito Daytona Internacional Speedway y desde 1992 en el 'partner' de las 24 Horas de Daytona. Nueve años más tarde, pasó a ser también el cronometrador de las 24 Horas de Le Mans. En 2013 extendió su presencia en las carreras al convertirse en sponsor y reloj oficial del Campeonato del Mundo de Fórmula 1.

 

Por qué es tan especial

La caja de 40 mm. del legenario cronógrafo está fabricada con acero 904L, una superaleación ultrarresistente e inoxidable, empleada en la industria espacial y química. Y claro, ese material anticorrosivo y que no se raya (casi) ni con una Hilti vale un 'Congo'. Su esfera, que  puede ser plateada, negra, azul y marrón, contiene tres sub-esferas. La del minutero central mide los octavos de segundo, mientras que las otras dos permiten saber el tiempo que ha pasado en horas y minutos. Muy práctico.

El bisel, donde figura un escalado taquimétrico, está elaborado con un material cerámico muy resistente y duradero, claro. Por cierto, los números esos que aparecen en el bisel y el cronógrafo, permiten conocer la velocidad media hasta 400 km/h, o 249 millas. Su cristal protector de zafiro te asegura que no sufrirá arañazos. Por último, cuenta con una maquinaria automática (calibre 4130) cuya particularidad reside en el menor número de piezas que lo componen, comparado con otros relojes. Si eres submarinista, que sepas que puedes zambullirte tranquilamente hasta los 100 m, ya que la hermeticidad está asegurada por un triple sistema de seguridad que posee su corona.

Al margen de su lógica calidad y de su longeva relación con el automovilismo, el Rolex Daytona se convirtió en un mito gracias a la figura de Paul Newman. El actor estadounidense, gran piloto de carreras de coches, poseyó uno que se lo regaló su mujer en 1968 hasta su muerte en 2008. La pieza se convirtió en un icono rodeado de un aura de exclusividad único. De hecho, el que perteneció a la estrella de Hollywood se subastó por ¡15,3 millonazos! de euros en 2008. 

Seguro que ya entiendes las razones del precio del Rolex Daytona, ¿verdad?