Prueba del Suzuki Swace: tu cara me suena

Prueba del Suzuki Swace

"Tú a Hamamatsu y yo a Aichi". Así podría denominarse el remake de la famosa película que protagonizarían el coche de la prueba, el Suzuki Swace -no hablamos de un posible pariente de Patrick Swayze, aunque suene parecido- y el Toyota Corolla. Y es que el acuerdo de colaboración entre Suzuki Motor Corporation con Toyota Motor Corporation sigue dando sus frutos en Europa, en concreto el segundo fruto. Se trata de un nuevo modelo en la gama del fabricante de vehículos de dos y cuatro ruedas que deriva del del segundo mayor fabricante mundial de automóviles. Vamos, lo que son dos hermanos separados al nacer.

prueba suzuki swace

Así es el Swace, un Corolla que adopta algunos cambios para parecer otro coche. Se ha intentado con un nuevo paragolpes delantero y con una calandra de nueva factura. También con siete colores para la carrocería. Porque el perfil, la zaga e incluso las llantas son iguales. Pero este hecho no lo veo una desventaja, porque el diseño del Toyota, con sus grupos ópticos afilados y sus dinámicas formas es, para mí, un acierto. Bueno, dice que “para gustos los colores”... ¿Te he dicho que cuenta con siete?

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Y dentro ocurre la misma película: es el mismo diseño, a excepción del logotipo del volante. Y nuevamente creo que han atinado, porque presenta un aspecto robusto, con materiales consistentes y bastantes de ellos son blandos. Además, equipa un cuadro de instrumentos parcialmente digital con una pantalla a color de 7,0 pulgadas y un sistema de infoentretenimiento con una táctil de 8,0, situada bien arriba de la consola para apartar lo menos posible la mirada de la carretera. Los gráficos sí que se ven más desactualizados que los de la mayor parte de sus rivales.

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Como familiar que es no faltan muchos huecos portaobjetos y lo mejor de todo: espacio. Los pasajeros de las plazas traseras cuentan con un hueco holgado para las piernas y la cabeza. También lo es el de carga, que cubica 596 litros y que si se abaten los respaldos traseros -acción que se hace con toda la facilidad del mundo gracias a un tirador- se amplía hasta los 1.232 litros. Además, el piso es reversible -cuenta con una cara de tela y otra de resina- y queda una superficie totalmente plana, aunque puede regularse en dos alturas.

El coche de la prueba, el Suzuki Swace equipa un motor de gasolina de 1,8 litros de 98 CV y uno eléctrico de 72. Los dos, trabajando conjuntamente, logran sumar una potencia de 122 CV. Como coche híbrido auto recargable que es brinda una conducción tranquila gracias a que en modo eléctrico solo se percibe el ruido de rodadura. Puede ser seleccionado mediante el botón de la consola. En híbrido también invita a realizar este tipo de conducción por el mismo motivo... excepto cuando pisas con ganas el acelerador, que entonces irrumpe el sonido del cambio de variador continuo. Pero si tienes cacto con él, como ocurre con tu pareja, no se queja. 

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Lo bueno es que este sistema híbrido permite conseguir unos consumos muy, muy ajustados. El medio oficial es de 4,5 l/100, cifra que solo ha aumentado una décima durante el recorrido de prueba, que ha consistido de unos 80 kilómetros por autopista y carretera convencional con algún pequeño puerto. Eso yendo en modo Eco y a puntita de gas... o de electricidad, como lo quieras llamar. Ten en cuenta que si en la ruta hubiera habido más kilómetros por ciudad la cifra hubiese sido más contenida. Y suma el modo B, en el que el coche retiene más en deceleraciones, que, la verdad, al no circular por la urbe lo he usado más bien poco.

Además, gracias a que sus asientos son cómodos -también agarran bien el cuerpo- y a que la suspensión filtra bastante bien las irregularidades de la calzada, consigue ser un coche confortable. 

Y como coche híbrido que es el parabrisas luce la etiqueta ECO, con las ventajas que ello conlleva.

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Y para ventaja, el descuentazo que aplica Suzuki al precio: 4.450 euros. Con él, la cantidad a desembolsar parte de  23.545 euros. Si has sacado la calculadora habrás visto que es 195 euros más caro que el Corolla, pero en el caso del Suzuki cuenta en el equipamiento de serie con volante y asientos calefactados; en ambos: proyectores LED, sensor de luces/lluvia, llantas de aleación 16”, barras de techo, cámara trasera, cristales tintados, climatizador dual, control de retención en pendientes, arranque por botón, velocidad de crucero adaptativa, control de velocidad adaptativo y los sistemas de precolisión, de aparcamiento, de detección de ángulo muerto, de reconocimiento de señales, de mantenimiento de carril y de alerta de tráfico posterior, entre otros elementos.

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Suzuki se ha aprovechado de nuevo del otro constructor japonés -Toyota hace lo propio en India- para lanzar un producto con el que cumplir la estricta normativa europea de emisiones y para introducirse en el segmento C, uno de los más importantes y jugosos de la tarta. ¿Dará resultado? Coche, aunque sea familiar, tienen para ello.

Nuestro veredicto

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