Hemos probado el Polestar 2: Ya está en España y es tan 'cool' como dicen

El Polestar 2 es uno de los autos más increíbles de nuestro tiempo, también porque parece estar por delante de ellos

Ha tardado en llegar pero ya se puede comprar en nuestro país

Ha tardado, pero ha aterrizado. Su nacimiento fue en 2017, pero hemos tenido que esperar cinco años más para que Polestar llegue a nuestro país. Esta marca, perteneciente a Volvo y al gigante chino Geely a partes iguales ya tiene servicio en nuestro país. 

No hay mejor manera de llegar que presentando tus credenciales. Qué mejor manera que haciéndolo a lo grande y abrir pedidos con el primer coche eléctrico 100%: el Polestar 2. Vamos a poner el freno de mano antes de dar pinceladas sobre este coche y nos centramos en qué es Polestar, qué objetivo busca, filosofía de producto, etc.

En octubre de 2017 veía la luz esta marca. Lo hizo en Shaghai y su nacimiento vino de la mano de Volvo, pues hasta esa fecha Polestar era la denominación de las versiones más deportivas de la marca sueca. 

El primer modelo con esa nomenclatura que fue presentado en ese momento fue el Polestar 1, un vehículo híbrido enchufable, que a pesar de su afilado y espectacular diseño, recordaba y mucho al que podría considerarse su madre, Volvo.

En los albores de la firma, nuestro país no figuraba en la agenda de Polestar. Uno de los motivos es la lentitud con la que se está desarrollando la industria de la electrificación, que es una de las más lentas de Europa.

¿Cuáles son las tres bases en sobre las que se asienta Polestar? Tiene tres patas fundamentales: diseño, tecnología y sostenibilidad. El diseño escandinavo es marca de la casa madre, Volvo, y en el caso de Polestar supone darle la vuelta a la tortilla.

Según relató e el CEO de Polestar, el alemán Thomas Ingenlath –quien anteriormente fue vicepresidente de Diseño de Volvo–, el lenguaje estético juega un papel esencial. "Está obsesionado con los detalles", explican los dirigentes de Polestar.

El segundo de los puntos clave en la compañía es la tecnología. Polestar nació como marca eléctrica de Volvo, y concretamente como marca eléctrica premium, y según sus responsables la electromovilidad es entendida como una tecnología divertida.

La tecnología también se entiende por el modus operandi de Polestar, que es totalmente digital.  A pesar de que nos cuenten que en Polestar Spaces (espacios Polestar) el cliente podrá tocar, ver, montarse y solicitar pruebas de conducción –sin que un comercial le atosigue para que lo compre–, la adquisición del coche se realizará por su portal web.

Si te preguntas dónde van a estar los Polestar Spaces en nuestro país, que este año vamos a tener dos: uno en Barcelona que abrirá en junio y otro en Madrid que lo hará en octubre.

Polestar 2

La vertiente tecnológica desarrolla un papel clave en el interior de los vehículos de Polestar, en los que se respira un ambiente muy avanzado, como un smartphone rodante. De hecho, los modelos de Polestar incorporan de serie Android Automotive OS, desarrollado junto a Google.

El tercer miembro sobre el que se sustenta esta compañía es la sostenibilidad. Es un concepto recuprrente para el marketing pero real para Polestar, que lo tiene presente en todos los aspectos, no sólo en lo que al interior de sus modelos se refiere (completamente veganos), sino también en sus centros de operaciones.

Polestar, cuya central se ubica en Gotenburgo (Suecia), cuenta con tres plantas de producción (una en EEUU y dos en China), así como un centro de Investigación y Desarrollo (I+D) en Coventry, (Gran Bretaña ). La marca pretende ser completamente neutra en emisiones de carbono en 2030 sin tener que recurrir "a plantar árboles para compensar".

Otra ramificación que se esconde subrepticiamente de mamá Volvo es la seguridad activa y pasiva. Por este motivo, el Polestar 1 se convirtió en uno de los primeros coches eléctricos en conseguir 5 estrellas en las pruebas Euro NCAP.

Futuro

Los suecos no se van a hacer el ídem a la hora de hacer negocio. Además del Polestar 1 y el Polestar 2, el objetivo es lanzar un modelo nuevo cada año desde ahora, por lo que la gama se irá completando con el Polestar 3, un SUV algo más pequeño y más ancho y deportivo que el Volvo XC90, el Polestar 4 (al estilo de un Volvo XC60) y el Polestar 5, inspirado en el Polestar Precept.

Pero mirando más allá la mejor declaración de intenciones de esta compañía tiene un nombre y un modelo: el espectacular Polestar O2, un descapotable de aire futurista. Lo puedes ver en este vídeo y ya juzgas por ti mismo:

Dicen que quien no se parece a sus padres algo esconde y en el caso de Polestar el parecido con Volvo es muy evidente. Por este motivo se me ocurrió preguntar a los responsables cuáles son las diferencias con respecto a la matriz y a qué tipo de cliente tipo quieren dirigirse. 

Su respuesta fue que no hay segmentación, que van a buscar otro tipo de perfil: "No hemos segmentado. La segmentación ya no tiene sentido. No queremos tener un perfil típico; buscamos el perfil de alguien a quien le encanta conducir y divertirse al volante".

Si hay diferencias, o no, con Volvo, los rectores de Polestar sostiene que "a medida que vayan pasando los años se verán más caminos divergentes" entre ambas firmas, aunque a día de hoy ellos se consideran una firma "muy cool, muy tech y muy enfocada en la conducción deportiva, en vez de la practicidad de Volvo".

También lanzo la pregunta sobre la conducción autónoma y si como le ocurre a su principal oponente Tesla, hay obsesión en este sentido por que la máquina sustituya al ser humano al volante. "Para nosotros la conducción autónoma la concebimos como alternativa en un viaje largo por autopista y cuando al conductor no le apetezca conducir. Nuestros coches son para ser conducidos". 

Prueba del Polestar 2

Una vez explicada la teoría llega el momento de probar el nuevo Polestar 2. La conducción la vamos a realizar por la sierra de Madrid, un recorrido, en un principio, propicio con sus curvas para ver cómo se comporta este nuevo coche.

El Polestar 2 presenta una carrocería fastback y cuenta con una apariencia muy sugerente y muy atractiva. Lo corroboro cuando cuando accedo al interior. No se puede negar que tiene muchas similitudes con Volvo (la evidencia cae por su propio peso), sobre todo en el puesto de conducción, en concreto la instrumentación y el volante.

Prueba del Polestar 2
AUTO BILD.

Puesto de conducción

La pantalla flotante y curvada de 11,15 pulgadas es muy vanguardista, de uso intuitivo y con una calidad percibida mayor. En resumen veo mucha modernidad, un diseño, minimalista, limpio, sobrio, elegante. Los materiales son todos reciclados y aunque hay alguna que otra rebaba sospechosa en la consola central, es cierto que se percibe ese aire cool que quieren vender.

De igualmanera que sucede con el Volvo C40 Recharge, el primer coche eléctrico de la marca sueca, el Polestar 2 no tiene botón de arranque, y con solo insertar la palanca en D y pisar el acelerador, el coche echa se pone en marcha.

Una vez me voy acomodando y mi cuerpo se amolda a este Polestar 2, empiezo a notar que tiene un habitáculo de lo más agradable, debido, sobre todo, a su techo panorámico.

Si echamos mano del sistema de infotainment, podemos regular tanto la dureza de la dirección –que tiene un tacto magnífico y transmite bastante de lo que ocurre bajo las ruedas–, como el nivel de intervención del one-pedal. En Polestar quieren que te olvides del freno en circulación urbana.

Lanzo la pregunta a los dirigentes de la firma sobre si la ausencia de modos de conducción es por la misma estrategia de Volvo, que considera que no es útil según el feedback transmitido por sus clientes, que, afirman, no lo utilizan. 

Me comentan que no es exactamente por este motivo, sino porque "como el Polestar 2 admite todo tipo de ajustes individualizados por el conductor, prefieren que sea éste quien decida cómo quiere circular, es decir, enfocados en la experiencia de usuario". Buena respuesta.

Una vez lo hemos probado en autopista y corroborado lo bien que acelera el Polestar 2 –con 300 kW (408 CV de potencia), batería de 78 kWh y 660 Nm de par (autonomía de 480 km WLTP) y capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,7 segundos (velocidad punta de 207 km/h)–, me aventuro con las carreteras más reviradas.

Polestar 2

El Polestar 2 es divertido sobre todo en curvas, muy estable y es difícil buscarle la cosquillas; va sobre raíles, y al ser un compacto va pegado a la carretera. Sinceramente, me ha encantado cómo va. Y el consumo, con aire acondicionado activado no ha sido disparatado: 23,2 kWh/100 km en total.

De todos formas, en circulación en ciudad y yendo suave por carretera, el consumo ha sido de 18,8 kWh/100 km, incluso por debajo del oficial que es de 20,2 kWh/100 km. 

Si hablamos de precios, el nuevo Polestar 2 ya admite pedidos y está disponible desde 47.190 euros, precio al que se le pueden restar 3.500 euros del Plan Moves III.

Nuestro veredicto

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