Prueba del Cupra Formentor de 150 CV. Sigue su camino y le va bien

Prueba del Cupra Formentor 150
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En Cupra se la jugaron y les ha salido bien

Es un coche cañón. Un auténtico tiro. Pero no me refiero a que corre mucho, sino a cómo está siendo acogido. Una especie de SUV que no es SUV; un familiar que tampoco es un familiar. Bienvenido a la prueba del Cupra Formentor de 150 CV.

Hay que reconocer que el Cupra Formentor tiene un "algo" que lo hace diferenciarse de sus competidores, tanto dentro de casa como fuera. Un momento: ¿dentro de casa? Claro, a nadie se le escapa que en Seat tienen que asumir que algún que otro cliente puede pasar de querer un León o un Ateca a uno de estos.

¿Qué equipa de serie el Cupra Formentor 150?

Y eso a pesar de que uno de sus puntos fuertes (y algo que me encanta) es que no es la opción evidente. Como decía un compañero de la edición inglesa, es para los que van más allá de la primera página de Google.

Así es: quien opta por este Cupra, seguramente ha peinado el mercado. Ha descartado los SUV tradicionales por ser demasiado tradicionales o por ser demasiado SUV. Quizá también 'pasa' de los familiares por ser demasiado familiares.

Así que, en esta mezcla de estilos, géneros y palabras, el Cupra Formentor de esta prueba es el rey con sus apenas 150 CV.

Y escribo "apenas 150 CV" por una sencilla razón: este Cupra tiene un chasis tan bien puesto a punto, que en todo momento tienes la sensación de que podría digerir el doble de potencia sin problema. Y de hecho lo consigue, como puedes leer en la prueba del Cupra Formentor 310.

Un interior que engaña

Pero vamos por partes. Entro en el Formentor tras haber pasado una semana conduciendo un Seat Ateca, así que lo que veo me resulta muy familiar. Es un interior el que todo está bien pensado. Bueno, casi todo: ya sabrás que la falta de controles físicos hace a veces el control algo complicado. 

Te acostumbras con el tiempo, pero por ejemplo que no haya un acceso directo a los modos de conducción (en las versiones más potentes hay un selector en el volante) es algo que escuece. 

También ocurre lo mismo con el manejo del climatizador o los mandos de la temperatura y el volumen. Son táctiles, la verdad es que ofrecen un manejo preciso... aunque por la noche no se ven porque no están iluminados.

Cuando te sientas delante, te encuentras con unas butacas cómodas, de mullido más bien duro, como es habitual en el Grupo Volkswagen, y que recogen el cuerpo de maravilla. También es espacioso y no da la sensación de agobio que podría sugerir al ver las líneas exteriores con la cintura tan alta.

Otra buena noticia aquí es que las plazas traseras del Formentor son muy espaciosas, tanto para las piernas como para la cabeza, lo que me llama la atención dada la caída del techo. Aquí, la línea ascendente de la carrocería sí que puede molestar a los más bajos.

En marcha con el Formentor 150: suavecito

Presiono el botón de arranque e inicio la prueba del Cupra Formentor de 150 CV. Como no puede ser de otro modo, con este 1.5 Evo el funcionamiento es muy suave. El sonido al ralentí añade un poco de entusiasmo al inicio de la marcha, pero lo cierto es que, sin ser perezoso, no es un deportivo al uso.

El cuatro cilindros sube alegre de revoluciones, se muestra bastante lleno en casi cualquier rango de revoluciones y tira con ganas en cualquier terreno, pero tiene sus limitaciones. En una carretera con curvas, por ejemplo, si frenas mucho en una horquilla, le costará ganar velocidad de nuevo.

Echa un vistazo al vídeo: prueba del Cupra Formentor 310

Y eso ocurrirá aunque montes la caja automática de doble embrague como el protagonista de esta prueba. Su funcionamiento es exactamente el que te puedes imaginar: sin problemas en general, aunque a veces se puede atragantar si activas el modo S y vas a un ritmo en el que la centralita puede dudar entre una marcha y otra. 

Ya puestos, me hubieran gustado unas levas un poco más grandes para los que no tenemos dedos de pianistas: un poco más cerca del aro estaría genial, lo mismo que si pudieran subir un poco más...

Cuadro de relojes digital y levas del cambio pequeñas. Foto: Cupra
Cuadro de relojes digital y levas del cambio pequeñas. Foto: Cupra

Me llama la atención el largo capó que ves tras el parabrisas, aunque rápidamente te acostumbras y no te plantea ningún problema a la hora de maniobrar o de circular por carreteras secundarias estrechas o reviradas.

Pero vamos por partes. La ciudad. Un terreno en el que no está mal. El diseño se cobra el peaje de la visibilidad a la hora de avanzar por calles estrechas. Si hay bolardos psicópatas, quizá deberías de tener algo de cuidado al hacer giros y lo mismo ocurre si te vas a incorporar a una calle de manera diagonal, ya que el ancho pilar C se entromete demasiado.

SUV híbridos

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Cuando sales a carretera abierta, sin problema. El Cupra Formentor 150 protagonista de esta prueba calza las llantas más grandes, unas de 19" con GoodYear Eagle F1 de 245/40.  Tiene una calidad de rodadura mejor que buena y la estabilidad lineal está fuera de toda duda.

La parte menos buena es que los neumáticos relativamente rígidos en los flancos te transmiten muchas irregularidades, aunque si optas por un Cupra, esto te tiene que parecer secundario. Además, con la suspensión adaptativa, puedes seleccionar un tarado de suspensión suave para compensarlo.

En cuanto a la dinámica, cuando llega lo difícil, es decir, las carreteras secundarias, el Formentor no se amilana: los ingenieros han logrado ofrecer un tacto deportivo incluso en esta versión "de acceso". Tiene chasis de sobra y se nota: si te dejas llevar por las sensaciones del coche, pronto querrás tener al menos el doble de potencia.

La dirección tiene mucho feeling y el eje delantero guía con obediencia cada orden del volante. Me ha gustado cómo muerden los neumáticos y aplomo que le dan al coche, aunque sospecho que el set-up también tiene mucho que ver.

Si entras rápido en una curva, el eje delantero tiende a subvirar, como es lógico en un tracción delantera. Si tienes el día juguetón y decides levantar en pleno apoyo, el eje trasero te va a aceptar la invitación y se va a mover para colocar el coche. Es vivo hasta el punto que en modo ESC Sport te saldrá un contravolante porque moverse, se mueve.

Prueba Cupra Formentor 150

¿Y cómo va el manual?

En el caso del Cupra Formentor de 150 CV manual, las sensaciones son similares a las que puedes conseguir con la versión automática. La respuesta es buena en todo momento y en ocasiones te da la sensación de estar conduciendo un coche más pequeño gracias a su chasis y a precisión de la dirección

Por otro lado, el tacto del embrague y la palanca de cambios es firme, pero agradable. Es cierto que en vueltas más bajas se agradecería contar con algo más de fuerza, pero este cambio te permite jugar más para exprimir las cualidades del motor 1.5. Eso sí, esto tendrá un evidente efecto negativo en los consumos, por lo que conviene actuar con moderación. 

Cupra Formentor 150 CV Manual

Para terminar con la prueba de este Cupra Formentor 150, tengo que echar una mirada a los precios. El modelo más barato cuesta 29.000 euros de tarifa con cambio manual de seis velocidades. 

La parte mala llega aquí: ¿lo quieres automático? Un Cupra Formentor de 150 CV con DSG sube hasta los 34.000 euros, por lo que puede resultar incluso más caro que un Formentor e-Hybrid de 204 CV (38.000 euros) si aplicas las ayudas del Moves III. Por eso, será complicado encontrar un 1.5 TSI DSG por la calle, lo cual es una pena...

Nuestro veredicto

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Etiquetas: SUV, Motor, SUV deportivo