Prueba del Fiat 500X Sport: el deportista de la familia
Alfredo Rueda
Nada menos que 500.000 unidades se han vendido ya del Fiat 500X desde que se comenzó a comercializar hace ya cinco años. Y ahora que la marca italiana ha detectado que los crossover deportivos tienen una superior demanda, no ha querido dejar pasar la ocasión de hacerse con un trozo del pastel con el nuevo Fiat 500X Sport, que completa la terna compuesta por el Fiat 500X Urban y el Fiat 500X Cross
¿De verdad es tan deportivo?
A ver, si lo comparamos con un Fiat 500X Urban sí… pero si lo comparamos con un Porsche 911, pues… no. Aún así, hay que reconocer el esfuerzo de la marca italiana en deportivizar este crossover. Y no lo ha hecho nada mal porque, para empezar, ha disminuido su altura libre al suelo en 13 mm respecto a sus hermanos.
Además, ha revisado la dirección para hacerla más directa, precisa y reactiva, al igual que la suspensión, en la que ha modificado el ajuste de los amortiguadores para aumentar en firmeza. Todo esto, según la marca, se traduce en un aumento en su aceleración lateral en un 8% y una disminución en el subviraje y en el sobreviraje del 25 y del 17% respectivamente.
Estéticamente se nota diferente
Así es, porque se han modificado los paragolpes, tanto el delantero como el trasero. Y esto, junto a unas llantas de nuevo diseño de 19 pulgadas o una salida de escape doble cromada pues… quieras que no, le hace ser más atlético a la vista. Por cierto… el color rojo es exclusivo para esta versión y queda muy vivo y bonito en directo… pero casi me gusta más su nombre: ‘Rojo Seduzzione’. Si le pones acento italiano al decirlo, ya… lo bordas.
Hablando de bordados, en rojo y a mano en el volante que, por cierto, también se ha achatado por abajo para darle cierto toque deportivo. Este Fiat 500X Sport también muestra otros detalles, como varios elementos en rojo, un pomo del cambio de aluminio o algunos más en opción como recubrimientos de Alcántara para el volante o la visera del cuadro de instrumentos.
Dos mecánicas y dos cambios
Si todo esto te ha resultado atractivo, su precio lo hará más. Claro que hablamos de un precio incluidos todos los descuentos, pero son 17.000 euros… muy interesantes. Eso sí, este precio se refiere a la versión básica, con motor FireFly 1.0 de 120 CV y caja de cambios manual de seis velocidades o, en opción, automática CVT. Por encima se sitúa el FireFly Turbo 1.3 de 150 CV con cambio automático de doble embrague DCT de seis velocidades.
Y este último es el que he tenido la oportunidad de probar en las cercanías de Florencia, en Italia. Lástima que no hayan sido muchos kilómetros (unos 40), pero ya he podido comprobar el superior dinamismo que demuestra este Fiat 500X Sport respecto a sus hermanos. No solo por ese centro de gravedad más verano al suelo. También ayudan mucho la suspensión y la dirección, aunque la primera me ha gustado menos, ya que en carreteras algo rotas, como estas de la Toscana, deja transmitir muchas ‘roturas’ al interior y hay momentos en los que resulta algo seca. Eso sí, si el asfalto mejora y aparecen las curvas, el aplomo que demuestra es muy digno, al nivel de cualquier turismo medio.
La mecánica 1.3 estira muy bien y la única pega que le he encontrado es su caja de cambios automática que, a pesar de ser de doble embrague, resulta algo perezosa a la hora de subir marchas y algo más a la hora de bajarlas para recuperar velocidad. Aunque no es nada preocupante y esta sensación se mitiga mucho si optas por montar las disponibles levas tras el volante.
En definitiva, el Fiat 500X Sport mejora mucho la gama, tanto a nivel dinámico como estético, con un precio, además, de lo más ‘seductor’.
Nuestro veredicto