Prueba Lamborghini Huracán RWD: ¡bienvenidos sean los deslices!

¿Más lento y más barato significa peor?

La prueba del Lamborghini Huracán RWD viene a romper estereotipos. ¿Esperabas un Lamborghini más caro y más rápido? Pues no, vamos a hablar de uno más lento y más barato y aunque te parezca una locura, es algo en lo que la marca italiana tiene experiencia cuando hablamos de coches deportivos

Es decir, es uno de esos coches deportivos que no persiguen que sea más rápido en la pista, sino más divertido. Por supuesto, puede que no encuentres diversión en el sobreviraje… especialmente si ocurre en una rotonda mojada rodeada de camiones. Entonces desearás tener tracción a las cuatro ruedas.

No te pierdas: ¿Tendría sentido un Lamborghini Espada en la actualidad?

Porque en 2009 lanzó el Gallardo LP550-2 Balboni, el primer tracción trasera desde el Diablo SV de 1995, con el mismo concepto. Era menos potente, tardaba diez décimas más en acelerar, también era unos cuantos kilos más ligero… y más barato. Suerte quien lograra comprar uno de los 250, porque hoy en día su precio todavía supera los 110.000 euros. 

Pero aquí hemos venido a hablar del Lamborghini Huracán RWD, que no es más que un ‘facelift’ del antiguo LP580-2, con un diseño frontal sutilmente diferente al coche al que reemplaza, y más potente.

Prueba Lamborghini Huracán RWD

30 CV más potente, para ser exactos, para un total de 610 CV. Es además 0,1 segundos más rápido en el 0 a 100 km/h (3,3 segundos) y 4 km/h más rápido (su velocidad máxima alcanza los 325 km/h). Sí, es más lento que un Huracán Evo (que solo necesita 2,9 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado… pero en los coches de tracción trasera de Lamborghini estas estadísticas no importan. 

Porque al prescindir de los ejes de transmisión delanteros y otros accesorios, su peso se reduce en 33 kg y la distribución de pesos cambia ligeramente; es decir, el eje trasero empieza a recibir un 60% en lugar del 57%. 

Además, Lamborghini ha suavizado la suspensión: amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras son alrededor de un 10% más suaves en la parte frontal y en la trasera, casi la mitad. Y estos cambios tienen un objetivo único: hacer que la trasera de este Lamborghini Huracán RWD sea más juguetona. 

Prueba Lamborghini Huracán RWD

Es decir, no persiguen que sea más rápido en la pista, sino más divertido. Por supuesto, puede que no encuentres diversión en el sobreviraje… especialmente si ocurre en una rotonda mojada rodeada de camiones. Entonces desearás tener tracción a las cuatro ruedas. 

Lamborghini Huracán RWD: quiere jugar contigo

Entonces, ¿cuál es su cometido? ¿Simplemente un juguete para hacer drift? Bueno, es una forma de verlo. Pero esto también trae otras ventajas: facilita las transiciones de peso y mejora la calidad del viaje. Por tanto, no solo es más fácil de cruzar, sino también más cómodo. Nos hubiera gustado probar esto en carretera, pero ya sabes, el mundo está teniendo algunos problemas muy serios últimamente y uno de los efectos colaterales es que la documentación de este coche estaba atrapada en Italia…

Por tanto, al Lamborghini Huracán RWD solo pudimos conducirlo en un circuito y lo único que puedo decirte sobre el viaje es que se desenvuelve muy bien en las curvas. Quizá no es tan controlable y juguetón como un Ferrari 488 y no tiene el sofisticado software ‘Side Slip Control’, pero se acerca bastante. 

Prueba Lamborghini Huracán RWD

El agarre en giros es enorme y solo cuando los neumáticos se calientan mucho empiezas a notar subviraje y al ESP trabajando duro (Lamborghini afirma que ha sido recalibrado, pero aún llega tarde y funciona de manera muy simple). Llego a este punto en modo Corsa, con los parámetros de tracción más flojos, y hay que tener cuidado: puede cambiar de substraje a sobreviraje de manera rápida y dramática.

No hay una respuesta muy natural de la dirección, por culpa de la relación variable, pero hay un buen bloqueo que te ayuda a estabilizarlo rápidamente. Parte de este problema bien también de la posición de conducción; en el Lamborghini Huracán, al igual que en el Audi R8, te sientas demasiado alto y los pedales están bastante lejos, así como el volante. 

¿Tiene el Lamborghini Huracán RWD de esta prueba la clave para convencernos?

A pesar de todo, es un coche muy equilibrado. El frontal y la trasera tienen muy buena comunicación entre sí y debido a que hay algo de balanceo, tienes la impresión de saber donde están los límites y que puedes buscarle las cosquillas. Parece, si no benigno, al menos amigable. Pero luego recuerdas que el amigo que está bromeando en realidad es un tipo grande con mal genio. 

Vale, quizá 610 CV no parezcan tan amenazantes hoy en día. Pero cuando proceden de un V10 y tienes que controlarlos a través de un pedal que convierte cada contracción de tu dedo meñique en 1.000 rpm adicionales, aprendes a ser cauto. Por cierto, no se puede cambiar la configuración para los modos Strada, Sport y Corsa individualmente. 

Cuadro digital del Lamborghini Huracán RWD.
Cuadro digital del Lamborghini Huracán RWD.

Si lo comparamos con el Balboni, el Lamborghini Huracán RWD de esta prueba es mucho más blando; como coche de carretera, siempre que no te dejes llevar por la emoción será bastante convincente. Suena fabuloso, empuja con fuerza -es impresionante por encima de las 5.000 rpm pero a partir de ahí y hasta las 8.500 rpm, es cuando realmente acelera su paso-; la caja de cambios de siete velocidades puede mantener el ritmo y presenta transiciones más suaves y los frenos se sienten más potentes y tranquilizadores. 

Es evidente que la calidad de los amortiguadores es suficientemente buena para hacerme pensar que encontraría un equilibrio decente de comodidad en carreteras difíciles y bacheadas y personalmente, me gusta no tener que estar gestionando tanta potencia todo el rato. Lo que hace realmente emocionante a un coche es que te permita obtener emoción a velocidades bajas. Para mí, este es el mejor Huracán de carretera que fabrican. Sí, mejor que un Performante. 

Nuestro veredicto

8