Prueba Mini Cooper S E Countryman All4: un presumido silencioso

Javier Leceta

El coqueto Countryman se convierte ahora en el primer modelo híbrido enchufable de la marca. Pijo y silencioso. ¿Te mola?

Lo reconozco, me apetecía especialmente realizar esta prueba del Mini Cooper S E Countryman All4. Los modelos de la marca me despiertan una especial simpatía, por su espíritu cool y por su tacto al volante. Y si encima es capaz de circular en modo eléctrico... Demasiados alicientes para no viajar a Barcelona y conocer en directo el primer Mini híbrido enchufable (plug-in) de la historia. Saldrá a la venta el próximo 24 de junio, y tendrá un precio de 37.600 euros, el mismo que el del Cooper SD Countryman All4 Automático. Sin duda uno de los coches nuevos de 2017 que más llaman la atención.

Pero, ¿como pretende hacer ruido este Mini Cooper S E Countryman All4 si es híbrido? Con su estética agraciada y con una nada despreciable potencia total de 224 CV (165 kW) y un par combinado de 385 Nm que obtiene de sus dos motores, de combustión y eléctrico síncrono. La tecnología deriva del la versión del BMW X1 como coche híbrido, disponilbe solo en China. El primero se lo ha robado al Cooper: se trata de un 1.5 tricilíndrico gasolinaTwinPower Turbo de 136 CV y 220 Nm que tira solo de las ruedas delanteras gracias a un cambio automático Steptronic de 6 velocidades. De las posteriores ya se encarga en bloque eléctrico made in Mini de 65 kW/88 CV y 165 Nm. Ah, un dato importante: los desarrollos -cortos- del primer Mini híbrido han sido optimizados para su uso en ciudad. Este es el motivo de que, pese a sus 224 CV, no sea el más veloz de la autopista: solo alcanza los 198 km/h, muy poco si tienes previsto viajar con él por Alemania.

Prueba Mini Cooper S E Countryman All4 (lateral)

Pero bueno, es que la ciudad debe ser el territorio preferido del Mini Cooper S E Countryman All4 de esta prueba. Aquí es donde explota la magia que esconde bajo su carrocería. Un sistema híbrido que es capaz de circular en modo completamente eléctrico hasta 42 kilómetros y que incluye tres modos de conducción para sacar el máximo provecho de sus motores (más adelante te cuento de qué va este rollo). Otros datos importantes además de su carácter silencioso: acelera de 0 a 100 en 6,8 segundos y solo necesita una botella de Coca Cola grande (2,1 litros) para recorrer 100 kilómetros. Ojo, que la botella esté llena de gasolina por favor... Las emisiones, unos ridículos 49 g/km.

Ah, un detallito importante que no te he contado aún: el 'All4' significa que el todocamino inglés cuenta con tracción integral. De ello se encarga un sistema eléctrico inteligente que gestiona sus dos motores y que transfiere la potencia a la ruedas en función de las condiciones de adherencia, el terreno, etc. Todo ello se realiza a través de la unidad de mando del control de estabilidad (DSC).

Prueba del Mini Cooper S E Countryman All4

Con su simple vistazo puede verse que el Cooper S E Countryman All4 no es el modelo normal: la toma de carga en el lado izquierdo delantero, las insignias 'E' y 'S' amarillas presentes en varios lugares de la carrocería, las llantas de aleación de 17 pulgadas Light Spoke y una sola salida de escape (el modelo normal tiene dos). En el interior, el botón de arranque también es de color amariilo. Además, hay un indicador de potencia. En la parte posterior, la banqueta se encuentra 3 centímetros elevada debido a que aloja debajo la batería del motor eléctrico. Se carga en 2:30 o 3:15 horas si se usa un wallbox o un enchufe normal, respectivamente. El depósito reduce su tamaño 15 litros hasta los 36, al igual que el maletero -45 litros más pequeño- (405 litros o 1.275 con los asientos abatidos).

Como equipamiento de serie de este Mini Cooper híbrido están el volante deportivo de tres radios, los faros direccionales y un sistema de entretenimiento con pantalla central de 6,5 pulgadas que, entre otras cosas, muestra el estado de carga de la batería y otros datos del sistema híbrido.

Prueba Mini Cooper S E Countryman All4 (interior)

Pero vale ya de tantos datos: es la hora de probar el Mini Cooper S E Countryman All4. Lo primero, la postura de conducción es buena. Tras arrancar el motor, no escucho nada... Lógico, es el motor eléctrico el que se encarga de ello. En cuanto pataleo el pedal del acelerador me doy cuenta de que la entrega de potencia es inmediata (una cosa que me encanta de las mecánicas eléctricas). Este punch se agradece especialmente en los semáforos, donde puedes marcarte salidas tipo F1, y para circular con agilidad entre el tráfico urbano. Ahí, el Cooper S E Countryman se mueve como pez en el agua.

Jugando con el interruptor eDrive puedo elegir los tres modos de conducción disponibles. El Auto eDrive mueve al coche de forma eléctrica hasta los 80 km/h (salvo que necesite potencia extra -ahí aparece el apoyo del motor de combustión- o la batería se encuentre por debajo del 7%). En este modo 100% eléctrico, el coche se desplaza con suavidad y de forma completamente silenciosa. A partir de esa velocidad entra en funcionamiento el motor de combustión, aunque lo hace de forma nada intrusiva.

Pero con este Mini también puedes ir a lo loco en modo cero emisiones (concretamente hasta unos vertiginosos 125 km/h). Para ello debes seleccionar la función Max eDrive. Solo entra en funcionamiento el motor térmico si vas más rápido o demandas demasiada potencia. Aunque ojo, debido a la autonomía limitada de la batería -que se reduce si haces uso del climatizador-, en muchas ocasiones acaba actuando.

Por último, el modo de conducción Save Battery -curioso el nombre porque no tiene casi nada que ver- utiliza el motor de combustión para preservar el nivel de la batería o para aumentar su carga hasta el 90%. Pero cuidado, este modo está indicado para preparar la batería y utilizar el motor eléctrico en ciudad, pero sin embargo tiene un gasto energético mayor mientras realiza la carga.

Prueba Mini Cooper S E Countryman All4 (toma de carga)

En cuanto al comportamiento dinámico, el Mini híbrido ofrece el típico tacto de la marca que, a mi, especialmente, me gusta. Con un puntito de dureza -nada molesta-, ofrece sensaciones agradables en todo tipo de carreteras. Durante esta prueba del Mini Cooper S E Countryman All4 pude comprobar cómo se comporta en varios puertos: transmite aplomo y confianza en las curvas -ojo, que tampoco es el rey de la montaña con su tamaño y peso-. El cambio automático funciona bien, aunque un pequeño vacío entre la segunda y la tercera hace que en ocasiones se quede un poco en terreno de nadie y tengas que reducir más de la cuenta. No obstante, en términos generales el coche tiene un tacto agradable e incluso algo divertido si lo exprimes un poco.

Conclusión: si quieres un coche de aire modernito, llamativo estéticamente y encima poco gastón, puede ser una alternativa interesante entre los SUV que llegan en 2017. Pero recuerda, el mejor terreno para un híbrido como éste es la ciudad, y siempre vigilando el uso que haces del acelerador. Así podrás conseguir unos consumos realmente pequeños.

Nuestro veredicto

0.8