Prueba del Mini John Cooper Works Countryman: deportividad para toda la familia

Prueba del Mini John Cooper Works Countryman

Probamos el nuevo Mini John Cooper Works Countryman, la versión más deportiva y purista del SUV de la firma de origen británico. ¿Mantiene la emoción de conducción o no es para tanto?

¿Qué se siente al probar el Mini John Cooper Works Countryman? Hablamos de la versión más radical del SUV de Mini, que recientemente se ha actualizado en todos los aspectos al estrenar una generación más electrificada. Sin embargo, aquí no hay electrificación, sino un objetivo de pasarlo bien al volante con un motor de gasolina.

Como sabrás, John Cooper Works es el apellido que llevan los modelos deportivos de la firma de origen británico, así que este es el Mini Countryman más agresivo que puedes encontrar en estos momentos. Eso sí, esto es algo que salta a la vista.

La reciente actualización de este modelo se caracteriza por un mayor tamaño y por un diseño más anguloso, así como por detalles como una firma lumínica LED que puede presentar varios diseños. Esto es común en toda la gama, pero la configuración más prestacional agrega ingredientes de lo más interesantes a la receta.

Por encima de una apariencia que ya llama la atención de por sí, el diseño del John Cooper Works Countryman destaca por los toques en rojo en zonas como las carcasas de los espejos, molduras y el techo. Asimismo, hay paragolpes más agresivos y en la zaga se pueden apreciar cuatro salidas de escape que dejan entrever el carácter de esta versión.

Junto a esto, hay otros elementos que llaman la atención, como la parrilla con el patrón de una bandera de cuadros. Un diseño similar se puede ver en las llantas bitono de 20 pulgadas, que aparecen envueltas en unos neumáticos Pirelli PZero.

Con todo esto, el exterior se diferencia claramente del resto de la gama y lo mismo sucede en el interior, donde se colocan toques en rojo en zonas como la superficie textil del salpicadero o las costuras. Gracias a estos y a otros detalles, se aporta una atmósfera más deportiva a un interior realmente minimalista.

Aquí dentro casi todo funciona en torno a la pantalla central OLED con diseño circular que hace de cuadro de instrumentos y pantalla de infoentretenimiento. Se ve bien y funciona adecuadamente, aunque requiere de un breve proceso de adaptación. Eso sí, no es incómodo tener elementos como el cuadro de instrumentos aquí gracias al Head-Up Display.

Lo que no es tan cómodo, por otra parte, es que el climatizador solo se maneje desde la pantalla, ya que apenas hay botones aquí dentro. Los hay en el volante y también debajo de la pantalla para funciones como el selector de marchas, el volumen o el arranque. Este último mando es giratorio e imita a una llave, lo que me parece muy original.

Además de esto, otro de los mandos sirve para navegar entre los MINI Experience Modes, modos que no solo son de conducción, sino que también cambian el ambiente dentro del coche al modificar cuestiones como la iluminación o el sonido. Es algo similar a lo que ofrecen los nuevos BMW, en esencia.

Un motor de 300 CV para pasarlo bien

Para acompañar a su estética llamativa, el motor del Mini John Cooper Works Countryman es un cuatro cilindros TwinPower Turbo que promete un buen rendimiento gracias a sus 300 CV y 400 Nm de par. Se acompaña de un cambio automático de siete marchas y de un sistema de tracción a las cuatro ruedas.

Es de esta manera como este modelo firma una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos sobre el papel, mientras que su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Mientras tanto, el consumo WLTP se sitúa en torno a unos 8 litros a los 100 km.

¿Es tan emocionante de conducir como promete?

Prueba del Mini John Cooper Works Countryman

Con todo lo dicho en mente, parece que este será un coche emocionante y lo cierto es que esa sensación se nota desde que arrancas el motor y te dispones a conducir el Mini John Cooper Works Countryman. De entrada, su tono se hace notar y es de lo más atractivo, especialmente acompañado de unos petardazos que se dejan oír incluso en conducción relajada.

En este escenario, de hecho, este es un coche que cumple bastante bien, ya que ofrece una buena comodidad. Los asientos recogen bien y la suspensión tiene un punto de firmeza, pero no llega a ser incómodo en recorridos convencionales, lo que es de agradecer. Lo único que puede cansar con el tiempo, eso sí, es el constante sonido del motor en el habitáculo.

Sea como fuere, esto es algo que se puede aceptar una vez que te dedicas a explorar las capacidades del Countryman más deportivo, que pueden llegar a sorprender. Especialmente si seleccionas el modo Go-Kart, puedes experimentar todo el carácter que puede ofrecer este modelo, ya que así varían diversos parámetros.

Por ejemplo, la dirección aumenta su dureza, aunque ya tenía un cierto toque bastante atractivo. Además, la relación del cambio varía para ofrecer un mayor rendimiento. Está muy conseguida, aunque también puedes optar por el modo manual, si bien no ofrece una respuesta tan rápida como debería.

Prueba del Mini John Cooper Works Countryman

Independientemente de esto, la experiencia al volante es verdaderamente divertida. El motor empuja con fuerza y el cambio actúa sin dudar en el modo automático, lo que es de agradecer. Mientras tanto, la firmeza de la suspensión ayuda a ofrecer una buena estabilidad en curvas, donde este SUV cumple mejor de lo esperado.

Gracias a su tracción a las cuatro ruedas y al agarre de sus neumáticos, el Mini JCW Countryman entra en las curvas con decisión y seguridad. También tiene que ver la rapidez de la dirección y la precisión que transmite, lo que te hace sentir más seguro. Y hablando de seguridad, los efectivos frenos con discos ventilados actúan con creces cuando lo necesitas.

Con todo, lo cierto es que este no parece ser un coche de 1.735 kg de peso, ya que se mueve con una agilidad realmente llamativa. Además, lo hace mientras transmite información suficiente al conductor, de manera que te sientes partícipe de lo que está sucediendo y no cae en la excesiva filtración que ofrecen algunos coches nuevos. El tacto me gusta, sin duda.

De esta forma, esta variante demuestra que todavía hay espacio para la diversión al volante y que se puede combinar con el espacio y versatilidad que se espera de un SUV. Puede que no tenga la radicalidad de un coche 100% enfocado al rendimiento, pero ofrece un equilibrio realmente bueno.

Prueba del Mini John Cooper Works Countryman

Precio y rivales

El precio del Mini John Cooper Works Countryman se sitúa en 59.400 euros en estos momentos, cifra que no dista mucho de la de sus rivales. También con 300 CV encontramos el Audi SQ2 por 57.890 euros o el Volkswagen T-Roc R por 58.935 euros, mientras que un Cupra Ateca VZ queda por unos 51.500 euros.

Así, hablamos de un coche bien situado en su segmento en términos de precio, aunque sea más caro que algunos rivales. Eso sí, también es un modelo que ofrece algo que no se encuentra en todos los casos: una personalidad muy marcada e inigualable.

Nuestro veredicto

8.5

Etiquetas: Motor, SUV deportivo