Esta prueba del Mitsubishi L200 2020 no es una prueba cualquiera. Bueno, sí, te voy a contar las novedades y las sensaciones que me ha transmitido. Pero para Mitsubishi es una prueba muy importante y seguro que se estudian al dedillo todo lo que aquí cuente, porque para ellos el nuevo Mitsubishi L200 es un modelo clave, ya que es el segundo que más venden en el mundo tras el Outlander. Quizás por eso se han tomado muy en serio su renovación. 

Su diseño cambia sustancialmente. Para mi gusto, a mejor. Antes el frontal parecía como tristón y ahora es tan poderoso y monta esos faros LED tan rasgados que parece uno de los protagonistas de la película Transformers. Esta imagen de la parte delantera es una evolución del lenguaje de diseño que Mitsubishi estrenó en 2016 con el Outlander y que denominan Dynamic Shield.

También hay cambios en las dimensiones y datos frikis para contar a tus amiguetes, como que el capó ahora está 40 milímetros más arriba, lo que refuerza esa impresión de coche robusto. Aunque lo que destaco por encima de estos centímetros extra aquí y allá (es 2 cm más largo) es que tiene ángulos de todoterreno puro, de los que ya no quedan, literalmente. Mitsubishi Europa ha debido pensar: "ya que dejamos de vender el Montero en estas latitudes, echamos toda la carne en el asador con el L200".

Apunta:

• Ángulo de ataque de 30º
• Ángulo ventral de 24º
• Ángulo de salida de 22º (la longitud de la caja lo condiciona)
• 45º de inclinación máxima lateral

¿Cuál es mejor? ¿Mitsubishi L200 o Renault Alaskan?

Motores del Mitsubishi L200

Bueno, más que motores, hay que decir motor, porque en esta sexta generación del Mitsubishi L200 solo hay disponible un 2.2 DI-D de 150 CV (antes era un 2.4 con dos escalas de potencia: 154 y 181 CV). Está unido a una caja manual de seis velocidades o a una automática de convertidor de par, también de seis marchas.

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Como ves, reduce ligeramente su potencia, ya que es un bloque de menor cilindrada que se adapta a las exigencias de la normativa Euro 6d-Temp, pero las prestaciones son similares y, sobre todo, mejora mucho mucho su eficiencia. No creo que esta sea la principal preocupación del comprador de este tipo de coches, pero nunca está demás... De hecho, tiene hasta Stop&Go de serie.

En marcha es un motor que se nota brioso y pese a que el pick-up japonés no es un peso pluma, porque en la báscula marca 1.895 kilos, esta nueva mecánica no tiene problemas para tirar de este peso. Eso es algo que he podido comprobar en esta prueba del nuevo L200. De hecho, incluso con la caja cargada. Eso sí, en sexta, si cae mucho de vueltas, le cuesta recuperar.

He conducido tanto el manual como el automático y te recomiendo claramente el automático. Es más suave, dosifica mejor la potencia, especialmente cuando engranas la reductora, y te ayuda incluso a mejorar el consumo, que según declara Mitsubishi es de 8,5 l/100 km.

Prueba del Mitsubishi L200 2020

Lo fundamental aquí sería hablar de la tracción 4WD-II, o sobre todo del nuevo modo Off Road, que se activa cuando en el selector 4WD eliges la posición 4LLc (reductora), presionando el botón que está abajo a la derecha. Ofrece distintas opciones: grava, barro/nieve, arena y rocas.

Pero lo que más sorprende de este coche es que no es un elefante inadaptado rodando en el asfalto, sino que se comporta casi como un turismo cualquiera. La culpa la tiene la nueva configuración de la suspensión, que tiene muelles más potentes y amortiguadores de mayor tamaño delante; y una sexta lámina añadida a las cinco con las que ya contaban antes las ballestas en el eje posterior. Así, se optimiza su capacidad de suspensión y la respuesta cuando la caja va cargada.

Me ha sorprendido su respuesta en curva al circular por carretera, ya que no muestra balanceos y te da confianza. Desde luego se nota que han reforzado el chasis, el vano motor y la caja para que ofrezca una mayor rigidez torsional.

He podido probar también el control de descenso de pendientes HDC. Y lo que no he podido catar es el bloqueo del diferencial trasero, que es una opción que solo va asociada a la versión M-Pro.

El radio de giro es de solo 5,9 metros, lo cuál está muy bien para un vehículo de este segmento (de hecho es el mejor valor del mercado), pero eso no quita para que maniobrar con el L200 sea una tarea apta para todos los públicos.

Interior y precios del L200 2020

Cuando te sientas en este nuevo L200 te das cuenta que la intención no es ofrecer un coche para trabajar refinado, sino un coche que sirva perfectamente para el día a día, para viajar o para trabajar. Mejora la calidad de los materiales la distribución de los elementos y, especialmente, la tecnología, que es similar a la que pueden ofrecer algunos SUV: cámara 360º, alerta de ángulo muerto, aviso de tráfico trasero, cambio involuntario de carril...

Una de las particularidades de este modelo es que tiene una amplia oferta de accesorios que puedes adquirir en el concesionario en el momento de la compra y que te permiten cubrir la caja trasera según tus necesidades: con tapa blanda, tapa enrollable, dura, elevable, cajón carrozado... Y también puedes añadir barras antivuelco, cajón para herramientas, anclajes específicos...

¿Y el precio? Aquí tienes toda la gama disponible:

• L200 C/C 220 DI-D M-PRO: 29.250 euros
• L200 D/C 220 DI-D M-PRO: 31.100 euros
• L200 D/C 220 DI-D 6AT M-PRO: 32.600 euros
• L200 C/C 220 DI-D 6AT MOTION: 36.100 euros
• L200 C/C 220 DI-D 6AT KAITEKI: 40.100 euros

Su gran rival es el Ford Ranger. Si quieres saber por qué quizás deberías leer este tema en el que destacamos 5 detalles del Ford Ranger que lo diferencian del resto de pick-up.

Como ves, le doy un 8 como nota final en esta prueba al Mitsubishi L200 2020. El motivo es que es uno de los mejores representantes de su segmento y, además, ha hecho un esfuerzo para ofrecer más confort en asfalto y tecnología de última generación para rivalizar incluso con modelos SUV grandes.