El barco que emite tanto como 100 millones de coches

El barco que emite como 100 millones de coches no es uno cualquiera, sino una embarcación de ensueño en la que muchos aspiran pasar alguna vez sus vacaciones mientras recorren el Mediterráneo. Sí, se trata de un crucero turístico y no solo uno, pues según un reciente informe de Transport & Environment, hay hasta 47 de estas embarcaciones entre los 203 cruceros que circulan al año por aguas de Europa.

En estos momentos, en Barcelona, Palma de Mallorca o Ibiza, hay atracado algún barco que emite tanto como 100 millones de coches tipo turismo. Al menos, en lo que a óxidos de azufre (SOx) se refiere. Esto se debe en gran medida a que emplean fuelóleo, un combustible muy barato -prácticamente no paga impuestos- y muy sucio -35.000 partes por millón de azufre frente a las 10 del diésel de camiones-. 

Por este motivo, la principal reclamación de Transport & Environment es que se creen Áreas de Control de Emisiones en el mar, donde se limite más el azufre empleado en el combustible (a 1.000 partes por millón). 
 

Barcos de 300 metros de largo con capacidad para 6.000 pasajeros

A partir de 2020, el contenido de azufre de este carburante bajará por ley un 80%, pero aún así las emisiones de SOx de los cruceros que llegan a puertos españoles seguirán siendo 17,7 veces más que las de todo el parque móvil de coches de España (casi 23 millones), según los datos de Transport & Environment. Si se compara la cantidad de NOx y de las partículas PM2.5 de estos cruceros, estas serían el 26% y el 15% de lo que emiten todos los turismos españoles respectivamente. 

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Así, estos cruceros producen más azufre que 100 millones de coches, pero también el mismo NOx que 34.000 turismos y tantas partículas PM2.5 que 20.058 automóviles. Desde luego, es uno de los indeseados efectos del turismo. En los gráficos que ves aquí y que provienen del mencionado estudio, puedes ver el impacto de estos barcos en cuanto a emisiones de SOx comparado con la flota de turismos de los cinco países más afectados por este fenómeno. También puedes consultar el informe completo de Transport & Environment aquí. 

La ruta de los cruceros turísticos europeos los hace pasar por España casi obligatoriamente

Barcelona y Palma de Mallorca se situarían en la cabeza de las ciudades europeas afectadas por las emisiones de los cruceros, por culpa no solo de su atractivo, sino también de su capacidad para absorber estas embarcaciones. La Ciudad Condal acogió en 2017 a 105 cruceros, mientras que Palma de Mallorca recibió 87.

Según Environment & Transport, Barcelona recibe de esta clase de tráfico 32.838 kg de SOx cada año, que son 4,82 veces la cantidad de óxidos de azufre que emiten todos los coches de la ciudad condal. En lo que a NOx se refiere, las emisiones locales de los cruceros que entran a Barcelona son de 729 kg al año, una cantidad que sería 'solo' el 28% la producida por todos los coches de la ciudad.

Las imágenes espaciales que detectan el NOx coinciden con los datos del estudio

La dosis de contaminación extra por los cruceros que se llevan los ciudadanos de Palma de Mallorca es de 28.011 kg de SOx (9,38 veces lo que emiten los turismos de la isla) y un 629.833 kg de NOx (un 56% más que el de los turismos de la ciudad). En la lista de 63 ciudades portuarias afectadas por este fenómeno cuantificado por Transport & Environment figuran muchas más españolas como Valencia, Puerto del Rosario, Cádiz, Las Palmas, Ibiza y Santa Cruz de Tenerife. 

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Santa Cruz de la Palma ocupa el último puesto en el ranking de extra de óxidos de nitrógeno a causa de los cruceros, pero es la que proporcionalmente se vería más afectada de todas, con un 281% extra (93.058 kg al año) sobre el de la flota de coches matriculados allí, 1.120. Sin embargo, el impacto en la calidad del aire quizá sea todavía más notable en localidades pequeñas con escasa población y un número bajo de vehículos. Este ese el caso por ejemplo de Arrecife, donde las emisiones de SOx de los cruceros multiplican por 29,5 las del tráfico de vehículos 

Las compañías navieras afirman que cumplen con las normas, que ya están restringiendo el azufre en el fuel oil de uso marino. Ya que en 2014 este bajó un 30% y a partir de 2020 lo hará otro 80%. Sin embargo, incluso entonces, su contenido multiplicará muchas veces el que se permite en la gasolina o el diésel para automóviles. Solo los 203 cruceros que rodean España al año están emitiendo este 2019 51,9 veces el óxido de azufre que los 22.877.000 turismos matriculados aquí. 

El azufre no solo produce lluvia ácida, sino que es uno de los  responsables de la acidificación de los océanos. En 2017, las emisiones totales de NOx de los cruceros fueron un 26% las de todos los coches españoles y las de partículas PM2,5, un 15% lo emitido por los turismos registrados por la DGT. Quizá, más que a las navieras, habría que preguntar a alguno de los cruceristas -este año habrá 30 millones de personas en todo el mundo que hagan un crucero y 11 millones de ellas pasarán por España- si saben que disfrutan de sus vacaciones a bordo de un barco que emite como millones de coches. 

Algunas ciudades como Southampton ya han dado la voz de alarma

Según un estudio basado en datos de análisis anteriores citado por The Guardian, el Harmony of the Seas, el segundo crucero más grande del mundo, a su paso por Southampton puede emitir cada día 450 kg de NOx y partículas. Y es que, con más de 300 metros de largo, 70 de alto y 18 cubiertas, un barco así necesita 5.200 litros de fuelóleo cada hora para funcionar. 

Las autoridades españolas, preocupadas, pero no alarmadas

En TOPGEAR.ES nos hemos puesto en contacto tanto con las autoridades de la Ciudad Condal como con los gestores del Puerto de Barcelona. En una situación de interinidad las primeras por el cambio de mandato, ninguno de los responsables municipales ha querido mojarse en el asunto de la contaminación de los cruceros. 

“En el puerto no hay habitantes, y el propio puerto tiene su autoridad y una serie de medidas para electrificar y mejorar la zona, además de sus propios planes de anti contaminación. Tanto el puerto como el aeropuerto son fuentes contaminantes y en todas las reuniones que tenemos con Fomento, les exigimos medidas”, se descargan desde el Ayuntamiento de Barcelona. 

España es de largo el país más afectado de Europa por este fenómeno

Desde el área técnica de Movilidad Sostenible de la Barcelona son un poco más concretos: “En el caso del área metropolitana, el principal problema son los óxidos de nitrógeno en dos estaciones, y estas están vinculas al tráfico de coches. El 80% de los NOx está causado ahí por el tráfico rodado. Hemos hecho análisis y sabemos el impacto del transporte marítimo, y no solo el de cruceros. Sin embargo, los datos que se se han recogido alrededor del puerto nos indican que la afectación es importante, pero no tan alta”. 

Apuntan a que el motivo por el que las emisiones de los cruceros no alcanza de lleno Barcelona es que “allí la dispersión es mucho mayor, en términos de calidad del aire, no parece una emergencia. Sin embargo, en términos globales, es evidente que los datos son muy reveladores y se debería actuar. Nuestros sondeos en el entorno portuario miden una afectación relativamente limitada. Al final de las zonas urbanas más próximas, cuando el aire entra desde el mar, sí se detecta la influencia del puerto, pero según nuestros datos, lo que vemos es que es un problema, pero no tiene incidencia en los episodios de alta contaminación que registramos”. 

Lo que está claro es que es un problema en crecimiento, 12 nuevos cruceros están en construcción este año -solo dos de ellos usarán gas en lugar de fuelóil-. Según la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA), casi todas las operadoras piensan doblar o incrementar en un 50% sus flotas en los próximos 5 años. Así que, si tienes pensado subirte a uno, una recomendación: pide un camarote lo más lejos posible de las chimeneas.