Tiempos de carga, capacidad de la batería, autonomía, el encarecimiento de las baterías de litio porque hay poco...Y así, a cuentagotas, van llegando trabas al vehículo eléctrico. Por eso, BMW, como ya sucede con otras marcas como Toyota, tiene la alternativa al coche eléctrico: el X5 Hydrogen, del que te hablamos hace unos días.

Este SUV de lujo supone un punto de inflexión para la marca alemana, puesto que apuesta por un combustible que va ganando adeptos en el universo automotriz y en la metamorfosis hacia energías limpias y renovables. Hay que tener en cuenta la grave crisis energética que vive Europa, sobre todo con el petróleo, con lo que apostar por el hidrógeno puede ser la solución.

Otra alternativa al coche eléctrico: el Toyota Yaris GR de hidrógeno

Ya lo dijo el pasado mes de febrero el presidente del Grupo BMW, Oliver Zipse. El mandatario aseguró con rotundidad que "en esta década habrá un producto viable de BMW con hidrógeno. Lo veréis”. Y el X5 Hydrogen apunta maneras.  “Creemos en el hidrógeno por muchas razones. Si quieres viajar sin emisiones y no tienes una estación de carga, esta es la única posibilidad que tenemos", añadió.

El SUV de la compañía de Múnich llegará en series cortas a finales de este año y principios del 2023, si bien se construirán a modo de prueba, ya que el definitivo se espera para 2025. El modelo FCEV (Fuel Cell Electric Vehicle) o coche con pila de hidrógeno emite vapor de agua, con lo que se consigue reducir considerablemente el impacto en el medio ambiente.

Si quieres ser una alternativa al vehículo eléctrico necesitas las mejores prestaciones y este vehículo las va a tener. Su pila de combustible puede generar energía eléctrica equivalente a una potencia de 170 CV, que envía a un motor eléctrico trasero de 286 CV, por lo que dispone de tracción total xDrive. En suma, el sistema arroja una potencia máxima total de 374 CV.

Para los neófitos del tema, comentaremos que la pila de combustible se alimenta de dos tanques que almacenan el hidrógeno a alta presión colocados en el espacio del túnel de transmisión. Con solo seis kilogramos del elemento químico, el fabricante apunta a una autonomía máxima de 600 kilómetros.

El primer BMW de hidrógeno podría tener el respaldo del gobierno alemán, puesto que en ese país ya hay, desde 2020, una Estrategia Nacional del Hidrógeno. Además, Alemania no sólo es uno de los países con más hidrogeneras del planeta y el líder absoluto en Europa (hay abiertas 94, según la web H2live), sino que su industria está apostando por el hidrógeno como energía sostenible.