Fisker está reparando los coches en garantía con piezas de su "cementerio" de vehículos

Fisker Ocean

Gustavo López Sirvent

Los problemas crecen en la compañía americana que, tras los graves problemas económicos que está teniendo, las cancelaciones de reservas y romper las negociaciones con Nissan, se le suma que hay clientes a los que se les está reparando sus vehículos con piezas de modelos de prueba de preproducción y coches devueltos por clientes, presuntamente.

Cuesta abajo y sin frenos. Así se puede describir la situación actual de Fisker. Paró la producción de su único modelo y las negociaciones con Nissan para su compra se rompieron. Está casi en bancarrota y además, ha añadido otro inconveniente más: la cancelación de más de 40.000 reservas (de las 70.000 que tenía), según se hicieron eco nuestros compañeros de Business Insider.

Si esto no fuera suficiente, la puntilla ha llegado con la reparación de los coches en garantía. Los empleados de Fisker han estado retirando piezas de vehículos de preproducción y del inventario existente para reparar los coches de algunos clientes, según dijeron a BI varias personas familiarizadas con el problema. En la firma californiana desmienten este extremo.

"No se han extraído piezas de estos vehículos para su uso en los coches de los clientes", dijo el portavoz, añadiendo que es posible que se hayan extraído piezas de vehículos de ingeniería "para análisis o para modernizar otros vehículos de ingeniería, pero nunca de vehículos de clientes", argumentó el representante de la compañía.

Como contestación a una acumulación de solicitudes de servicio al cliente y a la escasez de piezas disponibles, los técnicos de Fisker han retirado piezas de lo que algunos han llamado "automóviles donantes", que incluyen modelos de preproducción y producción del Fisker Ocean que se encuentran en las instalaciones de la compañía en La Palma, California. 

Y es que ese modelo, el Ocean, ha sido objeto de muchas quejas de los clientes sobre la calidad, aparte de la seguridad, ya que la NHTSA está investigando peligros de seguridad asociados con el vehículo. 

Los problemas de montaje han provocado un largo retraso en el servicio por la escasez de piezas, lo que supuestamente ha llevado a Fisker a empezar a desarmar coches. Tres empleados actuales y cinco ex trabajadores de Fisker corroboraron esta información, siempre bajo el paraguas del anonimato.

Desde fuentes internas de Fisker, se apunta que el "cementerio" es un sitio donde almacena una mezcla de vehículos de prueba de preproducción y coches devueltos por clientes. También se comenta que el inventario no vendido es una fuente de algunas piezas como manijas de puertas, parabrisas, módulos de control de la carrocería y neumáticos. 

Lo que se dice desde la empresa estadounidense es que han estado buscando repuestos en estos automóviles desde junio de 2023, cuando comenzaron las entregas y ha dependido de ellos para las reparaciones en los últimos meses. Algunos datos señalan que hasta el 15 por ciento de los vehículos eléctricos reparados proceden del citado "cementerio".

Igualmente, los atajos en el trabajo de garantía podrían ser el menor de los problemas de los propietarios de Fisker si la empresa no logra encontrar un comprador. Conseguir reparaciones podría volverse imposible si la empresa cae en el pozo de las deudas, ya que sus suministros de repuestos probablemente se agotarían en poco tiempo.

La mejor esperanza de los propietarios de la firma americana en este momento parecería ser que se compre la empresa (o sus activos). Y eso está todavía por ver porque la deuda generada es muy grande.

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