La marca de coches eléctricos Fisker está a un paso de la bancarrota
En los últimos ocho meses, la marca de coches eléctricos Fisker ha pasado de lanzar un espectacular SUV y anunciar otros tres modelos más a estar al borde de la bancarrota. El fabricante debe afrontar el pago de una deuda pendiente.
Los últimos ocho meses han sido una auténtica montaña rusa para la marca de coches eléctricos Fisker y ahora está a un paso de la bancarrota. En agosto del año pasado lanzó al mercado el Ocean y desveló otros tres nuevos modelos que llegarían más adelante, el Pear, el Alaska y el Ronin. Parecía que la compañía marchaba bien.
Incluso, el fundador Henrik Fisker llegó a asegurar que el Fisker Alaska estaría disponible en diciembre de este mismo año. Sin embargo, pronto las cosas empezaron a torcerse para la marca de coches eléctricos con sede en California. Primero, con el informe de resultados del cuarto trimestre de 2023, en el que la marca reveló "dudas sustanciales sobre su capacidad para continuar", tras analizar su situación financiera.
Fisker dijo que estaba en conversaciones con un "importante fabricante de automóviles" para una inyección de capital que podría mantener el plan de la compañía. Dicho fabricante era, según Automotive News, Nissan, con el que Fisker estaba negociando la construcción del puck-up eléctrico Alaska.
Fisker, al borde de la bancarrota
Pero, tal y como recoge la CNBC, esas negociaciones se han roto y Fisker se ha quedado sin socio, lo que significa que también ha perdido el tan necesario impulso inversor.
El Fisker Alaska podría ser una alternativa muy interesante a modelos como el Rivian R1T, el Ford F-150 Lightning y el recién llegado Tesla Cybertruck, si fijara un precio competitivo.
Si la marca de coches eléctricos consiguiera la financiación necesaria para cumplir sus objetivos de producción del Alaska, podría dar un giro de 180 grados a su situación, aunque para ello tendría que solucionar primero su estrategia de ventas directas para despejar el importante stock no entregado.
Por ello, Fisker detuvo la producción durante seis semanas para centrarse en la venta de las existencias de modelos restantes con el fin de mitigar nuevas pérdidas financieras, pero es posible que el daño ya esté hecho.
Situación grave
La Bolsa de Nueva York detuvo la cotización de las acciones de Fisker debido a su precio "anormalmente bajo". En el momento de redactar este artículo, las acciones de Fisker cotizan a sólo 0,020 dólares por título.
Actualmente, el fabricante de automóviles eléctricos está pendiente de pagar 8,6 millones de dólares de intereses que aplazó mientras estaba en negociaciones para la inversión de un socio.
Ahora que sabemos que esas negociaciones fracasaron, no está claro cómo la empresa planea saldar esa deuda. Fisker aún no se ha declarado oficialmente en bancarrota, pero parece que la situación es grave.