¿Habrá baterías para todos los coches eléctricos?

MG4 eléctrico (3)

Gustavo López Sirvent

A eso hay que añadir las materias primas y los puntos de recarga...

Con el auge de los vehículos eléctricos y las prisas por comercializarlos, algunos no han caído en la cuenta de que esa celeridad puede traer graves consecuencias en forma de que se agoten las 'pilas'. Ante tal disyuntiva, nos preguntamos ¿habrá baterías suficientes como para nutrir a todos los coches eléctricos del mercado?

La realidad pasa por la falta de baterías, de puntos de carga eléctricos, de eficiencia y sostenibilidad en la producción de coches eléctricos y en la prohibición de los vehículos de combustión interna para el año 2035. Es decir, la UE ha decidido prohibir la venta de coches de diésel o gasolina para dentro de 13 años, pero sin tener una alternativa clara, fiable y realista sobre el tema.

La consultora Benchmark Mineral Intelligence ha realizado un estudio en el que refleja que el Viejo Continente tiene un déficit de 66 GWh en la producción de baterías para sus coches eléctricos. Pero este gran agujero, lejos de solucionarse, será de 270 GWh en 2030. Además, Europa demandará un 600% más de baterías eléctricas en los próximos ocho años, pero no hay oferta suficiente.

Otro añadido es: ¿si no hay cantidad, cómo va a haber calidad? Es decir, ¿qué pasará con las baterías de largas autonomías que tanto se están promocionando ahora? La solución en Europa se atisba realmente complicada y quizá la respuesta esté en los mercados asiáticos y estadounidenses, donde hay una mayor organización en su producción.

¿Y qué pasa con las redes de suministro?

Los problemas no solo tienen que ver con la producción de baterías eléctricas. ¿Hemos pensado qué pasa con las redes de suministro? Extraer litio o níquel es caro y hay otros sectores que también reclaman los productos, algo que ha hecho que algunos fabricantes se asocien directamente con empresas de la minería. 

Pero existe otro gran problema llamado China. Uno de los componentes de las baterías se extrae de las tierras raras, de las que el país asiático posee el 80% y quiere explotarlo para la producción de baterías propias para sus empresas automovilísticas.

Y otro dato más y acabamos. Aparte de los problemas de suministro y de materias primas hay otro más, el de los puntos de recarga. Todos los países, sin excepción, van por detrás en los objetivos de instalar puntos de carga por sus carreteras. 

La consecuencia de todo esto puede ser desastrosa. Si combinamos esos puntos que acabamos de argumentar, podemos tener una gran crisis en la oferta de automóviles y unos precios desorbitados de los mismos en los próximos años. Tiempo al tiempo...

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