¿Qué es mejor, rápido o potente? Audi lo tiene claro...

Audi e-tron

Hay que interiorizar nuevos conceptos

¿Rápido o potente? ¡Qué preguntas! ¿No? Si se pueden tener las dos cosas, ¿por qué renunciar a una? Lo que pasa es que los tiempos han cambiado y como dice Audi, ahora hablamos a menudo en otros términos, en especial cuando nos referimos al coche eléctrico

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Porque la forma de conducir con ellos es distinta y entran en juego factores como la energía disponible y la forma de recuperarla. Precisamente, uno de los aspectos que más nos preocupan a la hora de conducir un eléctrico es la recarga de sus baterías. 

Y es que, si vamos a usarlo en el día a día, es importante conocer bien cómo funcionan, dónde vamos a poder recargarlas y cuánto tiempo necesitan para volver a estar al 100%. Pero tener en nuestro poder todos estos datos a menudo genera grandes dudas. 

Audi e-tron 2020 mayor autonomía

Sin embargo, tomando como ejemplo el Audi e-tron 55, podemos despejarlas de una forma relativamente sencilla. Este coche eléctrico de Audi permite altas velocidades de recarga, al poder cargarse la batería con una potencia de hasta 150 kW durante una gran parte del proceso. 

Es decir, tenemos rapidez y potencia jugando a nuestro favor, ¿no?. Vale, sí, pero, ¿hay alguna que tenga más peso que la otra? Sí, o al menos que sea más determinante. A la hora de comprar un coche eléctrico, es importante fijarse en la alta velocidad de recarga (kWh/minutos de recarga) durante todo el proceso y ahora verás por qué. 

La progresividad es clave

Es posible que si vas a comprar un coche eléctrico, te fijes en la potencia de carga máxima superior -potente es siempre atractivo- pero es importante saber que es muy importante que la batería admita un alto consumo de corriente eléctrica durante una gran parte del procedimiento de carga. 

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¿Recuerdas ese dicho popular de "lo que rápido sube, rápido baja"? Pues más o menos es así. Algunos coches eléctricos recargan con la máxima potencia durante un período corto y después reducen esa potencia de carga antes de tiempo y a su vez, baja la velocidad de la recarga.

Es decir, que consiguen un alto rendimiento durante un periodo de tiempo muy corto, pero lo reducen antes de alcanzar el 70%, lo cual requerirá mayor tiempo y paradas anticipadas al, probablemente, no recuperarse toda la autonomía antes de desconectarlo de la red de carga. Volviendo al ejemplo del Audi e-tron 55, la recarga en el sistema de carga rápida (HPC) es más progresiva debido a la gestión térmica de la batería de iones de litio.

Es decir, es capaz de cargar entre el 5% y el 70% a máxima potencia (150 kW): en tiempo, esto supone 10 minutos para conseguir unos 110 km de autonomía, 20 minutos para 220 km y 30 minutos para tener el 80% (330 km); el 100% de su batería estaría listo en torno a 45 minutos.

Es decir, solo 15 minutos más para completar el 20% restante, un porcentaje habitualmente mucho más lento en este tipo de baterías. Por tanto, a la pregunta de si es mejor rápido o potente, la respuesta es, al menos cuando hablamos de recarga de coches eléctricos, la velocidad.