Bienvenidos al primer producto del especialista británico Inverted, bautizado como #001. Aunque también tocarán todas las versiones clásicas, este primer coche toma como base el dos puertas.

Nos han dicho que se ha sometido a una restauración completa, en la que se han desmontado la carrocería y el chasis hasta dejarlos al descubierto y se han reconstruido pieza a pieza.

Y una parte importante es cortesía de Tesla: el coche utiliza una batería de 80 kWh reacondicionada y con poco kilometraje y una unidad de potencia del fabricante de coches estadounidense. En total tiene unos 450 CV y 600 Nm.

De este modo, este Range Rover electrificado es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en unos cinco segundos, un ritmo temible para un dinosaurio. 

Y eso se consigue con muchos componentes nuevos a bordo para mantener el ritmo: bomba de aceite, diferencial de deslizamiento limitado, una nueva transmisión... además de mejorar los ejes y los frenos delanteros para aguantar el aumento de prestaciones.

Según Inverted, su primer coche también cuenta con el "paquete opcional de comportamiento en carretera", que incluye suspensión ajustable, barras estabilizadoras y muelles más rígidos. Por supuesto, sigue teniendo tracción total.

La compañía afirma que este coche eléctrico tiene una autonomía máxima de unos 320 km y que puede cargar a 100 kW de potencia, lo que permite pasar del 20% al 80% en 34 minutos en un punto de carga rápida. 

Durante esos minutos, podrás reflexionar sobre su renovado interior. Este coche tiene cuero y tweed de contraste, mientras que las concesiones al mundo moderno vienen a través de la funcionalidad Apple CarPlay/Android Auto, un gran equipo de música, aire acondicionado, mejor insonorización, puertos USB y asientos con calefacción. 

Todos los coches pueden totalmente personalizables. De hecho, Inverted planea construir un máximo de seis coches al año (en parte para garantizar la rareza del proyecto), y cada uno tardará entre 12 y 18 meses en terminarse. 

Harry Millington, fundador de Inverted, explica: "Mi pasión por el Range Rover clásico y mi deseo de asegurar el futuro de este icónico modelo y reducir el impacto medioambiental me llevaron a fundar Inverted. Como parte de este espíritu, tomé la decisión consciente de reciclar y reutilizar las baterías Tesla existentes, en lugar de aumentar la huella de carbono con nuevos módulos".

Además, al ser un coche eléctrico, podrás pasearte por las zonas de bajas emisiones de tu ciudad favorita. Todo son ventajas... que se pagan eso sí. Cada coche cuesta 270.000 libras como poco, que al cambio son unos 305.000 euros.

El de las imágenes es un dos puertas, la carrocería que se presentó en 1969, aunque también trabajan sobre la de cuatro puertas (desde 1981) y el LSE, la última versión que apareció en 1991. Ambos cuestan 275.000 euros más impuestos.

Si duda un buen pellizco, sobre todo cuando piensas que con ese dinero puedes conducir cómodamente un nuevo y reluciente Range Rover SV V8 de batalla larga con 510 CV caballos y algunos extras... Cuestión de estilo, ¿no?