Toyota iQ GRMN Supercharger: el raro deportivo de bolsillo japonés con hasta 130 CV

Toyota iQ GRMN Supercharger

Todos recordamos el Toyota iQ como un simpático coche urbano que no obtuvo el éxito esperado, pero ¿sabías que contó con ediciones deportivas que le otorgaron hasta 130 CV? Este fue el caso del Toyota iQ Supercharger y de otras variantes radicales.

El Toyota iQ fue un simpático coche urbano japonés que contó con variantes de lo más curiosas, como su hermano lujoso Aston Martin Cygnet. No obstante, también recibió su dosis de deportividad con ediciones limitadas que, aunque ahora son poco conocidas, eran muy radicales para un coche así. ¿Un ejemplo? El Toyota iQ GRMN Supercharger.

Fue en 2009 cuando Toyota decidió sacar el iQ al mercado como un coche perfecto para la movilidad en las ciudades. Lo cierto es que estaba bien pensado para ello, con unas dimensiones de 2.985 mm de largo, 1.680 mm de ancho y 1.500 mm de alto. Pesaba apenas 920 kg y ofrecía unos razonables 395 litros de maletero.

Debido a que se trataba de un coche tan pequeño, además, tampoco necesitaba unas mecánicas espectaculares. Se lanzó con bloques de 1 y 1,3 litros que rendían entre 68 y 98 CV, potencia más que suficiente para mover este utilitario con un consumo de entre 4 y 5 litros. Eso sí, alguien tuvo una idea en la marca japonesa: ¿por qué no convertirlo en un deportivo?

Dentro de las posibilidades que ofrecía el iQ, en el mismo año 2009 se trabajó sobre esta idea y se lanzó en el país natal de este modelo el Toyota iQ GRMN, una versión mejorada de este modelo con la firma de Gazoo Racing. Bajo el capó contaba con el motor 1.33 VVT-i de 98 CV, el cual se acompañaba de un cambio de seis velocidades. No obstante, añadía novedades interesantes.

En el apartado exterior, el elemento más llamativo de esta variante eran sus llantas forjadas de 16 pulgadas firmadas por Rays, tras las cuales se situaban unos discos de freno de mayor tamaño. Asimismo, también se mejoró la suspensión e incluso se reforzó el chasis para mejorar el comportamiento. Así, aunque no fuese un misil, era un coche que prometía diversión al volante.

Del iQ GRMN se fabricaron solo 100 unidades y se trata de un auténtico desconocido fuera de Japón, pero esta no es la única configuración deportiva que se fabricó del urbano de Toyota. De hecho, tampoco es la más radical, ya que en el Salón del Automóvil de Tokio de 2011 se presentó un concept que todavía ponía las cosas más interesantes.

Toyota iQ GRMN Racing Concept: con aire de competición

Toyota iQ GRMN Racing Concept

Con la idea de darle un aire de competición a este pequeño coche de ciudad, la marca asiática creó el Toyota iQ GRMN Racing Concept, en el que los cambios fueron mucho más significativos que los de la pasada edición limitada. De entrada, se montó un kit de carrocería más agresivo con pasos de rueda más marcados, nuevas llantas y una decoración especial.

Junto a esto, dentro también había toques curiosos, como unos pedales de aluminio, asientos deportivos, un nuevo cuadro de instrumentos y una jaula antivuelco. ¿Y la mecánica? También se mejoró, ya que el motor recibió un compresor que era capaz de incrementar la potencia. Por supuesto, este era solo un concept, pero parte de sus ideas llegaron a la calle.

Toyota iQ GRMN Supercharger: hasta 130 CV para menos de una tonelada

Un año después, en 2012, se presentó en el Salón del Automóvil de Tokio el Toyota iQ GRMN Supercharger. Entonces se desveló como un prototipo, pero ya se anunció que llegaría a las calles, algo que hizo meses después con dos versiones que contaron con una producción limitada a 100 unidades. A simple vista, no era tan llamativo como el Racing Concept, pero no era decepcionante en absoluto.

Como su nombre indica, el motor del iQ GRMN Supercharger contaba con un compresor volumétrico. Así, su motor de 1,3 litros era capaz de rendir 120 CV en su primera versión, pero fue la Supercharger II la más radical, llegando a entregar 130 CV y 180 Nm. Esta fuerza se gestionaba mediante una caja de cambios manual de seis velocidades con relaciones más cortas.

Toyota iQ GRMN Supercharger

Sin duda, esta era una buena receta para pasarlo bien a bordo y todo vino acompañado de unos frenos más potentes, una suspensión más firme y un sistema de escape más restrictivo. Así, hablamos de un pequeño cohete de bolsillo que se enfocaba en el disfrute de la conducción, si bien este no era el objetivo principal del iQ original

Por el exterior, nuevamente se optó por un estilo más agresivo, con un kit de carrocería más ancho que definía los pasos de rueda y zonas como los vértices de los paragolpes. Asimismo, los faros adoptaban un fondo negro, se agregó un nuevo spoiler posterior y también se montaron unas llantas Enkei de 16 pulgadas

Junto a esto, dentro se repitieron detalles que ya presentó el concept enfocado a la competición del año anterior, como unos asientos más deportivos y un cuadro de instrumentos específico. Así, todo iba en la línea de una filosofía más deportiva que quedaba establecida por una mecánica claramente mejorada.

Toyota iQ GRMN Supercharger

De esta forma, es innegable que la marca asiática exploró los límites de este modelo durante sus años de producción, aunque no fuera un éxito comercial y se dejara de vender en 2015. Aun así, quedan en la memoria curiosas variantes como aquel Toyota iQ GRMN Supercharger, un urbano radical que, por desgracia, no pudimos ver fuera de Japón.

Toyota iQ

Marca:

Toyota