Partiendo de la base de que las normas de tráfico están para respetarlas y que un incumplimiento puede acarrear multas o incluso algún susto más, te vamos a informar de un 'juego' que puedes hacer (dentro de los parámetros de la legalidad) para que sepas cuál es el coche camuflado de la Guardia Civil o de la Policía.

Repetimos, una vez más, que siendo buenos conductores/as y sin saltarnos las leyes, puedes fijarte en que los coches camuflados siempre van pasan desapercibidos (como su propio nombre indica) y van a estar moviéndose entre el tráfico. 

Evidentemente, para no llamar la atención, no los vas a ver pintados en los colores tradicionales, verde y blanco (para la Benemérita) o azul marino y blanco (en el caso de la Policía Nacional); tampoco llevan ningún tipo de distintivo rotulado ni van equipados con luces de emergencia y otros elementos diferenciadores de este tipo de vehículos.

Como puedes imaginar, su cometido no es otro que vigilar la conducta al volante de los conductores y, a su vez, mantener que las carreteras estén seguras con su presencia. Ahora bien, deberás tener en cuenta el hecho de estar utilizando el factor sorpresa para que los conductores que incumplen la normativa no rectifiquen al saberse vigilados. 

Su efectividad es alta cuando van a 'pescar' a conductores que están haciendo uso de su teléfono móvil mientras están conduciendo. Esta infracción les va a suponer 200 euros de multa y pérdida de 6 puntos del carnet de conducir. 

También están habilitados para formar parte de los llamados radares en cascada. Este tipo de cinemómetros están idados para sancionar a aquellos conductores que frenan al llegar al radar, pero que nada más sobrepasarlo aceleran por encima de la velocidad máxima permitida, con lo que el coche camuflado les parará a posteriori y les impondrá la correspondiente sanción.

¿Dónde está el truco?

El tráfico rodado y el hecho de que todos los coches parezcan iguales te va a dificultar saber si son camuflados o no. Pero el secreto para descubrir si un coche está ocupado por agentes de la Guardia Civil sin ser oficial, está en fijarse en la matrícula. Debes fijarte si lleva portamatrículas, es decir, el marco que colocan muchos concesionarios con el nombre de su establecimiento. 

Un coche camuflado nunca llevará este accesorio. Ya tienes una pista para 'jugar' a adivinar. Pero se da la circunstancia que no todos los coches llevan un marco alrededor de la placa porque también los hay que no lo tengan y no sean camuflados. Todo ese hipotético peligro se acaba siempre y cuando seas respetuoso con las normas de tráfico.