¿Cómo conducir un coche automático? ¿Por qué le tienen miedo?

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Cuando empieces, ya no habrá marcha atrás.

Mucha gente todavía no sabe cómo conducir un coche automático, principalmente aquellos que no lo han probado nunca y se piensan que el coche va a hacer cosas raras. Vale que al comienzo hay que adaptar nuestro estilo de conducción, pero te aseguro que una vez que te acostumbras, no querrás volver al cambio manual. Las ventajas del cambio automático son muchas y el miedo a cómo conducir un coche automático es injustificado. Los cambios automáticos cada vez son más populares entre los coches nuevos, por lo que antes o después tocará dar el salto: aquí cuatro claves para no sufrir en el intento.

Olvídate del pie izquierdo

Sin duda, es lo que más cuesta a la hora de empezar a conducir un coche automático. El pie izquierdo se debe dejar en el reposapiés y no moverlo de allí jamás. Pero tranquilo, es más que normal que la primera vez que conduzcas un coche automático, al llegar a un Stop, a un semáforo en rojo o cuando tengas que parar por completo el coche, lo claves frenando con el pie izquierdo, buscando desesperadamente un embrague que no encontrarás. El pie izquierdo no sirve para nada. No lo olvides.

No todo es bueno: las mayores averías de los cambios automáticos

Secuencial

Mucha gente tiene miedo al cambio automático porque no te permite elegir la marcha a la que circular. Hoy en día eso ha pasado a la historia ya que prácticamente todos los cambios automáticos del mercado cuentan con modo secuencial. Esto resulta muy cómodo ya que se puede utilizar como un manual en situaciones concretas, como por ejemplo a la hora de adelantar: además, si tiene levas en el volante, ni siquiera tendrás que sacar las manos del mismo y completarás la operación de una manera mucho más rápida y eficaz. 

Freno motor

Una de las principales ventajas del cambio con modo secuencial es que puedes utilizar el cambio automático como freno motor. Generalmente, los mejores cambios automáticos, los más modernos, ya reconocen las bajadas y la presión sobre el freno para bajar de marcha y aplicar el freno motor. No obstante, con el modo secuencial puedes colocar la marcha más corta para poder bajar sin machacar los frenos. ¡Algo importante!

Suavidad

El cambio automático es más eficaz que un manual en prácticamente todas las circunstancias. Es ejemplar si queremos suavidad y conseguir consumos de risa: en un coche manual es recomendable presionar el acelerador de una manera más gentil que en un automático, en el que debes ir subiendo de marcha una tras otra. Aquí, sales del semáforo con calma y el cambio automático subirá de marchas sin que te des cuenta. Debes realizar una conducción más relajada y no abusar de pisotones sobre el pedal del acelerador, ya que puedes volver loca a la transmisión de manera innecesaria (si aprietas demasiado fuerte el pedal del acelerador el cambio pensará que quieres máxima potencia y bajará marchas para subir las revoluciones y mejorar las reacciones).

Conducción deportiva

¿Te gusta ir de tandas? Entonces no debes temer a los cambios automáticos. Deberás optar por un cambio automático con levas en el volante. Una vez que le pilles el truco, y siempre que busques la máxima efectividad, no querrás saber nada del cambio manual. Solamente deberás concentrarte en acelerar lo justo y frenar a tiempo, subiendo y bajando marchas con las levas tras el volante como en un videojuego. Es muy cómodo y puede llegar a ser bastante más eficaz: ¡y más fácil ir a buen ritmo! Las manos siempre en el volante y siempre concentrado a tope.

¿Te da miedo dar el salto al cambio automático? No sufras: los primeros días tendrás algún susto con reacciones involuntarias del pie izquierdo buscando embrague, pero durará unos pocos días. ¡Cuando te acostumbres ya no querrás volver al manual!

Etiquetas: Práctico