Uno de los coches más exóticos que haya salido de Francia es el Citroën SM. Se trata de un coupé, o mejor dicho, un GT que revolucionó los años setenta y que, para muchos se coronó como el mejor GT nunca antes fabricado. La propia Maserati colaboró en el proyecto, propiedad de Citroën entonces, ayudando a hacer de este modelo un coche único. Tantos años después encontramos una unidad espectacular, un Citroën SM de 325 km/h y su pick up para remolcarlo. ¡La compra definitiva!

El Citroën SM aspiraba a ser el mejor GT jamás creado antes. En 1970 Jerry Hathaway compró una unidad enamorado del modelo y comenzó a trabajar para modificarla. Su intención era hacerlo muy rápido, tanto como pudiera. Años más tarde montaría un motor Ford V6 con 3.0 litros de cubicaje y añadiría muchos ajustes en el coche para que pudiera garantizar un incremento de potencia sin comprometer las piezas.

En las primeras pruebas, en el año 1970, conseguiría alcanzar la velocidad de 151 mp/h, unos 243 km/h. Lo hizo en Bonneville Salt Flats, y aunque la velocidad conseguida fue alta no le pareció suficiente. Tras montar un sistema de sobrealimentación de mayor rendimiento firmó una velocidad máxima de 200 mp/h, unos 321 km/h. Dos años más tarde, su esposa conseguiría alcanzar los 325 km/h, siendo el récord de su clase durante más de dos décadas.

Actualmente, Hathaway vende su SM, y no viene solo. Lo acompaña una camioneta SM personalizada, con suspensión Citroën. Puede ajustarse en altura y está personalizada al detalle. El lote incluye el Citroën SM de los 325 km/h y su pick-up, arrancando el precio de la subasta en 100.000 dólares. Se espera que ronde esa cantidad y los 200.000 dólares. Piénsalo, te llevas a casa un pedazo de historia de Citroën potenciada.