Un amigo, tu tío, la vecina del quinto o tú mismo, quisiste o tuviste un Peugeot 205. Uno de los coches más venerados durante la década de los 80 por su estética, funcionalidad y, en el caso del GTI, por su potencia. Hacemos repaso de tres modelos de la casa del león. Y como rezaba el anuncio de antaño: "Contigo, al fin del mundo".

Una comparativa ¿sin sentido?, pero que siempre gusta ver: Porsche 911 R vs Peugeot 205 Rallye de Chris Harris

Peugeot 205 CTI

Tener uno de éstos era triunfar allá por donde fueras. El Peugeot 205 CTI descapotable era 'pintón' a más no poder. De algo le tenía que servir que fuera diseñado por Pininfarina.  La firma empezó a comercializarlo en 1986. 

Desde el año de su nacimiento, este cabrio era una opción más que apetecible dentro del mundo 205. Peugeot propuso para este CTI una mecánica con motor de 115 caballos de potencia. No quedaba ahí su apuesta y también se fabricó el 1.9 de 130 caballos de potencia que catalizado rondaba los 102 CV.

Peugeot 205 GTI

Siempre que se habla de automóviles icónicos de la década de los 80 está entre los primeros de la lista. Fue el patriarca de la saga. Todos le recordaréis cuando arribó al mercado allá por 1984 (varios años después de la llegada del primer compacto deportivo). 

Como no podía ser de otra manera, fue escalando posiciones en su segmento. En un principio compitió con el Renault 5 Turbo y, más adelante, con el Clio Williams. Pero, en algunos aspectos destacaba mucho más que sus competidores (por medida y comportamiento dinámico).

Cuando nos centramos en sus motorizaciones vemos que presentaba un propulsor de 1.6 litros y 105 caballos de potencia, aunque más tarde llegó a elevar la potencia hasta los 125 CV. Las últimas unidades a la venta montó un motor XU9 JA de 1.9 con 130 CV.

Peugeot 205 Rallye

No era fácil convivir con un hermano tan presumido como el 205 GTI. Era el niño mimado, pero aun así, el Peugeot 205 Rallye consiguió hacerse un hueco por su diversión al volante. Cuando aterrizó en España, pintado de blanco y con los colores de Peugeot Talbot Sport, atrajo las miradas, ya que hacías un guiño a los coches de competición. 

Bajo el capó montaba un motor de gasolina, con dos carburadores de doble cuerpo. Su cilindrada era de 1.3 litros y entregaba 103 CV a 6.800 rpm, así como un par máximo de 118 Nm. Su transmisión era manual de cinco relaciones y aceleraba de 0-100 km/h en 9,6 segundos.