Ford Focus ST: repasamos todas sus generaciones

Ford Focus ST (2002)

Casi 20 años de evolución de este compacto deportivo

Compactos deportivos hay muchos y el Ford Focus ST es uno de los más queridos en Europa por su diseño y prestaciones. Lleva con nosotros casi 20 años y ha pasado por distintas evoluciones al igual que el modelo en el que se basa. Por ello, hoy hacemos un repaso a todas sus generaciones.

Primera generación (2002)

Ford Focus ST (2002)

El Focus llegó al mercado en 1998, pero no fue hasta el 2002 cuando recibió por primera vez una variante ST -Sport Technologies-. Se trataba de la configuración más deportiva hasta la llegada del RS y se creó tras el lanzamiento del Focus SVT en los Estados Unidos.

Estéticamente, Ford le dotó de algunos detalles específicos. Por ejemplo, se cambiaron sus paragolpes y sus llantas, que además contaban con un tamaño mayor que las del resto de la gama. Además, el interior recibió unos asientos deportivos y un nuevo cuadro de mandos. 

Por otro lado, también recibió una nueva suspensión y, en el aspecto mecánico, Ford decidió montar un motor de 2 litros con 173 CV de potencia. Aquel propulsor le hizo contar con unas prestaciones aceptables en ese momento, con un tiempo de 8,2 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. 

Segunda generación (2005)

Ford Focus ST (2005)

A mediados de los 2000, el compacto de la marca estadounidense se actualizó y con él llegó una nueva versión ST que pretendía ir más allá en materia de deportividad. Esto se pudo demostrar con una estética más diferenciada del modelo base y unas prestaciones más llamativas.

Así, el diseño del Ford Focus ST de segunda generación se caracterizaba por unos paragolpes específicos, nuevas parrillas delanteras inferiores y superiores, llantas de cinco radios de 18” y colores específicos. De la misma forma, el interior contaba con unos asientos deportivos, detalles en aluminio y un nuevo cuadro de mandos.

Además, en cuanto a la motorización, se optó por un motor más grande que el de su predecesor. Era un Duratec turbo de 2,5 litros que desarrollaba 223 CV, lo cual suponía un incremento importante. Se asociaba a un cambio manual de seis relaciones.

Tercera generación (2012)

Ford Focus ST (2013)

De esta forma, hasta el año 2012 no contamos con un nuevo Ford Focus ST entre nosotros, el cual recibió además una actualización en 2014. En este modelo, la carrocería había cambiado por completo y se aprovechó el diseño más aerodinámico para mejorar sus cualidades.

En lo relativo a su exterior, se montaron unos nuevos paragolpes y llantas, así como se ofrecía en carrocerías de cinco puertas y familiar. Por otro lado, el interior hacía gala de un volante achatado en su parte inferior, detalles en aluminio, asientos Recaro y el habitual cuadro de instrumentos específico.

Sin embargo, en este caso se fue más allá para mejorar la experiencia al volante. Por ello, se montó una suspensión con un ajuste específico y un sistema de frenos de alto rendimiento, así como se redujo su altura. Todo ello quedaba cerrado por el motor EcoBoost de 2 litros y 253 CV que montaba, aunque también se llegó a ofrecer un propulsor diésel de 187 CV.

Cuarta generación (2019)

Ford Focus ST (2019)

Hace dos años recibimos al último ST por el momento, que aún nos acompaña y se basa en el Focus lanzado un año antes, cuando se cumplieron 20 años de su lanzamiento. Se trata del más potente que se ha fabricado hasta la fecha, aunque estéticamente no se diferencia tan claramente de otras versiones de este compacto.

En lo relativo a su diseño, encontramos unos paragolpes específicos similares a los que vemos en el acabado ST-Line, así como unas llantas de 19”, un pequeño alerón trasero y faros LED, entre otros elementos. De la misma forma, el interior cuenta de nuevo con asientos deportivos Recaro y distintas inscripciones propias de esta configuración. 

Finalmente, el motor del Ford Focus ST es ahora un EcoBoost de 2,3 litros con 283 CV, aunque también se ofreció un diésel de 193 CV. Este propulsor gasolina se asocia a un cambio manual de seis velocidades o a un automático de siete. 

Con todo, esta es actualmente la variante más radical del compacto de Ford ante la ausencia de una configuración RS. En cualquier caso, con su oferta en el apartado mecánico y elementos como el diferencial electrónico de deslizamiento limitado, promete ofrecer grandes emociones al volante.