Así hablarán los coches entre ellos (y con nosotros) a través del 5G

Volkswagen Golf Car-2-X
No necesitaremos un diccionario para entenderlos, pero casi...

El otro día mientras conducía... o bueno, más bien mientras estaba parada en una retención en la autopista A8 del sur de Alemania, me di cuenta de una situación muy peculiar: estaba rodeada de cientos de personas que no hablaban mi idioma y sin embargo, era capaz de mantener una comunicación fluida con ellos.

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Deja que me explique: no es que bajara la ventanilla y me pusiera a hablar con el vecino de atasco (mi alemán ‘de andar por casa’ me permitiría hacerlo sin demasiada vergüenza, pero tampoco era necesario que me tomaran por loca), sino que podía transmitirles mis intenciones de cambiar de carril, girar a la izquierda o la derecha… y todos me estaban entendiendo, sin necesidad de palabras y sin necesidad de tener un código lingüístico común.

No nos damos cuenta porque forma parte de nuestro día a día y lo tenemos interiorizado, pero cada vez que nos ponemos al volante y accionamos los intermitentes, por ejemplo, nuestro coche habla por nosotros y nos permite comunicarnos con el resto de usuarios de la vía, independientemente de si en persona podríamos o no mantener con ellos una conversación formal sobre la subida del IPC o incluso de lo caras que están las naranjas.

Por tanto, podemos decir que los coches tienen su propio lenguaje estandarizado y es eso lo que nos permite conducir en cualquier lugar del mundo, con seguridad y dinamismo. ¡Imagínate qué caos si encima cada país tuviera su propia manera de utilizar los intermitentes en un vehículo o las luces de freno.

El atasco protagonista de esta historia
El atasco protagonista de esta historia

Sin embargo, con la evolución de las tecnologías se plantean nuevos retos que nos llevan a pensar si esto va a ser igual de sencillo en el futuro, a medida que los coches se adapten a las exigencias del nuevo mundo hiperconectado. Los coches conectados ya son una realidad, de eso no hay duda, y ya no es que sean capaces de hablar con nosotros, sino también entre ellos mismos y con las infraestructuras. 

Suena todavía a ciencia ficción, pero la quinta generación de los sistemas de telecomunicaciones -más conocida como 5G- permitirá este proceso que está lleno de luces y sombras y que vamos a ver a continuación. 

El coche conectado a través del 5G, en el punto de mira

El transporte inteligente es hoy en día una realidad y el coche conectado se postula como una de las principales aplicaciones que necesita el soporte 5G. Con ellos se persigue una conducción más segura y una conducción automatizada, basada en un control del entorno exterior en tiempo real. 

¿Suena complicado de entender? Veamos un ejemplo. En el nuevo Volkswagen Golf 8 encontramos de serie, por ejemplo, el servicio C2X (Car-to-X) que lo que hace es registrar vehículos averiados en la calzada, atascos o la aproximación de vehículos de emergencia, entre otros, para avisar al conductor del Golf, mediante un aviso en el panel de instrumentación, de la situación.

Volkswagen Golf 8

De esta manera, la reacción al peligro o emergencia será más rápida y por tanto, el resultado más satisfactorio. Donde el ser humano necesitaría segundos, el sistema C2X apenas décimas de segundo. Además, tiene muchos otros beneficios, puesto que no actúa por red móvil, sino por un tipo de WiFi estandarizado por la Unión Europea.

Martin Quisturp, responsable de los sistemas de comunicación IQ.Drive de Volkswagen, me comentaba en el ‘workshop’ de presentación del Golf 8 que esto es vital en Alemania, donde “es frecuente que en la Autobahn se pierda la cobertura”. Pude comprobar en carnes propias que esto que me dijo es cierto y que ocurre más a menudo de lo deseado. 

Discrepancias y limitaciones: no todo es un camino de rosas

Que los coches conectados vayan a comunicarse con nosotros y entre ellos mediante un sistema de WiFi regulado por la UE no ha sentado igual de bien a todo el mundo, claro. Y es que esto significa que no habrá que pagar ninguna suscripción ni se necesitará señal móvil, algo que algunas compañías de telecomunicaciones entienden como una amenaza. 

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Por eso, Quisturp explica que “hay discrepancias desde el año 2010” y que se está trabajando para que todos los actores implicados en este nuevo guión entiendan que es necesario “hablar el mismo idioma” para poder aprovechar al máximo estas nuevas tecnologías. 

La Comisión Europea y la industria europea de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (que incluye a los fabricantes de tecnología, los citados operadores de telecomunicación, proveedores de servicios, PYME y otras empresas investigadoras) están haciendo un gran esfuerzo en el desarrollo creando un consorcio público-privado (llamado 5G Infraestructure Public Private Partnership ó 5G PPP).

¿La inversión? 700 millones de euros procedentes de fondos europeos. ¿Los resultados de sus proyectos? Deberíamos empezar a verlos a partir de 2020... 

Los coches hablarán entre ellos... cuando les dejen

Visto esto, cabe destacar también que aunque estás tecnologías ya estén preparadas, de momento tienen un funcionamiento limitado. Es cierto que el Golf es el primer coche en Europa que lo trae de serie a las calles, pero esto no será realmente efectivo hasta que el resto de fabricantes empiecen también a incluirlo en sus vehículos. 

En España -donde se espera que los beneficios de la tecnología 5G tengan unos beneficios de 15.000 millones de euros- existe un documento del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital que recoge un plan de implantación de la tecnología 5G, cuyo despliegue comercial se espera para 2020.

En él se habla también de la adaptación que tendrán que sufrir las infraestructuras para crear, por ejemplo, las ciudades inteligentes o Smart City que permitan ese flujo de información entre coches, medios de transporte, servicios de emergencia, semáforos y muchos otros elementos que hagan de todo esto que te he contado una realidad eficaz y útil.

Y los ciudadanos, ¿estamos preparados para hablar con los coches? 

Además de con otros vehículos y/o edificios, los coches del futuro pretenden también comunicarse con los peatones y otros usuarios de la vía. Prototipos como el Audi AI:ME plantean un concepto revolucionario: sus grupos ópticos, además de para cumplir la función de permitirnos ver y ser vistos, para transmitir información a través de diversos patrones de luz, que no solo ayudarán a los conductores sino también a otros usuarios de la vía. 

Audi AI:ME Concept

También sus pasos de rueda, con pequeños elementos LED de forma triangular, podrán emitir mensajes desde una posición más elevado que permitirá una comunicación en 360 grados del coche con el entorno, fundamental para advertir de peligros a peatones y ciclistas. Esto suena prometedor, pero igualmente necesitará una época de transición y adaptación para que todos podamos entender las señales con las que los coches quieren hacer de nuestro entorno un lugar no solo hiperconectado, sino también hiperseguro.