A lo largo de la historia de la industria automotriz han desaparecido coches con los que muchas generaciones han crecido y que, a posteriori, se han echado mucho de menos. No va a ser menos dolorosa la que se ha confirmado para este junio de 2023: el adiós del Ford Fiesta. Este utilitario dejará de fabricarse tras 47 años y siete generaciones.

Este mito se va a despedir siendo el modelo más importante de Ford en Europa. En su trayectoria en el Viejo Continente ha vendido más de 18 millones de unidades, pero en las líneas de actuación que se han marcado desde la casa americana para los próximos años no hay hueco para este turismo que tanto hemos visto y disfrutado por nuestras carreteras.

No sólo dirá adiós el 'Forfi' que hasta ahora se fabricaba en Colonia, Alemania. Con él también se despedirán el S-Max y el Galaxy, que se hacían en la planta de Almussafes, Valencia y que cesaron su fabricación hace escasos días. 

Las razones por las que la firma del óvalo se desprende de este modelo pasan porque se busca electrificar la marca y porque el mercado reclama coches SUV y no turismos. En definitiva, la tendencia actual que es la que está dando beneficios. En este sentido, el Ford Puma (SUV compacto) podría haber sido el culpable del adiós del Fiesta, ya que será el próximo en ser electrificado.

Ya lo dijo Ford en un comunicado. La marca de Detroit está acelerando sus esfuerzos “para ir a por todas en la electrificación” de sus vehículos. Y mantiene su objetivo de proponer una gama 100 % eléctrica para 2030. Aparte del citado Puma, la compañía estadounidense estrenar dos coches eléctricos más para 2024.

La historia de siete generaciones

El bautismo del Ford Fiesta fue en 1976 y su evolución ha sido notable durante las siete generaciones en las que se ha fabricado. La transformación que ha experimentado ha ido in crescendo tanto en su tamaño como en mecánica, tecnología y seguridad. Sólo hay que ver las fotos del primer Fiesta y la del último: nada que ver el uno con el otro.

La hemeroteca nos cuenta que el Fiesta de 1976 medía 3,57 metros de longitud, 1,56 metros de anchura y 1,36 metros de altura y que no llegaba ni a los 800 kilos en su versión más pesada. Por este motivo, sus bloques mecánicos eran de escasa potencia. Tenía un motor de apenas 45 CV y presentaba como tope de gama otro de 66 CV.

El último coche de la saga, que nació en 2017, ya es mucho más grande que el primigenio: sus medidas eran de 4,05 metros de longitud y, su peso, dependiendo de la versión, estaba por encima de las 1,2 toneladas. Sus motores también superaban al del 76, ya que su propulsor base alcanzaba los 125 CV y el más potente es una versión deportiva de 200 CV.