Te lo contábamos el año pasado en esta, tu revista, cuando te decíamos que los vehículos en España habían envejecido un 70% en los últimos 15 años. Ahora, esa sangría continúa. Un informe de Ideauto del que se hace eco Anfac, muestra el preocupante estado del parque móvil español, ya que continúa creciendo sin remisión y supera los 14 años de media. 

Según este estudio, que se basa en los datos del parque móvil de la DGT, los turismos tienen de media 14,2 años, los comerciales ligeros o furgonetas, 14,4 años; los vehículos industriales, 14,9 años, mientras que los autobuses se mantienen estables en 11,8 años.

El cómputo global de turismos, vehículos comerciales, industriales y autobuses que se mueven por las carreteras de nuestra geografía ascendió en 2023 un 1,01%, llegando a totalizar hasta 30.722.465 unidades.

Otro dato preocupante es que las ventas de vehículos nuevos en los últimos cuatro años no supera el millón de unidades. A su vez, el incremento de la edad de los automóviles hace más difícil que se cumplan los objetivos de descarbonización que exigen el PNIEC y el fit for 55. 

El hecho de que se comercialicen pocos vehículos nuevos sugnifica que disminuya el volumen de los turismos y vehículos comerciales de menos de 5 años un 1,4% y un 2,2%, respectivamente.

Vehículos de más de 20 años

Las cifras que verdaderamente deben preocupar de que suba la antigüedad del parque móvil es que siguen activos cada vez más vehículos de más de 20 años. Además, por franja de edad son los más numerosos en turismos, comerciales e industriales. 

Si nos vamos a números totales, vemos que 7.782.321 vehículos sobrepasan los 20 años, lo que en tanto porciento sería el 25,3% del total. O en román paladino, uno de cada cuatro de los vehículos que vemos por nuestras carreteras tiene más de 20 años. Solamente el 5,7% son de bajas y cero emisiones.

Si organizamos los datos en función de su distintivo medioambiental, existen 9.036.129 vehículos sin etiqueta, lo que supone el 29,4% del total. A éstos se les ha de añadir los 9.141.364 vehículos que tienen distintivo ambiental B, el 29,8 del total. Y siguiendo con los números globales, vemos que los vehículos más viejos y que más emiten suponen el 59,2% del total del parque circulante. 

Aun así, hay una vertiente positiva. Los vehículos circulantes sin etiqueta han caído un 2% en 2023 respecto a 2022 y los de etiqueta B descendieron un 0,9%.

Se ha producido un incremento de los vehículos con etiqueta ECO y Cero, que han llegado al 5,7% del parque total. Los etiqueta ECO llegan hasta las 1.386.925 unidades, lo que aumentan un 31% con una cuota del 4,5%. Esto quiere decir que es la mayor subida de todas las etiquetas con un 1%. 

Los de la pegatina Cero emisiones o eléctricos 100% por su parte llegan a 364.765 vehículos. Son los que más progresan con un 50,9% más. Pero, implican que sea el 1,2% del total con una ganancia de cuota en el último año del 0,4%.

Respecto a las fuentes de combustión, el parque móvil sigue oliendo a diésel, si bien este carburante  ha caído unos 1,3 puntos porcentuales sobre la cuota total en 2023, todavía el 60,3% del total o lo que es lo mismo 18.525.837 vehículos circulan con gasóleo. 

Por su parte, los vehículos de gasolina son 10.439.449 vehículos y tienen una mínima caída de sólo un 0,1 punto porcentual respecto a 2022 y suponen el 34% del total. Tanto los diésel como los gasolina que siguen circulando monopolizan el 94,3% del parque móvil sobrepasando los 29 millones.