Hay trucos caseros que se aplican en los coches que funcionan, y muy bien, para cierto tipo de elementos ya sean faros, chapa o cristales. Pero quién nos iba a decir a nosotros que la pasta de dientes tiene diferentes usos para el automóvil. Pues sí, amigo, si ya lo habías utilizado para  para pulir y recuperar el brillo de los faros, te vamos a contar otro más.

La lluvia y la nieve que está azotando a numerosas comunidades del país son un inconveniente para los espejos retrovisores, que se llenan de gotas, copos de nieve o vaho que dificultan su visión tanto con el vehículo en marcha como si tienes que hacer maniobras de aparcamiento.

Y tu dirás, mi coche tiene espejos calefactados. Pues enhorabuena, estimado lector. Pero, ¿y si no los tiene? ¿Paras, sacas un trapo y los limpias? Aquí es donde aparece tu dentífrico. Esa crema de higiene bucal puede transformarse en un buen repelente de la lluvia y derivados.

¿Y eso a qué se debe? A sus componentes: combina yun abrasivo, un detergente y materias que le dan sabor y olor. Hay algunos, además, que se les agrega productos químicos con el fin de prevenir o tratar patologías bucales. Asimismo, hay que añadir el flúor, una gran solución contra las caries. 

Todos esos componentes de limpieza son los que, al ser aplicados sobre un espejo, crean una capa protectora frente a la lluvia y la nieve. El efecto que logran es minimizar la tensión superficial consiguiendo que las gotas que se forman muevan rápidamente por el retrovisor porque el agua no se llega a condensar.

De esta manera, tú, que vas conduciendo, no tendrás que parar tu marcha ni perderás visibilidad, aparte de que irás más seguro que si tienes lluvia, vaho o nieve en los retrovisores. 

¿Cómo lo aplicamos? Muy fácil y cómodo. Sólo tendrás que extender una pequeña porción de la pasta de dientes por toda la superficie del espejo, esperar a que se seque y pulirlo con un paño de algodón o microfibra hasta que deje de ser visible.