A bordo Renault Symbioz, el primer coche autónomo 'de verdad'

Renault Symbioz: en carretera es el único que cumple siempre las normas

Vicente Cano

Probar el Renault Symbioz es lo más parecido a subirte en uno de esos coches autónomos que, todos dicen, rodarán ya por Europa en 2023

Quizá no te guste oírlo, pero la movilidad autónoma va a llegar, como diría Arrabal. Y al probar el Renault Symbioz, a pesar de que llevo más de 10 años escribiendo y subiéndome a prototipos autónomos, también me ha hecho a mí darme cuenta de cuán cerca esta el día en el que los humanos empecemos a pensar en qué hacer también cuando estemos tras un volante yendo de un lado para otro sin parar. 

Este es el mismo ejercicio que están haciendo en cientos de empresas tecnológicas y con lo que Google y Apple esperan seguir acrecentando su volumen de negocio en las próximas décadas. Sin embargo, aunque Renault no va por otro lado, por lo menos a los franceses hay que agradecerles dos cosas. La primera es que con el Symbioz conservan la posición central del conductor y su papel y, la segunda, que se hayan atrevido a montar toda esta tecnología en un prototipo rodante y que te dejen subir, conmigo, a él. 

Y es que se trata de un prototipo de movilidad autónoma para su cuarta fase, en la que el conductor deberá estar alerta en todo momento por si tuviera que retomar los mandos. De hecho, el día de la prueba, los vientos laterales de la cola de un huracán que azota la costa francesa sacudían sin piedad al Renault Symbioz y el coche hizo algunos pequeños extraños. “Hemos estado a punto de abortar la prueba, pero estos días de viento lateral tan fuerte nos dan más información que cualquier otro”, reconoce M, uno de los ingenieros. 

No sé si estar acostumbrado a ser conejillo de indias me ha ayudado más que saber que, a mi lado, en el puesto del acompañante y por requerimiento legal, un ingeniero de Renault con dos joysticks es capaz de tomar los mandos en cualquier instante. El coche podría ir sin él, pero como durante la prueba del Symbioz voy a tumbarme y ponerme unas gafas de realidad virtual, entre otras cosas, es mejor que esté ahí por si yo tardara en recuperar los mandos. 

Antes de subirme al Symbioz, me paro: no sé cómo se abre. Hay que presionar la manecilla y se desplaza el tirador, pero más tarde tendré un problema mucho más grabe dentro para entender cómo funcionan las puertas al salir. Todavía no sé explicarlo. Al ser un coche eléctrico, Renault ha ubicado en el suelo las baterías  de 72 kWh y 600 kg de peso, esto deja un habitáculo tan diáfano como el del VW I.D. aunque bastante más grande.

Sin embargo, al contrario que el VW I.D., el Symbioz va a salir hoy a autopista en modo 100% autónomo. En el nivel 4 de movilidad autónoma, debe conducirse por las carreteras comarcales que me llevan hacia la vía rápida, ahí solo las dimensiones y llevar un coche de millones de euros me imponen, porque el Symbioz se maneja con agilidad a pesar de sus 2.200 kg gracias a equipar el sistema 4Control de Renault. En cuanto las carreteras mejoran, el logo del volante se ilumina para indicarme que ya está disponible el modo dinámico. 

Al pulsarlo, el chasis del Renault baja su altura unos milímetros, su suspensión se hace más dura y están disponibles muchos de los 482 CV de los dos motores eléctricos. Este coche tiene una configuración propia y han decidido hacerlo tracción trasera, pero no es que la potencia te parezca una barbaridad, tampoco esa era la idea, sino lo que viene a continuación:

El Renault Symbioz en modo autónomo

El modo de conducción autónoma del Renault Symbioz se activa apretando dos botones que hay en su volante, necesitas hacerlo a la vez y muy fuerte para que no se produzcan activaciones involuntarias. Como muchos otros de los botones de este coche tiene detrás una tecnología innovadora de activación por piezoelectricidad que ahorra bastante espacio y peso. En ese momento, el coche toma los mandos y lo notas porque tu asiento retorna a la posición relax que estuviera programada anteriormente. 

Los dichosos tiradores de las puertas del Renault Symbioz
Los dichosos tiradores de las puertas del Renault Symbioz

Sin embargo, el Symbioz no va solo todavía, solo tiene permiso del gobierno francés para desplazarse autónomamente por la  la autopista que va de París a Normandía. Además usa un TomTom, pero no como el de tu coche, sino uno que ha generado la empresa holandesa con mapas en 3D de alta resolución de todo el trazado (tiene 400.000 km de vías ya en este formato), por lo que el prototipo de Renault solo requiere para guiarse de sus 34 sensores (radares, cámaras y escáner láser), un GPS y de esta cartografía. 

La experiencia autónoma de Renault puede ser relajante: a tu disposición tienes toda varias tecnologías desarrolladas por LG y Ubisoft para entretenerte en el Symbioz. Puedes ver cuánto tiempo de conducción autónoma te queda, por ejemplo, para saber si te da tiempo de ver un capítulo de tu serie o visualizar el vídeo de realidad virtual de Ubisoft, que termina en un paisaje onírico pero integrando cada situación de conducción: aceleraciones, giros, etc. para que la sensación no sea extraña. Y mientras, las barreras de los peajes se van abriendo al paso de tu coche autónomo. 

Etiquetas: Coche autónomo