Prueba Toyota Yaris GRMN: con 212 CV, la versión limitada más divertida

Parece un juguete, pero no es un juego de niños...

¡Pequeño, pero matón! Así es el Toyota Yaris GRMN, el más emocionante del momento (con permiso del Yaris WRC). ¿Un rival para el Ford Fiesta ST? No, ni hablar... La compañía lo tiene claro. Sólo tienes que echar un vistazo a sus siglas, que significan Gazoo Racing (el departamento de competición de la compañía) Masters of Nürburgring. Esto no quiere decir que haya establecido una marca estratosférica en el mítico trazado alemán, sino que ha sido puesto a punto allí. Nosotros hemos tenido ocasión de probarlo en los alrededores de Barcelona y en el exigente circuito de Castellolí y te contamos qué se siente al volante de esta exclusiva versión del Toyota Yaris.

Estéticamente se distingue por reemplazar los cromados exteriores de los Yaris de calle por elementos de color negro. En este tono también van decorados los retrovisores y el techo. Además, la carrocería va decorada con pegatinas rojas y negros, igual que Yaris WRC. Pero más que los colores, llaman la atención el alerón de techo y el difusor de la parte inferior con una gran salida escape trapezoidal en la parte central.

"El Fiesta ST es un gran coche, pero se posiciona un poco por debajo de esa clase", dice el líder del proyecto Stijn Peeters. "Queremos estar en la cima de eso. Queremos ser más radicales". Por eso, señala el Peugeot 208 GTI y el Renault Clio Trophy como su objetivo. Su hermano, el Toyota Yaris 2017, se sentirá celoso de lo que trae entre manos este nuevo familiar...

VÍDEO: Así es el Toyota GRMN en movimiento. ¡Vas a querer uno!

Se ha fraguado en las cocinas del Toyota GT86 y tiene a todo su equipo detrás, por lo que promete ser algo muy 'picante'. Montará un bloque de gasolina sobrealimentado de 1.8 litros que transmite la potencia a las ruedas delanteras a través una transmisión manual de seis velocidades. Acoplada a ella va un autoblocante mecánico tipo Torsen que evita el subviraje en los giros más lentos.

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El motor no es moco de pavo, se fabrica en las instalaciones de Toyota en Gales (Inglaterra) y es el mismo propulsor que utilizan algunos modelos de Lotus, como por ejemplo el Elise. Aunque, en este caso, para adaptarlo al Yaris GRMN se han creado una admisión y una línea de escape específicas. Este cuatro cilindros es único en su segmento, no solo por sus 212 CV de potencia y 250 Nm, sino porque cuenta con un compresor Magnuson Eaton. Todo esto le permite alcanzar una velocidad punta de 230 km/h, limitada electrónicamente, y acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos. Sin duda, para lograr estas prestaciones resulta clave su peso de sólo 1.135 kg, por lo que logra una relación peso/potencia de 5,35 CV por kg.

Es un propulsor con una respuesta progresiva y que estira hasta las 6.800 rpm, que es cuando da su potencia máxima. Su sonido es realmente sobrecogedor. Es como los deportivos de antaño, que ruge desde que lo arrancas y se va cabreando en función de lo mucho que pises el pedal del acelerador. ¿Cajas de resonancia en el salpicadero para que parezca más agresivo? De eso nada. Aquí no hacen falta artimañas de ese tipo. Suena bien, suena fuerte y no engaña.

Toyota Yaris GRMN

Con esos datos, ¿quizá tenga también algo que temer el Mini John Cooper Works? Lo que está claro es que es más rápido que el GT86.

Es lo que pudimos comprobar en su día en el circuito de Nürburgring, trazado sobre el que han sido desarrolladas y testadas las cualidades dinámicas del Yaris. No hay pista más exigente y divertida en toda Europa (Toyota cree que si el Yaris GRMN puede demostrar sus capacidades aquí, lo hará en cualquier sitio) y hacer sus más de 20 kilómetros a fondo en este pequeño deportivo es una de las hazañas que recordaremos este año. El motor empuja desde muy abajo y es capaz de estirar hasta las 7.000 vueltas.

Aunque donde hemos podido probarlo más a fondo es en el circuito de Castellolí.

La suspensión es 30 mm más baja que el Yaris estándar, aunque la altura total del vehículo solo se reduce en 24 mm. Los amortiguadores están firmados por el especialista Sachs y van reforzados con una barra de torretas. Además, para lograr la mayor rigidez posible, la estabilizadora de la parte inferior es de mayor tamaño. Esto se traduce en una respuesta firme e incluso seca cuando pasas por algunos baches, pero en la pista es pura eficacia. En las curvas rápidas es algo nervioso y la zaga amenaza con insinuarse. Por otro lado, en los giros más lentos se muestra realmente eficaz y lejos de subvirajes exagerados y pérdidas de rueda sin fin, el autoblocante se encarga de que esta variante deportiva del Yaris mantenga la trazada correcta.

Toyota Yaris GRMN

Además de los cambios mencionados hasta el momento, hay que destacar que monta unas llantas BBS de 17" (las cubren unos neumáticos Bridgeston Potenza RE050en medida 205/45), discos ventilados con pinzas Advics de cuatro pistones, que van pintadas en blanco y decoradas con el logotipo GRMN, muestra un escape central y los colores elegidos para la carrocería son los del equipo Toyota Gazoo Racing: blanco, rojo y negro. En el interior, los asientos deportivos tipo bacquet han sido diseñados especialmente por Toyota Boshoku y monta un volante de diámetro pequeño (es el mismo del Toyota GT86 y cuenta con el típico anillo de color rojo que marca dónde está el centro del aro), además de un pedalier de aluminio.

Toyota Yaris GRMN

El Toyota Yaris GRMN coche corre mucho, pero ya da igual cuánto corras tú, porque de las 600 unidades disponibles (400 para el mercado europeo y 200 para el japonés) ya no hay ni una sola disponible. Se empezó a ofrecer en el mes de julio de 2017 en una web creada de manera específica y los pedidos se agotaron en solo 72 horas. A España van a llegar solo cinco unidades, así que esos cinco afortunados que pagaron los 29.900 euros que cuesta, sin duda, van a poder presumir de conducir un coche realmente exclusivo.