La Unión Europea levanta el pie del acelerador con la normativa Euro 7

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Gustavo López Sirvent

Aunque falta que se apruebe el 9 de noviembre

La normativa Euro 7 trae de cabeza a todas las marcas que trabajan en Europa. En un principio, esta nueva norma iba a ser muy restrictiva con los coches de combustión, sobre todo en el tema de las emisiones de CO2 y otras partículas, pero, parece ser (todavía no se puede cantar victoria) que la Unión Europea rebajará esa reglamentación y levantará el pie del acelerador.

 Tras muchas reuniones, negociaciones, modificaciones y una fuerte presión por parte del sector automovilístico (el cual ya se estaba situando para el peor de los escenarios y apretando el acelerador con los vehículos electrificados) todo apunta a que los gobernantes europeos no serán tan exigentes. 

Además, esta decisión podría haber estado condicionada por el contexto geopolítico y económico actual, que no es nada favorable con la guerra entre Rusia y Ucrania, entre otros puntos.

A pesar de ello, la Euro 7 no sería oficial hasta el próximo 9 de noviembre, así que la situación podría cambiar de nuevo o de igual manera atrasarse como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Sea de la forma que sea, todo apunta a que los niveles de emisiones que esta exigiría serían similares o iguales a los que se presentaron con la última renovación de la Euro 6.

Sin embargo, esto no quiere decir que el objetivo de un parque automovilístico cero emisiones desparezca; nada más lejos de la realidad. Y es que esta Euro 7 dará cierta tregua a los fabricantes, pero el objetivo de Europa de tener un año 2035 con coches con mecánicas alternativas sigue presente, aunque ya no sea por medio de un mercado copado de vehículos eléctricos.

Según la revista Politico, en el borrador que se ha realizado se manifiesta que: “a la luz de la circunstancia geopolítica y económica actual, se ha realizado una revisión final”. Asimismo, detalla también a cómo la actual situación de escasez de componentes, elevado precio de los combustibles, etc., está afecta a la industria del automóvil. 

“Esto ejerce una presión sin precedentes sobre la cadena de suministro automotriz y plantea problemas de asequibilidad para los consumidores, en un contexto general de alta inflación”, sentencia.

El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, dio su opinión sobre este tema en el pasado Salón del Automóvil de París: “Desde la perspectiva de la industria, no necesitamos la Euro 7, ya que atraerá recursos que deberíamos gastar en electrificación. ¿Por qué usar recursos escasos para algo para un corto período de tiempo? La industria no lo necesita y es contraproducente", dijo.

Etiquetas: Contaminación