Vídeo: El primer coche extraterrestre fabricado por humanoides

Aveo ETV, el Veículo Extraterrestre

Javier Prieto

Por fin podrás sentirte como un alienígena del volante.

Si creías conocer los bugas más raros y que casi no se ven por la calle, como el coche-patata, hoy te vamos a sorprender. Te presentamos este  OVNI con ruedas que viéndolo circular por las carreteras americanas, más de un terrícola pensó que estaba siendo invadido por los marcianos. Bueno, en realidad el ETV (Extraterrestrial Vehicle) tiene un origen bastante más próximo de lo que su estética hace sospechar.

Llega desde Florida (USA) donde La Fábrica de Automóviles, una empresa especializada en la personalización de coches tuvo la marciana idea. El padre de la criatura, un MacGyver de la vida llamado Mike Vetter, toma como base un Chevrolet Aveo para dar rienda suela a su imaginación. Y visto lo visto, se le ha ido un poco la mano en el tema. 

En su interior, donde caben dos humanoides, no faltan todo tipo de detalles futuristas que te harán sentirte el rey de la Vía Láctea. Las puertas en alas de gaviota, junto a sus faros de plasma, son detalles de otro planeta que molan mucho.

Si te fijas, el vehículo extraterrestre carece de espejos retrovisores, sustituidos por cámaras que cumplen dicha función. También está equipado con una suspensión trasera y varios sistemas de control remoto de la máquina. Emplea un motor 2 litros cuyo consumo, debe ser bastante bajo gracias a las formas curvas del diseño del coche.

En cuanto al precio, el amigo Mike ofrece opciones para (casi) todos los bolsillos de toda la galaxia. Si quieres tirar por lo económico, por 10.000 dólares te vende el kit básico compuesto por la carrocería, un marco de acero tubular, los faros delanteros y traseros y las ventanas fabricadas con lexan.

Si lo que quieres es dejarte de líos y pillarte un Aveo ETV 'llave en mano' de otro planeta, pero homologado para circular en este, tendrás que soltar unos 45.000 dólares. Ah, y lo tienes en varios colores. El único defecto del ETV (Extraterrestrial Vehicle) radica en que no nos permite viajar con él a Marte para dejar allí a nuestro cuñado. Nadie es perfecto.