Opinión: la hipocresía sobre los coches eléctricos y la contaminación

Volvo XC90 T8 enchufe
¿Realmente contamina más un coche eléctrico y uno de combustión?

Es una evidencia: los coches eléctricos no son la solución a todos nuestros males. De la misma manera que los coches diésel no son el demonio sobre cuatro ruedas. En nuestra sociedad tendemos a alabar y demonizar lo que nos interesa en función de la situación o, especialmente, de los intereses de aquellos que tienen mucho que ganar. ¿Contamina más un coche eléctrico que un coche diésel? Esta es mi opinión sobre los coches eléctricos y la contaminación.

Comprar un coche eléctrico es de valientes, al menos, a día de hoy: no puedes viajar largas distancias debido a una corta autonomía y a una escasa red de carga y encima su precio es tan elevado que el ahorro de combustible muchas veces carece de sentido. Es más barato de mantener, sí, pero también son más caros que sus equivalentes con motor de combustión interna. Nadie que se gasta 100.000 euros en un Tesla puede esgrimir que se lo ha comprado para ahorrar combustible. Lo siento pero no.

Nos subimos al Tesla Model Y

El principal motivo de compra de un coche eléctrico debería ser la concienciación y el respeto por el medio ambiente. Es cierto que un coche eléctrico no contamina mientras funciona, pero ya son un buen puñado de estudios los que afirman que un coche eléctrico contamina más que un coche diésel. ¿Por qué? Por la cantidad de CO2 necesario para la fabricación de las baterías y el procesado de minerales tecnológicos como el litio, el cobalto o el manganeso. 

Fabricar las baterías de un Tesla genera unas 15 toneladas de CO2 según varios estudios

Primero fue un estudio en Suecia, que afirmaba que fabricar la batería de un coche eléctrico, como un Tesla Model S generaba 17,5 toneladas de CO2 a la atmósfera. Recientemente, otro estudio alemán ha llegado con un titular todavía más jugoso: un coche eléctrico contamina más que un coche diésel. Según esta investigación del profesor de física Christoph Bucal y recogida por la agencia DPA, calcula que el coste energético de fabricar la batería del Tesla Model 3 es de entre 11 a 15 toneladas de CO2. 

Teniendo en cuenta una vida útil de 10 años y un kilometraje de 15.000 km al año, supone unas emisiones medias de 73 a 98 gramos de CO2 por kilómetro. Por poner en contexto, un Seat León con motor 2.0 TDI de 150 CV genera 115 gr de CO2 por kilómetro. Hay que ser honestos: 73 gramos de CO2 por kilómetros para un coche de un potencial tan alto como el Tesla Model 3 no es mucho, pero ojo porque aquellos que se compran un coche eléctrico porque no contamina, pueden estar siendo objetos de un fraude informativo.

Seat León TGI alternativa eco

Ahora bien, tampoco hay que creer todo a pies juntillas. Todos estos estudios ignoran la generación de CO2 que provoca el refinamiento de los combustibles y de toda la industria petrolífera. Parece sencillo buscar titulares sensacionalistas en los tiempos que corren y estoy seguro que no será el último estudio que intente defender las bondades de los coches diésel (en estos estudios tampoco se habla de las partículas más contaminantes del diésel, como el NOX).

¿Qué intereses hay detrás de todo esto?

Y es que la industria ha invertido muchas decenas de miles de millones de euros en el desarrollo del diésel y todo se puede ir al garete. Sí, esas mismas marcas también están invirtiendo ingentes cantidades de dinero en el coche eléctrico. ¿Cuál es más interesante? Creo que está fuera de toda duda que a igualdad de prestaciones, un coche eléctrico es mucho más respetuoso con el medio ambiente que un coche diésel. Además, estoy convencido que poco a poco la huella de CO2 que deja la producción de las baterías será cada vez menor.

Pero ojo porque los coches eléctricos contaminan y mucho, no están tan lejos de los coches con motor de combustión interna como muchos nos quieren hacer creer. Titulares sensacionalistas de que un coche eléctrico contamina más que un diésel son fáciles de realizar, pero tampoco debes creerlos. Los coches eléctricos son la mejor solución para reducir la huella de CO2 en nuestro transporte sobre cuatro ruedas, pero es evidente que todavía está en una fase inicial de su desarrollo y todavía no es una tecnología perfecta.

El día en que fabricar unas baterías tecnológicamente muy avanzadas apenas contamine, el día en que los coches eléctricos se carguen únicamente con energías renovables, el día en que cargar un coche eléctrico sea un proceso rápido y eficaz y el día en que con una carga podamos recorrer miles de kilómetros, ese día el coche eléctrico será la solución definitiva. Mientras tanto el coche eléctrico todavía no es una opción definitiva de movilidad respetuosa con el medio ambiente, aunque estoy convencido, que ese día, antes o después, llegará.


 

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