Volvo y NVIDIA trabajarán juntos para desarrollar coches autónomos

Volvo y NVIDIA colaboran en conducción autónoma

Volvo y NVIDIA ampliarán su colaboración para la creación de los próximos modelos de la marca sueca con conducción autónoma. Estos coches contarán con la tecnología “system-on-a-chip (SoC) NVIDIA DRIVE Orin”, una plataforma de inteligencia artificial capaz de realizar la sorprendente cantidad de 254 billones de operaciones por segundo.

Estos son los niveles de conducción autónoma

Con la idea de la conducción autónoma cada vez más presente, los coches de Volvo serán los primeros en utilizar este sistema de la empresa informática y el XC90 será el primero de la marca en contar con esta tecnología. En cualquier caso, la idea es expandir la utilización de este sistema de conducción autónoma para alcanzar los mayores estándares de seguridad. Según Henrik Green, jefe de tecnología de la marca: “Creemos en la colaboración con las firmas líderes en tecnología para construir los mejores Volvo posibles”

Conducción sin supervisión

La utilización de la NVIDIA DRIVE Orin permitirá contar con una conducción autónoma más segura y actualizada. No obstante, este sistema se unirá al software ya desarrollado por Zenseact, la empresa especializada en conducción autónoma de Volvo. Además, servirá de apoyo en tareas de dirección y frenado de los coches.

El añadido de esta tecnología permitirá aumentar las capacidades hasta alcanzar el nivel necesario para la integración de los conjuntos de sensores que un sistema de conducción autónoma requiere. Estos avances están muy cerca, y por ello la plataforma SPA2 de Volvo será construida de manera que pueda contar con esta tecnología desde el inicio. Así, se podrá activar el sistema ‘Higway Pilot’, de conducción autónoma sin supervisión, una vez sea permitido su uso en distintas regiones.

Esta colaboración con NVIDIA también supondrá que los coches de la plataforma SPA2 utilizarán la tecnología NVIDIA DRIVE Xavier SoC, que gestionará elementos como el software básico, la gestión de la energía y la asistencia al conductor. En definitiva, un sistema que también colaborará con el ordenador de conducción autónoma, algo que cada vez será más común en los coches modernos.