Hyundai i30 N: la diversión de conducir en circuito 'cada día'

Vicente Cano

El nuevo Hyundai i30 N, uno de los modelos más esperados del mercado europeo para este año, acaba de ser por fin revelado. Llegará a España a final de año con un aspecto más agresivo que la mayoría de sus rivales y una dinámica desarrollada por los trazados de medio mundo.

De ahora en adelante, cada vez que haya que hacer una comparativa de compactos deportivos, habrá que meter a este Hyundai i30 N que, por méritos propios se cuela en un segmento tan elitista que, aunque disponga de más, en realidad solo tiene cinco o seis miembros a lo sumo, con el Honda Civic Type R, el SEAT León Cupra 290 o el VW Golf GTI Clubsport S entre ellos y solo alguno más. Como en todo, los coreanos han sido exhaustivos y se han pegado desarrollando su programa N desde 2013 hasta llegar a este primer modelo de altas prestaciones de Hyundai en el mercado europeo que, aunque fue concebido en Namyang,  se inspira claramente en el i 30 WRC. 

El que rompe, paga: ¿cuánto cuesta liarla en Nürburgring?

En el desarrollo de este i30 N, Hyundai ha puesto el acento en la diversión de conducción, uno de los pilares de este modelo que se ha desarrollado con las directrices de ser un devorador de curvas y un coche apto para circuito, pero al mismo tiempo que sea agradable de conducir en el día a día. Hyundai, de hecho, que ha probado recientemente este coche en las 24 H de Nürbürgring para validar su capacidad de aguante en condiciones extremas, asegura que se puede llevar el i30 N con el acabado más básico y dar res o cuatro vueltas a tope en un trazado sin que el coche sufra en absoluto. 

En todo caso, para los conductores más exigentes, entre otras cosas, la marca ha previsto unas ruedas Michelin Pilot Super Sport en lugar de las Pirelli P Zero que tiene como primer equipo y que se han desarrollado específicamente para este coche. También se muestran orgullosos los ingenieros de la marca de haber conseguido una de las direcciones más precisas y rápidas en el segmento, que habrá que testar en la prueba del Hyundai i30 N a final de año o comienzos de 2018. También este N del i30 tiene un diferencial desarrollado específicamente para dar alegrías al máximo durante una conducción deportiva. 

Esta apuesta por el placer de conducir en la versión más radical del nuevo Hyundai i30, como afirma literalmente Hyundai sobre el i30 GTI, perdón N, se completa con una suspensión controlada electrónicamente y dos botones en la parte inferior del volante con los que ajustar sus cinco modos de conducción: Eco, Normal, Sport, N y Custom (este último completamente ajustable a los gustos del conductor). La letra N de Hyundai, por cierto tiene dos lecturas, una por la inicial de Nangyang, donde está su centro de desarrollo y otra porque la marca ve que esa es la forma de una chicane. Por desgracia, en la presentación del Hyundai N, no se ha dicho nada de que pueda o no tener próximamente una variante familiar, pero ojalá.

Lo digo porque después de escuchar el sonido del Hyundai i30 N me he quedado prendado, hace mucho que no oía nada similar y mucho menos en un cuatro cilindros. Esto me recuerda que no te he hablado de los motores del Hyundai i30 N; en principio, solo va a haber uno, un dos litros turbo con 275 CV y 353 Nm de par, que irá asociado a un caja manual de seis velocidades que dispone de un sistema que transfiere la potencia al tren de engranajes para estar listo a pasar a la siguiente marcha con menor interrupción. Un diferencial electrónico de deslizamiento limitado y un control de estabilidad con regulación deportiva aseguran la manejabilidad de este coche en todas las condiciones posibles. 

Hyundai asegura que este N i30 será además cinco coches distintos gracias a sus modos de conducción que modifican los parámetros de rendimiento del motor, los amortiguadores, el control electrónico de seguridad (ESC), el diferencial electrónico de deslizamiento limitado (E-LSD), el sonido, la dirección y la función Rev Matching. Además, el conductor puede seleccionar el botón Rev Matching en el propio volante para incrementar las revoluciones del motor cuando se cambia desde una marcha más alta a una más corta, mientras que el Launch Control ayuda a lograr la mejor aceleración de 0 a 100 posible con este coche que es de 6,5 segundos. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h.

Está claro que los compactos deportivos están de moda: son prácticos, son relativamente económicos y permiten a sus conductores darse alguna que otra alegría a la hora de afrontar una carretera revirada o entrar a unas tandas libres en un circuito. Con una política expansiva de producto muy clara y un cambio radical en la imagen de sus vehículos de hace unos cuantos años a los modelos actuales, Hyundai no quería dejar ese pastel sin probar, y se ha puesto manos a la obra con el desarrollo del i30 N