Toyota Celica de Sainz y el Subaru Impreza de McRae, ¿Qué dupla fue más poderosa?

Toyota Celica Sainz Subaru Impreza McRae
Un duelo de máquinas y de talento al volante.

No hay duda que el Toyota Celica de Sainz de 1992 y el Subaru Impreza 555 de McRae de 1995 son dos de los coches de rally más míticos de la historia. El Toyota Celica Turbo 4WD de Carlos Sainz fue un coche mítico para la marca japonesa y para el piloto español: el segundo mundial para Toyota y el segundo mundial para Sainz, una dupla imbatible.

Sin embargo, cuando piensas en coches de rally míticos, es imposible no pensar en el Subaru Impreza 555 de Colin McRae. El piloto escocés ganó el campeonato del mundo en 1995, en una lucha brutal contra Carlos Sainz, que estaba también en aquel momento en el mismo equipo. ¿Qué coche fue más poderoso en su tiempo? ¿El Toyota Celica de Sainz o el Subaru Impreza de McRae?

Lo mejor que podemos hacer para compararlos es ver su número de victorias en cada temporada y analizar su dominio respecto a sus rivales. El Toyota de Carlos Sainz fue un coche espectacular, llamado a recuperar el trono de los rally que compartía en esa época con el mítico Lancia Delta de Juha Kankkunen y Didier Auriol. La lucha fue total y Sainz completó una temporada donde la regularidad le dio el triunfo.

El Toyota Celica de Sainz ganó cuatro carreras en 1992: el Rally Safari, el Rally de Nueva Zelanda, el Rally de España y el británico, pero lo mejor es que solo se retiró en una de las diez carreras en las que compitió. Su peor resultado fue un cuarto puesto en Córcega y consiguió podio en el resto de rallys, sumando un total de 144 puntos en 10 carreras.

Subaru Impreza WRC Colin McRae (III)

El Subaru de Colin McRae y Carlos Sainz fue el claro dominador de la temporada 95, algo que fue todavía más evidente tras la descalificación de los Toyota a final de esa temporada. McRae consiguió el campeonato gracias a la ausencia por lesión de Sainz en el Rally de Nueva Zelanda, lo que unido a su victoria provocó un vuelco en el campeonato.

McRae consiguió dos victorias en 1995, dos segundos puestos y un tercero en ocho carreras. Se retiró en dos ocasiones y en el Rally de Francia terminó quinto. Sainz ganó más rallys ese año, tres, pero no participar en Nueva Zelanda y retirarse en Australia dejó el mundial en bandera para McRae, que lo terminó de conquistar en la última prueba en casa, en Gran Bretaña.

Toyota Celica GT4
Toyota Celica GT4

Lo que parece claro es que en cuanto a resultados, la dupla de Carlos Sainz con el Toyota Celica fue más poderosa que la vista por Colin McRae y el Subaru Impreza en 1995. Sin duda, el aura de McRae con ese Subaru azul, gracias en parte al videojuego que lleva su nombre, lo han aupado hasta convertirse en uno de los coches de rally más míticos.

Pero si analizamos los números, la gesta de McRae, más allá de su increíble estilo de conducción, no fue tan espectacular como la protagonizada por el piloto madrileño o por otros pilotos de su época mucho menos conocidos, como Juha Kankkunen. Otro día tocará estudiar la rivalidad entre Sainz, McRae y Makkinen en los años sucesivos. ¡Una época de esplendor!