¿Sabes qué es el ángulo del chocolate de los coches?

Ángulo del chocolate Mercedes

Y no, no tiene nada que ver con que al mirar a tu coche tengas ganas de pegarle un bocado... O puede que sí.

El término suena extraño: ángulo del chocolate. Más aún si tenemos en cuenta que se aplica a los coches y que poco o nada tiene que ver con la repostería, pero cuando indagas en lo que se esconde detrás de esto es mucho más fácil de entender. Y hasta resulta lógico.

No te pierdas: 5 coches con el diseño más longevo de todos los tiempos

Si te gustan los coches -entendemos que sí- te habrás dado cuenta de que a menudo, las fotografías que utilizan los fabricantes de automóviles para mostrarnos a sus criaturas se parecen bastante. Es decir, suelen tomar las imágenes con cierta perspectiva y la mayor parte de las veces, se pueden ver en ellas tres cuartos del coche. 

Desde mi propia experiencia puedo decir que a menudo, al intentar fotografiar algún modelo, siempre acabas tentado a hacer la foto desde la misma posición; una en la que, a tu juicio, el vehículo se ve mucho mejor… y esto no es algo casual.

Esta sensación la viven también los diseñadores de coches mucho antes de que sus proyectos vean la luz y es algo que pude descubrir hace unos cuantos años visitando el edificio 80 de Mercedes, en Sindelfingen (Stuttgart, Alemania).

Centro de diseño Mercedes

Allí, Mercedes tiene su centro de diseño y durante mi recorrido por aquel pulcro lugar, donde casi era necesario recorrer sus pasillos y salas con gafas de sol a pesar de que no entraba ni un rayo de luz natural, puede descubrir algún que otro ‘secretillo’. Qué se esconde detrás del 'ángulo del chocolate' fue uno de ellos. 

Gorden Wagener, director de diseño de Mercedes, nos acompañó aquella jornada y mientras nos enseñaba algunas maquetas de prototipos y de coches de producción, pronunció aquellas apetecibles palabras: coches... y chocolate.

A la hora de fotografiar a sus coches, los fabricantes tienen en cuenta cuáles son los atributos que añaden atractivo a sus criaturas y aprovechan para mirarlos desde el ‘ángulo del chocolate’, que no es más (ni menos) que su lado más "dulce", el que pone todas sus virtudes estéticas en relevancia.

Por tanto, de aquella visita no solo salí con hambre... sino también con un nuevo concepto con el que a veces jugamos sin saberlo. Ahora entiendo eso que a veces decimos incluso antes de haberlos probado: "este coche tiene buena pinta".