Texto original de Chris Harris

Como no soy estudiante de Wagner, nunca he entendido realmente el significado de la palabra ‘Valquiria’, ni la conexión etimológica con el coche de aspecto extraordinario que ves ahora ante ti: el Aston Martin Valkyrie. Tras haberlo probado en Bahréin, esperaba que fuera una bestia idiosincrásica que resultó ser bastante diferente de lo que la gente podría haber esperado. 

Lamentablemente, la conexión del coche con el nombre parece limitada a que es una palabra que suena bien y que comienza, como pasa con la nomenclatura de Aston Martin, con una V. Porque Valquiria era en realidad la hija de un dios que protegía a algunas personas. El arte y los coches rara vez se mezclan bien.

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Prueba del Aston Martin Valkyrie (4 imágenes)

Me siento en peligro de sacar a relucir el manual estándar de excusas de probador de hiperdeportivos para esta máquina. Llega monstruosamente tarde, no ha terminado siendo completamente fiel a la oferta original y, en la mayoría de las circunstancias, no dudo que un Porsche 911 base permitiría a su conductor ir más rápido. Eso sí, el manual insiste en que ignore ese hecho.

A pesar de todo, ¿no se ve increíble? Esto es una amalgama futurista de ángulos de ciencia ficción y espacios negativos. Caminas a su alrededor preguntándote qué rareza verás a continuación. Casi se podría argumentar que es mejor dejar estos coches como objetos estáticos y quizás ser demostrados por otros para que todos podamos escucharlos y verlos pasar a todo volumen.

En circuito, el Aston Martin Valkyrie fue muy intimidante al principio. Ya había conducido el AMR Pro y esto no ayudó. Desde el principio, el coche de carretera se sintió bastante comprometido y mucho más pesado. La posición del asiento es rara durante los primeros minutos, y me encanta la forma en que todas las superficies de contacto están cuidadosamente moldeadas. 

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Prueba del Aston Martin Valkyrie (3 imágenes)

Junto a esto, en general noto un aire de piloto de combate o deslizador de Star Wars al deslizarme debajo del volante. La vista frontal es suficiente, pero el resto suele ser lamentable. Eso sí, la cámara trasera me ayuda un poco. 

Me aventuro en un conjunto de nuevos neumáticos Michelin Cup 2 para hacerme una idea de los más de 1.100 CV. Como sugiere la hoja de especificaciones, no se parece en nada al Pro. Incluso cuando está frío, las vibraciones del motor trazan un camino diferente a través del chasis de carbono y dentro de tu cuerpo. 

Al probar el Valkyrie, noto que el ruido en el interior es impresionante, pero es principalmente más volumen que calidad y eso es decepcionante. Al igual que sucede con el Carrera GT, la gente de afuera obtiene un trato mejor que la persona que está tras el volante.

Tras un rato en marcha, no sucede mucho por debajo de las 3.500 rpm. Eso sí, por encima de eso, el V12 comienza a empujar con fuerza, el ruido aumenta y en ese punto, se vuelve muy difícil ver el velocímetro montado en el volante porque está demasiado bajo. No entiendo cómo un coche de este tipo tiene un volante que no se ajusta lo suficientemente alto para muchos conductores.

Ahora bien, lo siguiente podría compensar ese paso en falso ergonómico. El Aston Martin Valkyrie es ferozmente rápido y tienes que seguir mirando hacia abajo para asegurarte de no alcanzar el limitador de 11.100 rpm. En la primera zona de frenada, el pedal es muy largo, pero la sensación es buena y el ABS es reconfortante cuando estás yendo casualmente a 337 km/h.

Aun así, los cambios de marcha son muy lentos al subir. Esta frenética obra maestra V12 se precipita hacia el posible rebote de las válvulas y, cuando quieres un cambio rápido, el embrague se desacopla y hace un cambio tan lento que interrumpe tu apreciación del motor. Tengo que suponer que es para proteger algo en el tren motriz, pero elimina parte del teatro del coche. 

Por otra parte, en esta prueba del Aston Martin Valkyrie, el manejo en circuito me resultó difícil de descifrar. Bahrein siempre está polvoriento y el coche quería subvirar, pero había falta de tracción y la amortiguación era extraña: como si la suspensión hidráulica inteligente estuviera luchando por sacar algo de las paredes laterales de las ruedas y solo arrojaba apoyo cuando le apetecía. 

Algo no estaba bien. Sin embargo, un cambio de los neumáticos Cup 2 a unos Cup 2R marcó una gran diferencia. Ahora podría empujar mucho más en las zonas de frenado y mantener la línea de carrera, pero la dirección es pesada y este es un coche muy físico para conducir rápido. Y es tan ruidoso.... Por encima de 80 km/h, no tiene sentido intentar hablar con quien esté a tu lado. 

Si la caja de cambios limita el motor, el neumático limita el chasis del Valkyrie. Estoy un poco desconcertado por el sistema hidráulico enormemente complicado, que supuestamente ha sido una gran parte de la razón por la que este coche se ha retrasado. 

Está diseñado para ofrecer una variedad de opciones de amortiguación y altura de manejo que la suspensión convencional no puede replicar. No puedo garantizar que sea así en carretera, pero en pista, no da una gran sensación de conexión. El coche se siente inerte en la mitad de la curva porque, con los sistemas encendidos, el acelerador se apaga demasiado pronto. 

En definitiva, este no es un deportivo para jugar en curvas, en parte porque el volante tiene una forma con la que no estoy seguro de que sea posible corregir un gran derrape. Además, este es el primer deportivo rápido con el que ni siquiera he intentado derrapar para la cámara. Valora eso como prefieras. Si se hubiera desarrollado un neumático para este coche, quizás todo sería distinto.

Entonces, ¿dónde nos deja todo esto? Parece que he escrito más cosas negativas que positivas, y ese es un buen resumen del coche que manejé ese día. Dinámicamente, me esperaba más. Esto es lo que pienso ahora sobre el Valkyrie después de conducirlo. Es potencialmente el mejor hipercoche que se haya fabricado, pero no está terminado. 

A grandes rasgos: los sistemas electrónicos del chasis están mal calibrados, la caja de cambios es demasiado lenta y el ruido hace que sea poco probable que la gente quiera usarlo como un coche. Esos son los atributos de un vehículo de desarrollo de etapa media. Si yo fuera un cliente, lo encontraría profundamente decepcionante.

Ahora bien, cabe destacar que el coche no perdió el ritmo en casi dos días de conducción intermitente en un clima cálido. No se puede decir lo mismo del AMG One. Esa estética y el V12 son suficientes para elevar a este coche más allá de cualquier otro que se haya vendido antes. Y, seamos realistas, así es como la mayoría de los propietarios utilizarán su inversión de 2,5 millones. 

Al fin y al cabo, la historia de este tipo de máquinas está llena de gloria comprometida. De hecho, podría decirse que el padre de todos ellos, el McLaren F1, fue un motor sensacional en un chasis que quizás necesitaba más desarrollo. Que el Valkyrie parezca haber replicado exactamente el mismo resultado casi 30 años después podría verse como un triunfo o un fracaso. 

Sí, estoy muy contento de que exista el Aston Martin Valkyrie, porque uno sospecha que casi no fue así. Sin embargo, me siento frustrado con el conocimiento de que hay un coche que realmente cambiará la historia esperando ser descubierto bajo de esa carrocería extraordinaria.