Hemos probado el Toyota Aygo X Cross: mente urbana y cuerpo campero

Prueba del Toyota Aygo X Cross

Con un motor gasolina de 72 CV. En serio

En el mundo del motor, los restyling o facelift están a la orden del día y las marcas renuevan sus flotas manteniendo el nombre del coche original. Esto mismo ha sucedido con el Toyota Aygo X Cross que estoy probando, que reemplaza al anterior y se adapta a los nuevos tiempos que corren. Que tiene aspecto de SUV, vamos.

El nuevo modelo de la firma nipona presenta una imagen moderna ya que conjuga el estilo urbano del anterior modelo con el toque SUV actual (donde prodigan los SUV híbridos), si bien no se puede considerar como tal sino más bien un 'crossover'. Aun así, el concepto de este automóvil abre el nicho de mercado a una opción jugosa para mentes urbanas y cuerpos camperos.

El Toyota Aygo X Cross ofrece una carrocería sin apenas voladizos y elevada. Tiene unas medidas de 3,70 metros de largo, 1,74 de ancho y 1,51 de alto (o lo que es lo mismo, 23,5 centímetros más largo, 12,5 más ancho y cinco más alto que su predecesor). Entre los asientos delanteros hay dos centímetros más de espacio y en las plazas traseras el aumento de la anchura a la altura de los hombros se cifra en 4,5 centímetros. Además, el maletero también es más grande que el modelo anterior. Pasa a tener 231 litros (60 más que el pasado Aygo). Si se abaten los respaldos llega a ser de 829 litros.

Motor gasolina de 72 CV

Su corazón bajo el capó no es el de un atleta, pero sí el de un deportista amateur que se defiende bien en cualquier terreno. Toyota ha propuesto un propulsor de gasolina atmosférico 1KR-FE de un litro (998 cc) y tres cilindros, que ofrece 72 CV de potencia y 93 Nm de par. Su caja de cambios puede ser manual de cinco relaciones o una automática, que es novedad, llamada S-CVT.

Como decía, no esperes ganar ninguna carrera con un motor así: su aceleración de 0 a 100 km/h es de 14,8 segundos. Asimismo, entrega 151 km/h de velocidad máxima. Si optas por el cambio manual es de 14,9 segundos de 0 a 100 km/h y 158 km/h.

Con la palanca de cambios manual me manejo bien, pero el recorrido del embrague es largo y termina muy alto. Si no estás acostumbrado puede resultar relativamente incómodo, sobre todo por ciudad, donde hay muchos cambios de velocidad por los semáforos y el tráfico rodado. Todo es acostumbrarse. 

Por su parte, el cambio automático S-CVT dispone de un convertidor de par para que ruede con más suavidad. Con velocidades más altas le cuesta un poco, pero eso es habitual en coches que montan cambios CVT. Si me dan a elegir es probable que me quedara con esta opción, que siempre será más práctica y funcional que la manual. 

Si te ciñes al consumo de gasolina, no hay mucha diferencia entre las dos transmisiones: la manual gasta 4,7 litros a los 100 km, mientras que la automática se mueve en 4,9 litros a los 100 km. Muchos hubieran esperado un híbrido en este modelo, pero lo cierto es que tiene un consumo bastante razonable para ser un motor gasolina... 

Tres opciones de equipamiento

La compañía japonesa oferta tres opciones de equipamiento: la más básica es la Play, la intermedia es la Trendy y la más equipada es la Limited Edition, una versión completa en cuanto a infraestructura tecnológica, pero que tendrá una corta vida, ya que se espera que no se comercialice más allá de un año. La opción tope de gama tiene colores chillones: verde pistacho y detalles de color naranja, tanto en la carrocería, como en el interior.

Si hablamos del apartado tecnológico, la opción básica cuenta con pantalla táctil de 8" y Android Auto y Apple CarPlay con cable. Los otros dos acabados la pantalla táctil es de 9” y la conectividad y la carga del teléfono móvil es ya inalámbrica.

Al volante

Uno de los aspectos que he encontrado más cómodos durante la prueba del Toyota Aygo X Cross es su puesto de mando. Los asientos delanteros van situados 55 mm más altos que antes, lo que te da mayor visibilidad frontal y comodidad para tus cervicales y espalda. El ángulo del pilar A ha subido un 10 %, hasta un total de 24 grados, para mejorar la visibilidad, según los datos que ofrece la marca. El pilar C da más problemas por ser un interior más bien pequeño, lo que, o retrasas los asientos, o la visibilidad trasera será dificultosa. 

Con el volante entre las manos, su dirección es agradable y su desplazamiento lateral facilita el movimiento sin brusquedades. Cuando buscas aparcar también es dócil, con lo que viene a ser un punto a su favor cuando debemos dejar el coche en la ciudad o en algún aparcamiento. 

La rivalidad puede llegar en modelos como el Suzuki Ignis o Fiat Panda en su saga cross, puesto que también montan una carrocería similar, un motor parecido, un precio que se altera poco entre los tres y unas prestaciones comparables. 

Para terminar con la prueba, otra de las cosas que me han gustado en el Aygo X Cross es la dirección. Tiene un accionamiento suave y te permite moverte en terreno urbano sin demasiados problemas: puedes callejear sin problema y aparcar sin esfuerzo, lo que se agradece en un modelo de estas características.

Nuestro veredicto

7