Prueba del Bentley Continental GT Speed: un motor W12 para ser feliz

Bentley Continental GT Speed.

Un deportivo de contrastes, que baila entre la comodidad y el rendimiento.

La invitación a la apertura del nuevo concesionario de Bentley en Valencia vino acompañada de la prueba del Bentley Continental GT Speed a lo largo de más de 400 kilómetros, entre Barcelona y la ciudad levantina. Un convoy fantástico, formado por otros dos Bentley Continental GT con motores V8 y dos Bentley Bentayga, el SUV de la marca británica.

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En cualquier caso, el Continental GT Speed me otorgó una experiencia única. No en sí por el coche, que es sensacional evidentemente. Sino por ser uno de esos pocos afortunados que, cuando todo sean coches eléctricos, podrá decir que condujo un deportivo con un motor W12 de 6,0 litros biturbo. Y es que no hay cosas mucho más grandes en el mercado actual.

Un rendimiento sorprendente

Ese motor W12 TSI de 6,0 litros biturbo rinde a 659 CV y 900 Nm de par máximo. Una barbaridad que lleva al Bentley Continental GT Speed a hacer el 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 335 km/h.

El motor está unido a una caja de cambios automática de doble embrague lubricado de 8 velocidades que trasladan al eje trasero todo el empuje de la unidad de potencia. Pero lo que de verdad impresiona es que todo esto combinado, hace que sus 2.273 kg de peso parezcan una minucia.

El coche se desenvuelve genial en carretera y curvas, siendo capaz de hacer movimientos precisos y rápidos. A esto ayuda, por supuesto, su dirección a las cuatro ruedas y el diferencial autoblocante eLSD trasero, junto al sistema de estabilidad Bentley Dynamic Ride.

Cuenta con suspensión neumática adaptativa, bastante dura en carretera incluso en el modo confort, y que lo convierte en una tabla en las curvas (algo destacable frente a sus más de dos toneladas). Además, utiliza frenos carbocerámicos con pinzas de diez pistones delante y cuatro pistones atrás.

En definitiva, una máquina repleta de potencia en todos sus aspectos. Sin embargo, cuenta con tecnologías como el Start & Stop del motor o la desconexión de la mitad de los 12 cilindros del motor para equilibrar unos consumos que, yendo alegre, pude firmar en cerca de los 12 litros a los 100 kilómetros en los tramos de carretera.

La estética es historia viva

Convoy de Bentley en Valencia, durante la presentación de su concesionario.
Convoy de Bentley en Valencia, durante la presentación de su concesionario.

Banzai Motorsport

Conducir por Barcelona y Valencia mientras todo el mundo graba con sus móviles y hace fotografías es lo normal en un coche como el Continental GT. No se ve todos los días, y menos en nuestro país. En el caso de mi unidad, era de un llamativo rojo metalizado que junto a las líneas de la carrocería, los faros y la parrilla frontal... Era un puro deleite a la vista.

Esta versión de la prueba del Bentley Continental GT Speed equipaba un splitter frontal, taloneras, difusor y alerón de pestaña en fibra de carbono, a lo que hay que añadir también llantas de 22" y el escape firmado por Akrapovic, que invita a ir en modo Sport por ciudad pese al precio de la gasolina. Todo sea por escuchar ese sonido y gorgoteo en las aceleraciones y deceleraciones.

El bólido se ve increíblemente moderno sin renegar de los cuatro faros redondos y la gran parrilla frontal que caracterizó al Continental clásico, pero con un toque de agresividad digno del que es el actual campeón en la subida a Pikes Peak. Un récord que lo convierte en el coche de producción más rápido del planeta en el famoso (y peligroso) tramo de montaña estadounidense.

El interior es el ejemplo perfecto de equilibrio entre lujo, deportividad y tecnología.

Bentley es una de esas marcas que conocen y tienen bien presente su propia historia. Y la respetan, que es lo más importante. La atención al detalles llega a extremos bastante insospechados en este coche, y la impresión que el interior causa nada más subirte ya es interesante.

Lo primero es el olor a cuero. No es un olor convencional, ni mucho menos. Es un aroma que Bentley lleva años y años trabajando como una seña de identidad de la compañía. Es realmente agradable, pero la experiencia solo ha comenzado.

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Los que amamos los coches clásicos, y conocemos bien la vieja escuela de Bentley, no podemos evitar esbozar una sonrisa al ver las válvulas que controlan el aire acondicionado. Esos tiradores, propios de la aviación, no se abandonan en los modernos coches de la marca. Y ojalá que nunca lo hagan.

Igualmente, los relojes analógicos. El de la hora está fijo en la consola central, y la pantalla multimedia cuenta con un sistema de rotación que te permite elegir cambiarla por tres indicadores también analógicos: de temperatura exterior, la clásica brújula y un cronómetro perfecto para los trackdays.

La pantalla táctil de 12,3" es rápida e intuitiva, aunque no cuenta con Apple CarPlay y Android Auto, que hay que decir que sería algo esperable de un coche de estas características. Aunque en cualquier caso, el sistema de Bentley se desenvuelve con soltura.

Reloj analógico y válvulas del aire acondicionado en el Bentley Continental GT Speed.
Reloj analógico y válvulas del aire acondicionado en el Bentley Continental GT Speed.

Bentley Motors

En adición, también cuenta con múltiples controles físicos que son siempre de agradecer en esta industria que reduce todo a las (malditas) pantallas multimedia. Posees ruletas para las temperaturas del aire acondicionado, para navegar por la pantalla o para controlar aspectos mecánicos del coche (modos de conducción, control de tracción, etc). Un acierto, lo mires por donde lo mires.

Respecto a los asientos, poco hay que decir más allá de que su modo masaje me arregló un dolor de espalda que me llevaba atormentando la semana previa a la prueba, y que la tela de alcántara y el cuero te hacen sentirte en una nube. Una nube muy rápida, como la de Goku en Dragon Ball, eso sí.

En relación al volante, cuenta con una botonería realmente bien posicionada que se hunde hacia adentro y evita que durante movimientos bruscos del volante, llegues a activar funciones que no deseas. 

Finalmente, el cuadro de instrumentos digital es solvente, aunque tiene un fallo de diseño que impide ver la aguja de la aguja de la autonomía debido al velocímetro, ya que se superponen. Minucias que se solucionan perfectamente con el head-up display o trasteando diferentes tipos de interfaz.

Un coche para disfrutar de la comodidad o de la velocidad. Tú decides

Por un precio que parte desde los 309.207 euros puedes disfrutar de un coche único. Difícil de ver, con presencia, de un gran rendimiento y con uno de los motores que en el futuro serán toda una joya y un clásico.

Su comodidad y conectividad son equiparables a la de un SUV (en las plazas delanteras, al menos). Vas a ir como un señor, a gusto y en paz. Y en el momento en el que se te pase por la cabeza rozar sus límites mecánicos, podrás acelerar a fondo y trazar las curvas de una manera segura y potente. Y sobre todo, disfrutar del sonido de su motor y la torsión de la carrocería y el chasis.

En definitiva, un camaleón capaz de encender tu mente cuando necesitas velocidad o calmarla cuando quieras algo más de tranquilidad. Y eso, pocos coches en el mundo lo consiguen de una manera tan perfecta.

Nuestro veredicto

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